La sobrina de Volkov

19. No soy él

Narra ____

Estaba sentada en la parte trasera de la furgoneta, cuando vi que los secuestradores iban a proceder a quitarse el pasamontañas.

- Pues vaya secuestradores de mierda que sois, que me vais a mostrar vuestra identidad. Habéis perdido práctica chicos. ¿Sabéis que yo podría denunciaros por secuestro si veo quién sois? - les ayudé, para que se lo pensaran dos veces. - Sois nuevos, ¿verdad?

- ¿Y tú sabes que podrían haberte matado?, ¿qué coño te pasa? ¿Cómo se te ocurre subir así como así en un coche desconocido? ¡Que podrían haberte secuestrado! - la voz provenía del conductor y me era muy familiar. Al mirar, me encontré con mi tío conduciendo.

- ¿Viktor? ¿Qué coño hacéis? - dije mirando a los chicos con los que había subido al coche. Ya se habían quitado las máscaras, eran Leónidas y Torrente.

- El superintendente te puso en busca y captura.

- ¿Por? ¿Porque le dejé plantado? - los que estaban a mi lado hicieron ruidos ante lo dicho.

- Porque estabas a su cargo, te fuiste sin decir a dónde y salió a buscarte pero no te encontraba.

- ¡¿A su cargo?! Qué soy, ¿una niña pequeña? Ese tío me tiene hasta los cojones. - ya estaba muy enfadada. - Para el coche y déjame bajar. - le indiqué firme.

- No pienso hacer eso. Te voy a dejar en casa. - dijo con un tono elevado.

- ¡Que pares el puto coche! - este aparcó a un lado de la carretera, se giró hacia mi y, sin darme tiempo a reaccionar, me dio un tortazo. Yo no me atreví a replicarle.

- ¡Te dije que aquí no va a ser lo que tu quieras! Y ahora no te quiero oír ni una palabra en todo el puto camino, ¿entendido? - se giró para seguir conduciendo. Yo solo miraba al suelo.

Narra Volkov

- Llegamos. Baja.

- Pero esto no es tu casa, es la comisaría.

- Creo que eso lo sé. - dije borde. Se bajó del coche y me dirigí hacia ella para esposarla.

- ¿Y esto por qué?, si no he hecho nada malo. - No quise responderle. Fui yo primero en dirección a nuestro nuevo destino, y ella caminó detrás de mi, junto con los dos agentes. 

- Espera aquí. - le ordené dejándola cerca del despacho del superintendente. 

Narra ____

Me dejaron ahí tirada, esperando, al lado de un sitio clave, y como yo soy muy curiosa, no pude evitarlo: me asomé cuidadosamente para ver si había alguien, pero con sigilo para que no me vieran.

- ¿Cómo se me pudo ocurrir?, ¡joder! - vi a un Conway triste, con los codos apoyados sobre la mesa, y las manos en la cabeza. Al decir esta última palabra, dio un golpe, así que, por miedo, volví al sitio donde me habían dejado. A los minutos, vi llegar a mi tío.

- Vamos, sígueme. - le perseguí por todas las instalaciones de la comisaría hasta llegar a una celda vacía. - Vas a pasar la noche aquí.

- ¡¿Qué?! ¡¿Por qué?!

- Para que pienses en lo que ha pasado. Además, una vez al año, no hace daño, aunque en tu caso no sea una por año. - me metió dentro, me desesposó, salió y me dejó allí, encerrada. No me quedó de otra que acostarme en la pequeña cama y esperar a que pasara el tiempo.