Quizás podamos aprender a compartir

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Dios, este tipo de ejercicio me iba a doler mañana. No es que no me doliera ya todo por la noche anterior, pero esto era diferente. Me dolían los músculos por la inclinación, la flexión, las sentadillas. Len iba a tener que darme las jodidas gracias, pero podría matarme en el proceso.

"Repasemos la rutina de nuevo", dijo la voz molesta y alegre del video. "Recuerda, eres libre de improvisar ..."

"Pues improvisaré", murmuré mientras pulsaba pausa. Eso fue suficiente para un bailarín experto y experimentado en ropa ajustada que aseguró que es "fácil ser sexy". Me recosté en la silla en la que se suponía que estaba practicando y cerré los ojos.

¿Cuánto tiempo libre he tenido para que se me ocurriese hacer esto, de todos modos? Por lo general, Lena se había ido partes enteras del día durante la semana, pero los fines de semana solo habíamos sido ella y yo. O al menos así fueron los últimos dos fines de semana. Viendo que este fin de semana era diferente, me pregunté brevemente si tenía tiempo para ducharme. Caminé hacia el baño, quitándome la camisa en el camino. Las estrellas que se extendían por mi muslo me llamaron la atención en el espejo y me detuve.

Mis dedos rozaron la piel, el marcador, un leve chupetón, y de nuevo piel. Su escritura estaba en todo mi cuerpo. Me di la vuelta y miré por encima del hombro, temblando cuando vi las constelaciones que se curvaban en mi espalda. Sus labios habían seguido esas líneas. Podría dejarlas allí un poco más.

Mi teléfono sonó en la otra habitación. No era el remix de dubstep desagradablemente ruidoso al que Lena había cambiado mi tono de llamada para ella (porque tal vez habíamos follado particularmente bien con esa canción una vez, ¡una vez !) Pero pensé que debería responder de todos modos. Fruncí el ceño ante el número desconocido, luego toqué la pantalla.

"¿Hola?"

"Hola, ¿es Kara Zor-El?"

No reconocí la voz. "Uh, sí. ¿Puedo preguntar quién ...?

"Este es el Agente de Seguridad Brown de la Seguridad del Campus de Midvale. Ha habido una situación. Necesitamos que vengas a la estación a recoger a alguien.

"¿Recoger a quién?" ¿Quién o qué podría haber hecho para molestar a la policía del campus? El hombre al otro lado de la llamada suspiró profundamente y continuó, más despacio.

"¿Eres responsable de una Lena Luthor?"

"¿Responsable de ella?" Casi me reí. Nadie era responsable de esa mujer.

"Ella la tiene como su contacto de emergencia y no podemos liberarla sin la firma de una parte responsable", dijo el diputado.

Esa vez definitivamente me reí. "Dios mío, atrapada por la policía del campus. ¿Que hizo ella?"

"Esto no es gracioso", murmuró el hombre. Cuando escuché atentamente pude escuchar a Lena gritarle a alguien en el fondo. "Por favor", dijo, sonando menos agrupado por segundo, "alguien necesita firmar para que podamos liberarla".

Sacudí mi cabeza. Ya casi podía sentir el dolor de cabeza por tensión. Y aquí me estaba preparando para un gran "gracias". Esa chica me la iba a deber ahora, a lo grande. Empecé a ponerme los pantalones.

"Voy en camino."

"¡No pueden retenerme aquí!" La voz de Lena resonó por el pasillo y los hombros del señor Brown se desplomaron un poco más mientras me dirigía por el pasillo hacia el ruido. "Tengo derechos como ciudadana, que siguen siendo mis derechos sobre la propiedad privada. ¡No dudaré de demandar a este Campus! Sólo porque ustedes piensan que rompí algunas reglas..."