Cena

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Al fin se terminó la semana más larga del que parece el mes más largo. Al fin se terminó enero.
Como Altaír había dicho, Slughorn dará una cena para un grupo selecto de alumnos, y no fue hasta hoy que el profesor me avisó.

-¿Por qué no empiezas a arreglarte? -me pregunta Rowan que también está invitada.

-Aún es temprano -respondo.

-No lo es -me contradice Lily-. En casi una hora tendremos que estar en su despacho.

Dejo pasar el tiempo mientras Lily me regaña, y no es decido levantarme de la cama hasta media hora más tarde.
Me meto en el baño, me aseo rápido y pinto mis ojos. Al salir me deshago del pijama que llevaba y me pongo el vestido.

-¡Lista! -digo-. Y no tardé ni diez minutos -me burlo.

-Mira que te gusta tener la razón -dice Lily negando con la cabeza.

Rowan, Lily y yo bajamos y vemos en la sala común al cuarteto de amigos. Potter se intenta acercar a Lily, pero esta me coge de la mano y me lleva casi a rastras escaleras abajo.

-¡ESPERADME! -grita Rowan corriendo detrás nuestra.

Cuando llegamos al pasillo que da al despacho de Slughorn, Lily me suelta y respira.

-¿A qué ha venido eso? -pregunto.

-Estoy harta de Potter -responde la pelirroja-. No hay persona más empalagosa y posesiva que él.

-Pero no ha hecho nada -dice Rowan.

-Se le veían las intenciones de lejos -dice Lily petando a la puerta del despacho.

Slughorn nos abre la puerta y nos invita a pasar. Dentro hay alumnos de las tres casas restantes.

-¿Tenemos que incluírnos en el grupo de esas serpietes? -pregunta Rowan con miedo-. No le caigo muy bien a Ismelda.

-Nadie le cae bien a Ismelda -respondo-. Si quieres podemos quedarnos aparte.

-Yo voy a saludar a Penny si no os importa -dice Lily.

-Adelante -digo-. No creo que nos movamos de aquí.

Lily se va hacia una chica rubia de ojos azules de la casa Hufflepuff y Rowan y yo nos quedamos solas mirando al aire.

-Tengo que contarte algo.

-¿El qué? -pregunto.

-Bueno, e-est-toy saliendo con Peter -dice en susurro y me empiezo a reir.

-Eso ya se sabía -digo-. No te preocupes, tu secreto está a salvo con nosotros.

-¿¡QUÉ!? ¿QUIÉN MÁS LO SABE?

Mierda... no puedo decirle que Altaír lo sabe porque empezará a hacer preguntas. ¡Bingo!

-Gaia -aparece de debajo de mi pelo-. La llevo siempre conmigo. Si no la ves es porque se duerme en mi nuca.

-¿Es el que te regaló tu padre? -pregunta-. ¡Qué envidia!

-Tiene ventajas tener un padre magizoólogo.

Poco después nos sentamos en la mesa y el profesor nos hizo preguntas aleatorias para romper el incómodo silencio, aunque sin éxito porque la tensión entre Slytherin con el resto de casas se puede cortar con un cuchillo de mantequilla.
Todos pusimos de nuestra parte por comer rápido y pirarnos corriendo a nuestras respectivas salas.

Sin embargo no me fui a la cama. A pesar de querer quitarme esta ropa y zapatos e irme a dormir, no pude. ¿Imagináis el motivo?

-¡Ven para aquí! -dice Black mientras tira de mi brazo haciendo que me siente entre él y Potter.

Altaír, ¿dónde estás?

-¡Ocupaaado! -grita desde lejos.

Necesito ayuda.

-Que te ayude tu churri.

Por favor...

-¡QUE ESTOY CAGANDO!

-Ese vestido te marca una cinturita de modelo -dice Black-. ¿Cuando puedo probarla?

-Nunca -respondo intentando levantarme.

-De aquí no te vas hasta que no hablemos contigo -dice Potter.

-¿Hablar de qué? -pregunto.

-Lunático -responden a la par.

-¿Le quieres? -pregunta Potter.

-Sí.

-¿Le dejarías por algún defecto que tuviera? -pregunta Black.

-No.

-¿Te gustaría ser su novia? -pregunta de nuevo Potter.

-Obviamente.

-Si le haces daño, me vengaré -amenaza Black.

-¿Por quién me tomas? -pregunto molesta.

-No hagas caso al ricitos -dice Potter-. Conseguiré que salga contigo.

-¡Ni se os ocurra meteros en medio! No necesito que jodáis lo poco que tengo con él. Si lo hacéis, me vengaré -digo mirando a Black.

Me levanto enfadada, subo y me tiro en mi cama.

-¿Cómo fue todo? -pregunta Altaír.

La cena una mierda de aburrida y la conversación con Potter y Black de lo más horrible.

-Bah, no te enf...

¡DEJA DE DERIR QUE NO ME ENFADE! ¿DESDE CUANDO CAGAN LOS FANTASMAS? A VECES PIENSO QUE NO ESTÁS MUERTO.

-¿Tienes la regla?

Sí. Ahora cállate y déjame... y dale de comer a Gaia.

-No quiero -dice cruzándose de brazos y le fulmino con la mirada haciendo que trague saliva ruidosamente-. Vale, ya voy...

Los Merodeadores (Remus Lupin y tú) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora