Prólogo

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Un pelirrojo y un rubio amigos de toda la vida.

¿Perfecta combinación, no?

Todo comenzó cuando era pequeños inocentes en una tarde de verano. Al salir de la escuela Bakugo tenía el hábito de ir a jugar a su lugar secreto. Sólo él. Bien estaba acostumbrado a ser el líder y estar rodeado de niños, en las tardes le gustaba estar en soledad y entrenar para ser el héroe número uno.

Era un escondite muy hermoso en el interior de un gran parque. Nunca nadie se había atrevido a invadir el territorio de Bakugo, pues sabía que lo que les esperaría sería una linda explosión en la cara.

Sin embargo un día todo cambió.

Mientras practicaba arduamente escuchó un ruido proveniente de los arbustos. Pensó que tal vez era un pequeño animal que se había colado, más fue todo lo contrario. De las ramas salió un niño pelinegro con una sonrisa angélical.

 De las ramas salió un niño pelinegro con una sonrisa angélical

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Por alguna de extraña razón ninguno pudo apartar sus miradas. Bakugo percibió algo distinto en él, algo que no tenía nadie más.

Aún así quería luchar.

Antes de que el niño pudiera hablar el rubio soltó de las palmas de su mano una explosión dirigida hacia él.

Tranquilos, no era lo suficientemente fuerte como para matarlo. Tan sólo le daría unas leves heridas.

Bakugo Katsuki: ¡Ja! Soy el más fuerte de tod...

¿?: ¡Hola soy Kirishima! ¿Cómo te llamas? - Una risueña voz resonó a sus espaldas.

Bakugo no podía creerlo, su enojo aumentó de un tirón. Apretó sus dientes y le gritó.

Bakugo Katsuki: ¡Muere! - Se volteó para lanzarle una vez más sus llamas.

Kirishima Eijirou: ¡Genial! Que fuerte eres. - Una vez más, a sus espaldas se escuchó aquella divertida voz.

Bakugo giró, le gritó un "¡Muere!" y el pelinegro lo esquivó. Este ciclo se repitió aproximadamente 28 veces.

Con una inmensa falta de oxígeno el rubio se preguntaba como aquél niño, inferior a él, podía estar en perfectas condiciones.

Kirishima Eijirou: Wow, tienes una resistencia increíble. Tengo un amigo muy genial. - Sonrió luego de decir estas palabras.

Esto empeoró el humor de Katsuki, definitivamente no dejaría a ese chiquillo arruinar su reputación.

Bakugo Katsuki: Idiota... Te... Mataré. - Pronunció estás palabras con dificultad. Aún así mantenía su mentón en alto.

El niño de dientes afilados se quedó pensativo. De repente una idea llega a su cabeza.

Kirishima Eijirou: Yo te mataré... A abrazos. - Dicho esto salió corriendo hacia Bakugo con los brazos abiertos.

En ese momento el blondo sintió el verdadero terror.

Bakugo sintió como si todo hubiese transcurrido en cámara lenta, la poca fuerza que le quedaba le permitiría defenderse, pero no pudo. No quiso. La sorpresa de ver a ese niño con una sonrisa más brillante que el sol correr hasta él para abrazarle, fue lo más insólito que le había pasado en toda la vida.

Se supone que los otros niños debía alabarlo o temerle.

No querer darle mimos y sonreírle como un estúpido flechado.

Fue tanta la sorpresa que Bakugo no pudo pensar claramente. Su cuerpo estaba arrodillado y el niño extraño estaba abrazandole con todas sus fuerzas.

Las manos de otra persona tocando su piel fue algo que jamás pudo olvidar.

Alguien más fuerte que él.

Estaba impactado, no parpadeaba. El pelinegro al desvanecer el abrazo planeaba dedicarle una sonrisa, sin embargo al ver la cara pálida del rubio no pudo evitar preocuparse.

Kirishima Eijirou: ¿He hecho algo malo? - Le preguntó preocupado, nervioso. No quería hacerle daño.

Luego de varios segundos la víctima de aquel afecto le respondió.

Bakugo Katsuki: Mañana aquí, a la misma hora, te enterraré vivo. - Escupió sin expresión alguna.

Con las mejillas algo sonrojadas.

Kirishima le sonrió. Para él aquello significaba un:

"¡Te veo mañana, no faltes!"

Y así fue el comienzo de una hermosa amistad. Ambos chicuelos se encontraban todos los días a la misma hora, luchaban y luchaban y luego Kirishima terminaba con un abrazo. Al principio el blondo no entendía el porqué sus abrazos se sentían tan bien. Más con el paso del tiempo entendió porqué siempre ansiaba verlo. Porqué no podía imaginarse un día sin su presencia.

Simplemente se había enamorado de un idiota más fuerte que él. Su personalidad deslumbrante junto a su fuerte capacidad física fue algo que le cautivó.

Sin embargo se prometió a sí mismo nunca expresarlo, no se lo permitiría. Él sería el héroe más fuerte de todos.

Caminaron toda su niñez juntos, aunque no asistieran a la misma escuela todos los días se veían en las tardes para pasarla bien. Felices pero sin expresarlo, ambos llegaron a la U.A y se convirtieron en compañeros de clase.

Todo marchaba a la perfección. Los dos estaba cumpliendo sus sueños de ser los mejores héroes de todo el mundo.

Pero la felicidad no dura para siempre.

Todo se fue a la mierda el día en que Kirishima le pidió a Bakugo que le ayudara a ensayar su confesión de amor.

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Aclaraciones:

1- En este fanfiction Deku no es el amigo de infancia de la rubia explosiva, es nuestro querido Kirishima.

2- La historia se concentrará en los días que pasará Bakugo ensayando con Kirishima para el día de su confesión.

3- Kiri: Seme.
Bakugo: Uke.

4- Kirishima es un poquito más fuerte que Bakugo, pero no nos concentraremos mucho en eso ya que la historia será puro romance.

5- Y... ¡Listo! Espero que disfruten mi primer fic de este ship❣️.

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Nos leemos.

Ensayo De Confesión (KiriBaku) Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt