122.-

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Buenas tardes, mi nombre es Kim Taehyung y estoy buscando al señor-

No. Así no.

Buenas tardes, ¿se encuentra el señor-?

No.

Tengo una cita con-

No, eso ni siquiera suena formal.

Soy Kim Taehyung, vengo de-

—¿Señor Kim? Hemos llegado a su destino. —La voz del conductor lo hizo salir de sus pensamientos, provocando que volteara a verlo con los ojos ligeramente abiertos, expresando la sorpresa que sentía.

—Muchas gracias por su servicio. —Agradeció con una sonrisa nerviosa, inclinando su cabeza ligeramente hacia adelante a manera de respeto hacia el mayor, procediendo a bajar del vehículo.

Y eso era todo. Era como si el vehículo se hubiera llevado lo último que lo conectaba con su hogar, con su ciudad, con el señor Kang, quien amablemente había puesto aquel coche a su disposición, ni hablar de su nuevo departamento y la liquidación que le había dado cuando lo despidió. Aquel recuerdo lo hizo sonreír fugazmente. Cómo iba a olvidar el susto que le dio aquel hombre cuando le dijo que lo despedía justo después de aceptar el tan mencionado trabajo en Seoul, pero no lo culpen, su jefe nunca compartió el plan que tenía detrás de su despido, pues el señor Kang mantuvo su palabra cuando le dijo que él se encargaría de todos los gastos de su traslado de Daegu a Seoul, y así lo hizo. Su plan siempre fue despedirlo para así poderle hacer entrega de su liquidación laboral, pues sabía que Taehyung iba a negarse completamente a aceptar cualquier tipo de sustento económico de parte de su jefe si no era gracias a su trabajo. Le conocía muy bien, ¿y cómo no hacerlo si conoció a Taehyung desde que tenía 5 años? Lo vio crecer y convertirse en el hombre que era hoy en día. Fue el señor Kang quien se encargó de sus estudios, quien lo animó a seguir sus sueños y estuvo presente en su graduación, aquella dónde dijo adiós a la universidad a una temprana edad al graduarse con honores. Era como su hijo, y Taehyung lo consideraba su padre.

Un nudo se formó en su garganta, haciendo que apretara entre sus manos el folder que sostenía entre las mismas, no podía permitirse llorar, no ahora. Ni aunque hubiera dejado todo en Daegu, la ciudad que lo vio crecer, donde se encontraba la persona que más lo había influenciado y apoyado en toda su vida.

Okay. Puedes llorar, pero poquito.

Tengo una cita con mi nuevo jefe en diez minutos. No puedo llorar.

Si puedes.

No.

Que sí, es normal llorar. No reprimas tus emociones.

Imagínate lo que pensarían de mi-

—Disculpa. —Pidieron en apuro al sentir como sus cuerpos chocaban uno contra el otro, provocando que su mirada inmediatamente viajara a la persona que hablaba, quien le dedicó una sonrisa apenada antes de seguir su camino hacia el interior del edificio.

Muévete de aquí, estás todo tieso.

No me digas qué hacer.

Suspiró y re-ajustó su corbata, sentía que se ahogaba y tenía la boca seca gracias a los nervios que sentía en ese momento. Nunca había ido a una entrevista de trabajo, ni mucho menos a una del otro lado del país, sólo y sin experiencia. El señor Kang lo contrató en cuanto recibió su título universitario, sin entrevistas y preguntas incómodas, ¿qué debía esperar ahora? Nunca había asistido a las juntas con los inversionistas de su antiguo trabajo, de eso se encargaba el señor Kang, no tenía experiencia en comunicación con otras personas, ni siquiera sabía qué decir, hacer o tan si quiera cómo moverse, ¿y si hace algo que los insulte? Lo último que necesita es decepcionarlos, si bien ya no trabaja para su antigua empresa, sigue siendo la imagen recomendada de la misma, tiene que mantener postura, así que sus nervios eran válidos.

¿Qué puede salir mal?

Todo.

Gracias.

El señor Kang ni siquiera le había explicado su trabajo en sí o para que empresa trabajaría, había ido a ciegas. Que estúpido. Esa era la confianza que le tenia, nunca había hecho algo que afectara su vida de una manera negativa, pero no entendía el misterio detrás de todo. La emoción e insistencia del señor Kang lo habían enternecido un poco, no iba a mentir. Normalmente le pedía ayuda con archivos perdidos o para redactar una carta, pero en esta ocasión la insistencia y sonrisas traviesas que le había dado en la última junta solo lo habían confundido un poco, pero de alguna manera logró convencerlo. Confiaba en él.

Por eso estaba ahí, dirigiéndose con paso seguro hacia la entrada del aquel intimidante edificio.  Su vista se paseaba con curiosidad y nervios por toda la fachada del lugar, pero el nombre de la empresa no estaba en ningún lado, no tenía sentido. ¿En qué se estaba metiendo? Esta era probablemente la aventura más loca de su vida, no era una persona extrovertida, le gustaba quedarse en casa hablando con sus amigos por medio de mensajes de texto o videollamadas, tampoco era de tener muchos amigos que vivieran cerca de él, pero sinceramente no los necesitaba, no cuando sus dos mejores amigos ocupaban el puesto que cualquiera otra persona pudiera llenar algún día, eran incomparables y también inseparables, prefería pasar la noche en casa viendo una película y pidiendo su comida favorita a domicilio, para después descansar e ir a trabajar con el señor Kang, ellos eran su familia.

El aire helado del interior del edificio provocó que su piel se erizara y buscara con la mirada a la persona encargada de la recepción, alguien que pudiera ayudarlo a encontrar su destino. El lugar era más grande de lo que aparentaba, su decoración era minimalista en tonos blancos y negros, muy de su agrado, lo hacía sentir un poco más tranquilo.

—¿Kim Taehyung? —Una desconocida voz le llamó antes de llegar a su destino, provocando que su cabeza girara por instinto en busca de la fuente de aquel sonido, quedándose completamente helado cuando sus ojos se encontraron con los del contrario, causando que su cuerpo se pusiera rígido, podía sentir perfectamente como su garganta se cerraba y su corazón paraba por un segundo. —Mucho gusto. —Dijo a manera de saludo, acercándose con paso confiado hacia el, sus labios adornados con una cálida sonrisa que en lugar de tranquilizarlo solo provocó que su piel se erizara. — Soy Kim Seokjin, tu nuevo jefe.

Te dije que lloraras antes de entrar.

¿Qué hice? (Taegi/Yoontae AU)Where stories live. Discover now