Quizás podamos aprender a compartir

Esperando

El profesor podría haber mutado en una babosa gigante y no lo habría notado. Mis ojos estaban entre la pantalla y mi libro, mi lápiz recorriendo la página abierta, pero mis pensamientos definitivamente no estaban cerca de esta clase. Estaban a millas de distancia.

De hecho, estaban a dos millas y media de distancia. La distancia entre el Edificio Kinney Life Sciences y los dormitorios al otro lado del campus. No podía decir el número exacto de pies desde mi silla en la clase hasta la ducha de mi dormitorio, pero esa era la distancia que estaba en mis pensamientos.

Todavía podía sentir sus manos presionando mis caderas, sosteniéndome contra la pared de la ducha. Y aunque intentaba concentrarme en la clase mientras las diapositivas iban pasando, todavía podía sentir sus labios contra los míos. Eran suaves y cálidos debajo del cabezal de la ducha y viajaban sin esfuerzo sobre mi piel como un bote que atraviesa el agua. Era agua debajo de sus labios, realmente lo era. Pensé en cómo entré en aquel baño después de que Lena se metió en la ducha, dejé que me follara, la volví a follar, escuché como me recordaba que tenía un examen hoy, y luego me la follé de nuevo antes de irme a la cama.

"Kara. ¡Kara!" Maggie se paró frente a mí, con una pregunta en su rostro. "Kara, el profesor dijo que llevemos nuestras identificaciones de estudiantes para poder repetir el examen"

"Correcto, correcto ..." dije, hurgando en mi bolso para ocultar el enorme sonrojo en mi cara. Oh dios, este no era el momento para distraerse. Saqué mi billetera y sentí un nudo en el estómago al ver el espacio desocupado donde debería haber estado mi identificación de estudiante. Miré a Maggie, que ya había caminado hacia el frente del profesor e intercambió su identificación por una hoja de examen.

Cautelosa, me acerqué al profesor y le di mi mejor sonrisa encantadora. Parecía completamente indiferente.

"¿IDENTIFICACIÓN?"

"Um, mire, esa es la cosa, en realidad no la tengo".

Su apatía se intensificó, si es posible. "Si no hay identificación, no hay examen. Conoces las reglas, están en el plan de estudios." Correcto, el plan de estudios que se encontraba en la parte inferior de unas pocas pilas de papeles en mi escritorio. ¡Mi escritorio! De repente recordé dónde había dejado mi tarjeta.

"¡Oh, pero espere! Está en mi departamento. ¿Podría ir a buscarlo y hacer el examen en cuanto lo traiga?

"Ahora es el único momento". Tal vez mis cuidadosos ojos brumosos lo convencieron, o tal vez solo sintió emociones humanas por un segundo, pero suspiró y miró su reloj. "La prueba dura 20 minutos. Si puede obtenerlo antes de que finalice la prueba, aceptaré la identificación, de lo contrario su puntuación anterior será su calificación final".

"Bien gracias. Déjeme hacer una llamada telefónica." Saqué el nombre de Alex  primero. Estaría dispuesta a traer la identificación hasta aquí. Oh, pero estuvo en laboratorio todo el día y estará descansando. Luego saqué el nombre de Sam. Estaba segura de que vendría, e incluso tenía una llave. Sí, ella tiene una llave porque es nuestra jefa de piso, pero alguien como ella no rompería las reglas y hurgaría en mis cosas incluso si se lo dijera. Suspiré, sopesando mis opciones. Estaba decidido.

Lena. No tenía otra opción. Respiré hondo antes de presionar el botón de llamada. Por supuesto, ella dejó que llegara al último tono antes de contestar.

"Oh, hola, linda. ¿Llamando para celebrar que terminaste con tu examen?" Tenía ese tono familiar y rasposo en su voz, e intenté poner los ojos en blanco. "He estado pensando en formas en las que podemos celebrarlo", dijo, y sentí un escalofrío familiar en mi pecho.

"No, escucha Len", dije, antes de que ella pudiera decir algo más, "aún no lo he hecho porque dejé mi identificación de estudiante en mi escritorio. ¿Está ahí? ¿Puedes verlo?"