× 𝕋𝕙𝕣𝕖𝕖 ×

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¡Yugi!

Unos chicos estaban por pelear con Amane, pero justo a tiempo su amiga se interpuso. Amane se sentía aliviado ya que no tendría que pelear, los otros chicos solo se alejaron molestos y ahora estaban solos.

–Yugi, ¿Cómo te fue en el examen?

–Como crees que me fue – mostró su baja calificación – ¿Y tu?

–Por suerte aprobé.

Ellos fueron caminando al tejado, ninguno tenia alfo que hacer y estaban aburridos. _____ quería preguntar acerca del chupones que tenia, pero temía por la respuesta y como siempre esta herido suponía que también lo negaría.

Cuando llegaron Amane se sentó muy cerca de la punta, casi como para cometer suicidio. Ella preocupada trato de convencerla de que vallan a otro lugar y al final se quedaron ahí. Había un viento relajante, no era molesto y había un clima perfecto.

–Se que tal vez mi pregunta te incomode pero…últimamente veo que tienes chupones, ¿Por qué?

¿Q-que? De que hablas…no tengo nada.

Ella trato de desabrochar su camisa, él solo tomo sus brazos y la tiro al suelo. No quería por nada en el mundo que supiera sobre eso, ahora no sabia que hacer y si la soltaba de seguro trataría de quitarle la ropa.

Yugi…lo sabia. Ahí esta la marca.

Por nervios perdió la fuerza y ella tocaba la marca rojiza. Él estaba sonrojado por su actitud, ella tomo su cara con sus manos y recordo lo que hizo su gemelo.

Le iba golpear si ella no lo hubiera hecho antes, grito su nombre y salio del transe.

Al verla ella tenia una mirada preocupada, él miro el suelo sintiéndose culpable por lo que iba hacer en ese momento.

Y-yo, no quería...

Ella lo abrazo y nervioso lo correspondio, nadie lo abraza ni sus padres ya que trabajan todo el dia.

Ya llevaban casi dos meses de amistad, es tonto que contara los días desde que se conocieron pero ella era especial, era la única persona que se preocupa por él y no fuera el profesor.

–Yugi-kun, puedes contármelo. No te juzgare ni nada por el estilo.

–…Lo se pero no puedo, lo siento.

Luego de otros minutos se separaron, ella no podía obligarlo y decidió dejar el tema hasta ahí. Lo invito a salir por un helado, él acepto y fueron juntos a la heladería.

Pero ahora se preguntaba, ¿No tiene otros amigos aparte de mi? Y la miro de reojo.

<<Debe tenerlos, nunca hablamos en clase y de seguro esta con ellos>>, se despidieron y cada uno fue a su hogar…lo había olvidado. Ahora esta Tsukasa en su casa, se detuvo con terror en su cuerpo, seria volver ahí era ir al infierno mismo.

Llego a la puerta, su corazón latía a mil por minuto y temía por su cuerpo. Podía lastimarlo o hacer cualquier cosa, ya sentía que iba a llorar <<¿¡Por qué soy tan débil!?>> y se fue corriendo del lugar. No quería para nada volver a esa casa llena de tortura.

Se fue a un parque y se quedo ahí, hasta que no sea la hora que lleguen sus padres no iba a volver. Ya no sabe cuantas veces le dejo marcas en el cuello o en su brazo, un día le estaba tocando la espalada y él se sentía asqueado.

...

–Maldición…

Otra vez una pelea, por suerte logro ganar. Pero también se quedo sin fuerzas, llego a la enfermería y por su suerte ahí estaba Tsuchigomori. <<Valla suerte>>, molesto no escucho sus sermones y solo miraba el procedimiento del vendaje.

–Deja de preocupar a Fukushima-san. Al menos cuídate un momento  – guardo la venda –

–¿_____-san? Ahora que la mencionas…¿Dónde esta?

–Un chico se la llevo, sus amigas no paraban de reír.

<<Un chico…>>, ya sabia lo que pasaría. La verdad no le debería importar pero tenia miedo, no sabia la razón y solo espero a que ella llegara como siempre. Pero esta se tardo mucho y pensó que tal vez se había ido con ese tipo.

Cuando iba por sus cosas, ella llego agitada y se notaba cansada. Él compro una botella de agua y se lo dio, ella jadeaba demasiado <<Parece que corrió una maratón>>.

Luego de esperar a que su respiración este bien, ella solo puso su brazo alrededor de su cuello.

–L-lo siento…tuve un inconveniente.

–¿Inconveniente? Para que corras tanto debió ser urgente…

–No, solo un chico cualquiera que se me declaro. Lo rechace y el muy maldito intento besarme – su expresión mostraba asco – Peor, mis amigas pensaron que estaba siendo “infiel”.

–Espera, ¿¡Tienes pareja y yo no lo sabía!?

–¡Claro que no! Creen que tu eres mi novio y eso. En serio son extrañas.

Hablaron como siempre, se sentía feliz de que no lo haya dejado. La verdad ya no podía imaginar estar una tarde sin ella y ahora ya eran cuatro meses desde que se conocieron, pero como era de esperarse tenia que ocultar sobre su gemelo.

Aunque ella sepa que tiene un hermano, no puede decir que sus heridas y chupetones son a causa de este.

<<Quisiera haberte conocido antes…>>, No pasaba por su cabeza que tenia una amiga, incluso pensaba que era un sueño.

Le gustaba pasar tiempo con ______, se sentía como un chico normal con ella. Aunque tenga un gemelo loco y casi violador, tenía que disfrutar un poco su vida no?

Pero nunca quiso preocupar a ella o a Tsuchigomori, por eso le molestaba que le diera sermones y que _____ tratara de ayudarlo, él se sentía culpable de que pasara todo sobre las heridas.

A veces se preguntaba si Tsukasa tenia algún problema mental, tal vez una obsesión o trauma y que podría consultar con algún psicólogo.

Quería a su hermano menor, pero le gustaría que estuviera sano mental y psicológicamente.

Una promesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora