C21 ➳ "Sabor a muerte."

68 15 0
                                    

ANTEROS

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

ANTEROS.

   El sol se refleja en mis alas, alzadas al aire mientras observo la ciudad de lejos desde una colina. Descansando. Un dolor yaciente en la espalda no me permite la comodidad, pero intento ignorarlo.

   El dolor es causado por el mal dormir en la habitación de Gea, sentado en una silla y recostado de vez en cuando en la pared. Todas las noches cuando la observo, la veo dormir y quejarse, a veces me llama en sueños. Otras se despierta buscándome. No puedo acostarme a su lado porque se daría cuenta de mi presencia.

  La veo quejarse de por qué no le dirijo otra palabra, asegurándose de que no eran aquellos gestos producto de su imaginación. A veces se asusta con la idea de estar delirando.

   No puedo quedarme viéndola todo el día, debo vengar a los amores no correspondidos, los amores irresponsables que día a día junta Eros. A veces también lo veo distraído, pero esto ocasiona más desastres. Sin pensar, Eros es más arrebatado para sus decisiones.

   A veces intento contactar a los Dioses, ninguno contesta cuando lo hago. Seguramente no lo harán.

   A veces detengo hombres sádicos, asquerosos. También violaciones, lamentablemente no todas de ellas. Posterior a esto busco sus amores correspondidos para que no sufran nunca más.

   Encontrando humanos destrozados con el corazón roto, me recuerdo a los primeros días cuando coincidí con Gea. Eros estaba a punto de destruir un amor al que yo he unido, Franchesco y Ariana. Dos compañeros de clase de Gea.

   Semanas anteriores había estudiado su cercanía, y aunque Franchesco y Gea tenían atracción mutua, no era lo suficiente para unirse uno al otro. La relación se desvanecería y podrían incluso perder el chance de conocer a sus verdaderos amores.

   Recuerdo aquella vez cuando detuve a Eros al intentar flecharlo, poco después apareció Gea. Me miró fijamente durante unos segundos mientras amenazaba a Eros sobre lo que estaba haciendo. Advirtiéndole del desastre que provocaría. Gea despertó su curiosidad en mí, y luego fui yo el que se dejó llevar por la curiosidad.

   Pasé muchas horas observándola, intentando conseguirle un amor que la complazca, aquel que la acompañe en sus días más solos. Un amor que le encienda y no le queme, con el que se sienta a gusto y en paz. La cuidé de malas intenciones, pero fallé en una. Casi muere por mi culpa. Debí cuidarla mejor, no debí despegarme de ella cuando sabía que estaba siendo observada por un tercero.

   Aún mi cuerpo se eriza ante el pensamiento desesperante. El dejar que muriese por otro desastre al que no pude detener a tiempo. Todos los días que Gea estuvo secuestrada, me sumí en desesperación y busqué la manera de sacarla de allí. Los Dioses no me respondieron a mis suplicas, y me arriesgué por salvarla. Me mostré ante aquellos sujetos y en el momento en que la saqué en mis brazos supe que no podía dejarla sola de nuevo.

Un amor de arco y flechas.Where stories live. Discover now