28. Casi

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Narra Conway

- ¡No me lo puedo creer! - se acercaba echando humo. - Menudos hijos de puta.

- ¿Preparado? - ____ me miró y me dio la mano.

- A ver qué pasa, muñeca.

- ¡Conway!

- Ahí viene. - le dije a la chica en un tono burlón.

- Hay que poner orden en esta puta comisaría ya. La mayoría de los agentes hacen lo que les sale de los huevos, no acuden a las alertas. Ahora mismo se está produciendo un 10-31 y no hay policías... ¿Qué hacéis? - se paró en seco, mirando a nuestras manos unidas. Los tres nos miramos extrañados unos a otros. Nosotros porque no sabíamos con certeza si sabía lo que había pasado, y él, supongo que por nuestra muestra de afecto.

- Nada. - me soltó esta.

- Lo dicho. - volvió  a mirarme. - ¿Puedes entrar a ahí dentro y dar cuatro porrazos a cada uno?

- Detrás de usted. - hice un gesto educado con la mano.

- ¿No sabe nada? - se colgó la pequeña de mi brazo mientras caminábamos detrás de su tío.

- Eso parece. - me sorprendí un poco.

Narra Volkov

Conway encendió la radio y llamó a toda la malla.

- A ver, mariconttis, ¿me podéis explicar dónde coño estáis? Porque yo veo alertas y ni un puto agente en servicio, joder. - gritó.

- Están todos ocupados, señor. - le respondió Grecco. - En comisaría no queda nadie libre.

- Creo que ha llegado el día que todos temíamos. - se dirigió a mi. Yo suspiré y puse cara de miedo. ___ no entendía nada. Ambos la miramos y le dijimos a la vez:

- Ármate. - necesitábamos mínimo ser tres para acudir. Ella automáticamente sonrió.

- Ven conmigo, te daré lo necesario. - me dirigí a mi sobrina. Dejamos a Jack solo y nos fuimos a la armería y los vestuarios. - Una cosa. - le entregué el uniforme necesario para ese momento. - ¿Qué te traes entre manos con el super?

- ¿Y-yo? - estaba nerviosa, incómoda. Algo había.

- No, yo. - me burlé.

- Oye, quién sabe. A lo mejor te gustan maduritos. - intentó cambiar de tema.

- No te desvíes, ____. ¿Sí o no? Solo quiero saber, para que no me coja por sorpresa.

- Claro que no. ¿Cómo voy a tener algo yo con ese hombre? Ni se me ocurriría. ¿Has visto como me trata?- habló rápido, sin pensar, era algo sospechoso.

- Si tú lo dices. - rondé los ojos terminando de entregarle sus armas. - Vamos, el crimen nos espera. - una vez en el patrulla, Conway conducía el suyo, y yo iba en otro junto con mi sobrina de copiloto, ya que teníamos que dejar sitios libres por si habían detenciones. 

- ¿A qué acudimos exactamente? - miraba por la ventana.

- Otro atraco en la joyería.

- ¿Otro?

- Sí, suceden bastante menudo.

- Vaya... ¿y voy a poder disparar? - sonrió como una niña pequeña.

- Se intentará evitarlo.

- Vale. - se cruzó de brazos e hizo pucheros. 

Narra ____

Al llegar, bajamos para hacer perímetro, y el super se acercó a mi.

- ¿Nerviosa?

- No es mi primera vez. - hablé segura.

-  ¿Has acudido a más atracos? ¿Fuiste policía también, o qué, muñeca?



La sobrina de VolkovDonde viven las historias. Descúbrelo ahora