descendent

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hoy era otra de esas noches.

estabas algo dormida, pero a la vez bastante consciente, el mal sueño que te había descolocado hace unos minutos no te había dejado pegar ojo en lo que suponías era la madrugada.

apretaste tu rostro contra la mullida almohada y de nuevo, comenzaste a pensar demasiado.
pero fue totalmente distinto esta vez; esta vez pensabas en mamá.

la habías escuchado millones de veces, podrías decir que la conocías, sabías su modus operandi, y llegaste a la conclusión de que, emocionalmente, y en carácter, eran las mismas.

comenzaste anotar las similitudes en la forma en las que hablaban, maneras de pensar y demás, sin embargo, notabas que eran casi idénticas en cuanto a sentir y crisis emocionales. no era bueno.

no podías dejar de oír su voz diciéndote lo mucho que deseabas desprestigiarla y hacerla ver como la peor. por supuesto que no lo veías así.

era simplemente que, no era un secreto que estabas en un estado mental precario y malo para ser joven y activa. y de nuevo, pensaste.

¿sería posible que pudiese haberme criado para tener los mismos problemas que ella?

querías sanar, y hablar.

si era imposible hablar con mamá, ¿por qué te reclamaba el que hablaras con alguien más? ¿realmente debías quedarte callada?

sólo darle la espalda al problema y dejar que pasara, ya lo habías hecho, y ha sido una de tus peores decisiones.

ahora eras una mujer sin ambiciones, sin emoción de vivir y sin incentivos para buscar la vida monótona y aburrida que todos parecían querer conseguir.

si te hubiesen dado a elegir entre nacer y no hacerlo, preferirías no hacerlo.

o aunque sea, no existir, estar en un tipo de modo preliminar, donde seas tú quien mire y se la pasase vagando. no problemas, no quejas, no dolores de corazón, ni estrés innecesario.

cada día sentías que morías un poco más por dentro, cada lágrima te rompía más y cada depresión en la noche era más fuerte.

no supiste en qué punto estabas llorando, pero tu pecho dolía como de costumbre, y hoseok no estaba para arrullarte como lo había hecho sin peros tantas noches.

no sabías lo que era la felicidad, pero lo ansiabas tanto.

ansiabas sentirte plena en tantos sentidos, sentirte libre, cómoda y... feliz.

eras una descendiente del dolor. creada para llorar, criada para sufrir.

beso de nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora