Luces de colores por toda la discoteca, personas por aquí, personas acá, unas bailando como unos locos, otros llorando, y otros casi cogiendo en medio de la pista.
Una canción retumbaba por todas partes, algo que solía estresarlo a veces, pero hoy, hoy solo tenía en su cabeza la vergüenza que le estaba haciendo pasar su ya no amiga, trayendolo hasta allí.
Sintio varias miradas mientras caminaba hasta la barra, sin decir ni una sola palabra camino más rápido, sintiendo en el transcurso varios silbidos de hombres con los que sin querer se cruzaba.
—Eso sentimos las chicas, ahora aguanta. —Jalo de su brazo más fuerte, haciendo que por poco casi cayera al piso. Cuando llegaron a la barra, solo estaban dos de sus amigos, hablando de quien sabe que cosa.
—¡Hola! —Se acerco a Ralf y planto un casto en su mejilla— ¿Que hacen?.
—Nada, hace rato baile con una chica pero se perdió por ahí. —Menciono Jean, poniendo uno de sus codos en la mesa.
—Oh, bueno. Ya que están, les quería presentar a mi amiga. —Sonrio y señalo a Libardo parado al frente de ellos, este por alguna razón se estaba lamiendo el labial que con tanto esfuerzo le había puesto Darian. Esta se acercó y golpeó disimuladamente su brazo, haciendo que este los mirara.
Libardo iba a hablar y fingir una extraña voz femenina, pero justo antes Darian lo interrumpio— ¡Se llama Lili!, Y es muda. Solamente escucha. —Sonrio nerviosa. Libardo la miro confundido.
—Oh, bueno, Lili, soy Jean. —El pelinegro le extendió su mano, Libardo solo se quedó ahí parado sin saber que hacer, hasta que Darian le dio un leve golpe en el brazo para que se acercara Jean, este lo hizo y estreno su mano.
—Yo soy Marco o Ralf, como me quieras llamar. —El nombrado solo entendió su mano hacia él.
—Y bueno... —Darian tomo asiento entre los dos chicos, y Libardo como pudo se sento en la silla que estaba alado de Jean— ¿Que hacen?
—Naim y Orson se fueron a bailar y nosotros estamos aburrido, bueno yo, la chica con la que estaba bailando casualmente se tuvo que ir urgentemente al baño. —Hizo comillas en la última frase.
—Oh bueno... Si quieres puedes bailar con Lili. —Le guiño un ojo al nombrado, Libardo levanto la vista enseguida y la miro desconcertado. Quería decir algo, pero claro, casualmente es muda.
—¿Enserio? —Esta vez miro a la chica a su lado.
Estaba apunto de negarse pero Darian volvió a hablar— Si, dale Lili, no seas fresa. —Le hizo una seña con sus ojos mientras Jean no lo veía, pero después cuando giro sonrio disimuladamente.
—Ya, es que le da pena, es que es medio fresa. —Le guiño un ojo a ambos chicos. Libardo se paró y la jalo del brazo, no sin antes darle una seña a los chicos haciendo entender que iba a hablar con ella. Llevandosela lejos de ellos.
Jean miro unos segundos a donde se fueron las chicas y después miro a Ralf— Siento que ya e visto a esa chica antes.
—Si, yo también. Tiene un extraño parecido a Libardo.
—Idiota. —Solto una corta carcajada.
Libardo llevo a Darian lo más lejos posible fuera de la mirada de los dos en la barra— ¿Te volviste loca?, ¡Como mierda piensas que voy a bailar con Jean!
—Calma chikistrikis. —Acomodo un poco su peluca— Tu fuiste el que perdió la apuesta, ahora, ve y le meneas ese culo a Jean. —Lo señaló, este lo miro abriendo su boca ofendido.
—Eso no era parte del trato. —Se cruzo de brazos.
—Lo se. Pero tú fuiste él que perdió, así que ve y te le meneas a Jean o mañana también te obligo a vestirte de mujer. —Sonrio con malisia. Libardo suspiro resignado, no había que más hacer, a menos que saliera corriendo en ese instante, pero no serviría de mucho ya que ambos viven en la misma casa.
—Ok. —Balbuceo. Darian celebró dando brinquitos en su lugar y aplaudiendo como una niña pequeña— Pero me las pagarás después de esto. —Se acomodo mejor falda y empezó a caminar hacia la barra de nuevo.
—Yo no fui la que perdí una apuesta. —Dijo por lo bajo soltando una risita.
Esto iba a ser muy divertido.
Nohe-
