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𝐀𝐍𝐓𝐄𝐒 de nada, he decidido saltarme el segundo año ya que es casi igual que el primero y pues no pasan muchas cosas interesantes.
𝐃𝐚𝐧𝐢𝐞𝐥𝐥𝐞pov's El verano se pasó rapidísimo, ya era septiembre y me encontraba en el Callejón Diagon con mi madre ya que quedaban dos días para empezar el 3er año en Hogwarts y me venía pequeña la túnica, así que habíamos venido a comprarme una nueva.
Entramos a Madam Malkin, el olor a perfume de abuela inundó mis fosas nasales, tenía ganas de vomitar.
La mujer mayor nos atendió y fue a por un metro para tomarme las medidas, mientras yo cogí un caramelo que había en una cesta en el mostrador, me gané una mirada de mi madre como diciendo "¿enserio Danielle?" yo le sonreí inocente mientras ella negaba cansada, pero no dijo nada ya que Madam Malkin se aproximaba a nosotras con un metro de tela.
Me hizo subirme en una especie de plataforma para estar más alta, aunque yo no era muy bajita, tampoco era muy alta, simplemente medía lo normal para mi edad lo cual tampoco me disgustaba porque no me gustaba ser bajita, como era la pequeña de mi familia todos me apodaban como "pequeña" o a veces mi primo, que es un año más grande que yo ,WOW UN AÑO, él me decía enana, pero ahora ya puedo demostrar que he crecido.
De tanto pensar no me di cuenta de lo que estaba pasando a mi alrededor hasta que algo me dio un pinchazo en el brazo, regresé al mundo real y me di cuenta de que la señora de la tienda me había pinchado con un alfiler.
-Auch- dije y aparté el brazo limpiando la gotita de sangre que había donde me había pinchado. -Lo siento, trae el brazo aquí- dijo la señora como si no acabara de pinchar a alguien. -No me pinche otra vez- le dije, mi madre me miró mal por mi actitud y yo le volví a sonreír inocente, se que solo era un pinchacito de nada y ni siquiera me había dolido pero me encantaba sacar a mi madre de quicio, ya que ella me sacaba de quicio a mi con eso de que yo era una señorita y me tenía que comportar como tal.
Mi madre y yo siempre nos habíamos llevado bien, pero mi padre le había comido el coco con eso de la sangre pura y de que nuestra familia era superior. Cuando me informaron sobre lo del compromiso me di cuenta de como eran los dos de verdad, Don Perfecto y Doña Perfecta viviendo en su perfecta casa con sus perfectos dos hijos a los cuales han comprometido por mantener la sangre pura y no por amor.
Mi madre me regañó internamente cuando me volví a quejar del incidente de Madam Malkin, me estaba durmiendo de pie cuando se escuchó la puerta de la tienda abrirse, yo como cotilla que soy asomé la cabeza y vi entrar a Draco y a su madre.
