Semana Santa

14.8K 1.3K 760
                                    

Las benditas vacaciones de Semana Santa... unas vacaciones de lo más chachis teniendo en cuenta que mi padre me dió permiso de llevar a mi amiga Rowan a dormir un día y a Remus otro. Aunque lo de dormir aún está pendiente.

-¡QUE VIENE REMUS, QUE VIENE REMUS! -grita Altaír asomado por la ventana.

-¿Sólo es un amigo? -pregunta mi padre poniendo la mesa.

-Mejor amigo -respondo.

-Mentirosa -dice Altaír-. ¿Por qué no se lo dices?

-¿Mejor amigo? -pregunta mi padre levantando una ceja.

-Algo así -respondo.

-¿Es buen chico? -vuelve a preguntar.

-El mejor -responde Altaír.

-Sí -respondo.

-¿Entonces es tu novio? -pregunta mi padre de nuevo-. Es que te has puesto roja desde que empecé a hablar de él -dice riendo.

Iba a hablar, pero se escuchan golpes en la puerta y antes de que yo llegue, Altaír abre la puerta.

¡La madre que te trajo!

-De nada -responde Altaír haciéndome burla.

-Buenas -saluda Remus.

-Hol...

-¡Hola chaval! -mi padre aparece detrás mía y le saluda con unas palmaditas en el hombro.

Pasamos a la cocina, ambos un poco cortados, salvo mi padre y Altaír, y comemos en silencio. Después mi padre se va al trabajo y Remus y yo salimos al parque de en frente del edificio y nos sentamos en los columpios.

-Fue un poco incómoda la comida -digo-...

-La verdad es que sí, pero Altaír ya me contó por qué -responde riendo.

Saca del bolsillo una nota y me la da.

Tu suegro os ha pillado. Sabe de sobra que eres el novio. Ten cuidado con dónde pones las manos.

>>Estaba pegada a la mirilla de la puerta.

-A veces le odio.

-¡EEEEEH! -grita Altaír ofendido y lanzando una piña que esquivo.

-Que agresividad -dice Remus riendo.

Nos levantamos de los columpios porque ya no daba sombra y vamos a un banco de madera que hay entre los árboles.

Nos levantamos de los columpios porque ya no daba sombra y vamos a un banco de madera que hay entre los árboles

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-¿Qué te pasa? -pregunto al ver que me mira fijamente sin articular palabra.

-Solo pienso -responde.

-¿En qué?

-En lo afortunado que soy -dice agarrándome la mano-. Eres maravillosa.

-¿Os besáis ya o qué? -pregunta Altaír sentado en la rama de un árbol.

-Nunca sé muy bien como hacer esto -digo rascándome la nuca.

-¿Hacer qué? -pregunta Remus confuso.

-Como darte un beso. Aunque seas mi novio sigue dándome vergüenza -explico haciendo una mueca.

-Es fácil -responde aceráncose a mí y besándome en los labios-. ¿Satisfecha?

-Mucho -respondo sonriendo.

-Papá acaba de llegar a casa -dice Altaír.

¿Tan pronto?

-Quizá le fue mal en el trabajo... aunque lo dudo.

¿Por qué dices eso?

-Porque viene sonriendo.

-¿Hablando con Altaír? -pregunta Remus.

-¿Cómo lo sabes? -pregunto.

-Eres muy graciosa. Te quedas ausente mirando a un punto fijo -dice riendo-. Está anocheciendo y tengo que ir yendo a casa.

Nos levantamos y se despide con un beso. Luego subimos Altaír y yo por las escaleras, abro la puerta del piso y vamos a la cocina.

-¡He vuelto! -digo en tono alto al ver que no está en la cocina.

-Estoy en la habitación -grita mi padre.

Me acerco hasta ahí y le veo ordenando su armario.

-¿Qué haces? -pregunto.

-Ordenando mi habitación -responde contento.

-¿Te ha pasado algo guay?

-De lo mejor. He conocido a una chica, una bruja. Vino con un problema por un escarbato que se le había colado en su casa. Voy a quedar con ella en unos días para comer fuera.

-¿Y luego vendréis a tu cama? -pregunto seria.

-¿No te parece bien? -pregunta preocupado.

-Bueno, es tu vida... no es mi problema lo que hagas o no.

-No quiero que te enfades -dice sentandose al borde de su cama-. Solo es una amiga...

-Es una clienta -respondo seca-. Hace apenas dos meses que mamá murió.

-Solo quiero empezar de nuevo.

-Haz lo que quieras, pero no te esperances en que la trate como a una madre.

-Nunca tuviste una madre -responde-. Quizá ambos deberíamos...

-Paso, pero me alegro por ti.

Voy a mi habitación y después de ponerme el pijama me meto en la cama.

-¿Cómo crees que será? -pregunta Altaír-. ¿Y cómo se llama? ¿Será de aquí?

No me interesa.

-Claaaro... a ti sólo te interesan los licántropos rubios.

Los Merodeadores (Remus Lupin y tú) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora