Prólogo

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[...Se usa la metáfora del efecto mariposa como recordatorio de que todo acción de hoy, es tu consecuencia de mañana...]

La noche era temerosa, los crujidos de las ramas de los árboles, los pequeños animales nocturnos haciendo sonidos para comunicarse, la manera en la que el viento susurraba su nombre, el sonido de los pasos avanzando por las oscuras y temerosas calles de París, estaba perdida pero no físicamente, sino de pensamientos.

Decidió cambiar su perspectiva y personalidad, decidió ser alguien más, decidió presionar el botón de reiniciar, decidió ser aquello que creyó que aquel rubio podría gustar.

Se perdió, de cuerpo, de corazón, de pensamientos, solo ella y la soledad, sin preocuparse de nada, solo ella y su corazón roto, si bien acepto dejar ir a su amor, pensó en darse una última oportunidad de intentar.

Pasos cerca de ella la hicieron levantar la vista, encontrando así a aquella chica que alguna vez le juro hacerle la vida imposible, aquella castaña de ojos verdes, mentirosa como nadie más.

—¿Qué haces a estas horas de la noche totalmente sola Marinette? —preguntó fingiendo interés en la azabache.

—Vete de aquí Lila —hizo esfuerzo por sonar lo más firme y fuerte que pudiera, hizo afán de no demostrar todos los sentimientos y confusiones que inundaban su mente y corazón.

—Se qué estás rota...no lo trates de ocultar—canturreó a su lado— Si bien tenemos nuestras diferencias, te quiero ayudar.

— ¿Tú? ¿Ayudarme? Invéntate otra mentira — la castaña rodó los ojos e hizo caso omiso a lo mencionado, se sentó junto a ella en aquella banca fría y sucia, quitándose la maleta que traía con ella y sacando materiales de manualidades, y un tabique— ¿Qué son esas cosas?

—Una vez en uno de mis viajes a Achoo, leí que una manera de deshacerse de la tristeza y dolor, es expresarlo en arte y que mejor lugar que este Marinette, desquita tu furia y dolor interno y demuéstrale a Adrien cuan ruda y fuerte puedes ser.

La castaña tomo con fuerza a la pelinegra obligándola a levantarse de la banca, la rodeo y quedo detrás de ella.

—No caeré en tus sucias ramas Lila, no necesito demostrar nada —dijo aguantándose las ganas de llorar y deshacerse de ese dolor en su pecho.

—Pero quieres —empezó susurrando en su oído desde atrás —demuéstrate a ti misma de que eres capaz, explora esa parte que te dice cuan mala puedes ser, cuan segura de ti puedes, cuan fuerte, capaz, y digna de Adrien puedes ser...así le gustan a Adrien, dignas de él, fuertes y capaces, mucho más que cualquier chiquilla como tú que busca atención faltando a clases y escapando de su casa por una noche, siempre dudas Marinette, Kagami no duda nunca.

Silencio, lagrimas silenciosas descendían por la mejilla de Marinette, era cierto, a Adrien le gustaban las chicas fuertes y capaces, no una chica torpe ni ridícula, sus pensamientos estaban siendo nublados, la verdad es que ya no pensaba.

Acarició sus brazos con temor, no quería estar con Lila, no quería estar junto a la chica que la intimidado. Incluso se sentía estúpida, muy en el fondo sabía que su enamoramiento hacia Adrien se había convertido en una obsesión por buscar un rastro de felicidad. Por sí, pensar en Adrien formaba una sonrisa en su rostro.

Pero mientras ella sonríe por él, él sonríe por alguien más.

—¡Demuéstralo! —gritó Lila lanzando el tabique dando justo en un farol de luz destruyéndolo así, logrando que todo el cristal quedara tirado en el piso.

Marinette se sentía frágil e intimidada, luego de eso ya no sintió la presencia de aquella chica mentirosa, se tiró al piso a llorar y pensar porque todo le pasaba a ella, el ser la guardiana era un peso encima, el ser Ladybug era otro encima, el tener que decir mentiras o inventar excusas para salvar a París cada día, el fingir una sonrisa, el fingir que estaba bien, todo era tan difícil, el perder al amor de su vida de esa manera tan rápido, el haber sido tan cobarde para no confesarle sus sentimientos.

Se levantó limpiando sus lágrimas y tomó la pintura que aquella chica le dejó en la banca, no sabía cómo, pero sus manos simplemente empezaron a moverse en el suelo rasposo de esta conocida plaza, colores fuertes y fosforescentes eran colocados creando una obra maestra alrededor de una palabra, una palabra que a ella le encantaba, una palabra que la describiría en algún punto de su vida.

Luminiscencia

La fuente que se encontraba ahí también fue lienzo para la azabache, dibujando puntos y comas en la parte baja de esta. 

Por que en esos momentos ella no estaba pensando, porque en estos momentos, ella no era consciente de lo que hacía, porque en esos momentos, ella estaba cegada por un amor y admiración enfermizo hacia alguien que se había encargado de idealizar, porque estaba cegada por todas las responsabilidades que estaban en su hombro a una temprana edad, porque para ella era difícil tener que fingir que estaba bien, cuando no.

Porque el simple hecho de querer explorar de que era capaz, porque el hecho de querer demostrar que no solo podía ser torpe o insegura, porque a una parte de ella le encantaba lo que estaba haciendo, porque estaba haciendo algo increíble, porque se estaba dejando llevar por el coraje y dolor de su interior.

El sonido de unas sirenas la hicieron regresar a la realidad, se levantó asustada del suelo mirando sus manos manchadas de pintura y visualizo la magnífica y catastrófica obra de arte que su enojo y dolor habían creado, eso era un delito.

—¿Marinette? —preguntó una voz masculina con una linterna acercándose a aquella escena que le traería problemas.

•••••

Luminiscencia: Propiedad de un cuerpo de emitir una luz débil pero visible en la oscuridad.

Punto y coma: En la vida a veces parece que te has detenido pero lo que importa es tu determinación para seguir adelante.

Just a friend [MLB] #1 ✔︎Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang