Bad Vibes - Carlisle Cullen EDITANDO

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Capítulo Diez:
La verdad Revelada

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Edward manejaba de manera temeraria, lo que dejaba a Bella visiblemente asustada. En lo personal, ya estaba acostumbrada a su exceso de velocidad, así que no me afectaba demasiado. Durante el viaje hacia el restaurante, Bella y Edward estaban inmersos en una conversación de la que yo estaba totalmente excluida, como si estuvieran en su propio mundo.

Al llegar al restaurante, nos despedimos de ellos, así como también de las chicas que salían del auto con nosotros. Apurada por llegar a la tienda de mi madre antes de que cerrara, caminé velozmente por la calle. Cuando finalmente llegué, vi que mi madre estaba cerrando la tienda.

—Oh, cariño, ¿pensé que irías a la casa de los Cullen?— preguntó mi madre cuando me vio.

—Sí, iré. Solo vine por el auto—respondí con una sonrisa, aliviada de haber llegado a tiempo. —Llegaré alrededor de las 10, y para que estés más tranquila, le diré a Alice o Rosalie que me acompañen hasta casa.

Ella asintió y se subió a su Mercedes. Caminé hasta mi auto y me subí, emprendiendo el camino hacia la casa de los Cullen. Mientras pasaba por la estación de policía, noté una gran conmoción. Me preocupé al ver el auto de mi tío allí, así que estacioné y bajé corriendo hacia la estación, donde vi a Charlie bastante decaído, lo que me causó aún más preocupación.

—¿Tío, estás bien?—lo envolví en un abrazo al que él correspondió—. ¿Qué pasó?

—Ah, Waylon fue atacado por un animal—dijo con tristeza—. Fuimos amigos durante casi 30 años.

—Lo siento mucho, tío—respondí, acariciando su brazo en un gesto de consuelo.

—Está bien, encontraré al culpable de esto—me miró con una pequeña sonrisa—. Deberías volver a casa.

Asentí y me despedí de Charlie. Cuando salí de la estación, no me percaté de la presencia de Carlisle detrás de mí hasta que vi a Edward y Bella acercándose.

—Carlisle, ¿qué está pasando?—preguntó Edward. Me di la vuelta y lo vi con un semblante serio.

—Waylon fue encontrado en un bote cerca de su casa. Solo examiné su cuerpo—suspiró él.

—¿Murió?—preguntó Bella con tristeza. Carlisle asintió con la cabeza—. ¿Cómo?

—Fue un ataque animal—respondí con la voz entrecortada. Carlisle, Edward y yo compartimos una mirada, a la que Bella no se dio cuenta.

—¿Fue el mismo que mató a ese guardia de seguridad?—presionó Bella.

—Lo más probable—respondió Carlisle.

—Se está acercando a la ciudad si...

—Deberías ir con Charlie, Bella. Está muy devastado, aunque no lo demuestre—la interrumpí, a lo que ella asintió, caminando hacia dentro de la estación.

Carlisle suspiró, con un gesto preocupado en su rostro.

—Es una situación complicada. Necesitaremos estar atentos.

—Haremos todo lo que esté en nuestras manos para proteger a la ciudad—Edward comenro con una mirada de determinación.

Con un nudo en el estómago, me di cuenta de que estábamos enfrentando algo mucho más peligroso de lo que habíamos imaginado. La tensión y el miedo se mezclaban en mi mente, causándome una intensa jaqueca que me obligó a cerrar los ojos para intentar mitigarla.