12- Una última vez

9.1K 1K 1K
                                    

—Naruto— el rubio despertó al oír su nombre, su vista tardó un poco en enfocarse y pronto vió las nubes de diversos colores, donde estaba recostado era de un lindo amarillo como el sol mismo.

— Acaso... ¿Estoy muerto?— una risita se escuchó detrás suyo casi haciendo detener su corazón.

— muerto de estrés tal vez, pero físicamente sigues bien... Ha pasado mucho tiempo ¿No es así?— habló suavemente la voz, Naruto tuvo miedo de voltear y que todo fuera una cruel mentira de su mente, sus piernas temblaron y dudó hasta de respirar.

—¿Mamá?— de sus labios apenas y salieron esas palabras, sintió a la presencia acercarse más a él.

—¿Quién más podría ser?— inmediatamente volteó rodeando la joven figura de su madre en un cálido abrazo, Kushina lo estrechó de igual manera dejando un beso en su frente.

— te has vuelto más viejo que yo-ttebane, aunque sigues siendo muy guapo, eres todo un hombre hecho y derecho—

— te he extrañado tanto a ti y a papá, todos los días pienso en ustedes, no sabes la falta que me hacen, ojalá hubieras conocido a Himawari, es igual a ti— rió al recordar su ceremonia de ascenso.

— puedo imaginarlo, pero creo que no volví para eso, ¿Que te ocurre,  Naruto?—

En algún momento se sentaron el piso, Kushina se veía exactamente igual a la última vez que la vió, su largo y hermoso pelo rojo, aquella sonrisa maternal que tantas veces deseó ver y sus ojos llenos de amor.

— te vas a reír—

— estoy aquí para apoyarte hijo, no para hacerte sentir mal, puedes confiar en mí, soy tu madre y siempre lo seré sin importar donde— el rubio tomó aire y empezó su relato, Kushina se mantuvo atenta y de vez en cuando estrechaba su mano.

— estoy confundido, siempre he ido contra el destino pero cada vez que creo que logro hacerlo él vuelve con más fuerza, es como si mi vida estuviera escrita, no quiero estar atado a Sasuke por qué así lo decidió el estúpido destino—

— sí que vives una vida muy agitada ja, ja, ja, pero Naruto, tu siempre has ido contra el destino ¿No lo ves? tu rompiste la maldición de Indra y Ashura cuando según el destino deberían haberse destruido uno al otro, rompiste el ciclo y lograste salvar a tu amigo de la oscuridad, si no hubieras alentado a tus amigos a superarse ellos jamás te hubieran podido ayudar a ganar tantas batallas, tu presencia ilumina pero fueron los demás quienes eligieron tu luz—

—no lo había visto de esa manera—
admitió pensativo, estaba por preguntar algo pero la Uzumaki se adelantó.

— mientras Hashirama-sama quería repartir a los bijuus tu quisiste saber sus nombres, pudiste usarlos como un arma más sin embargo fuiste diferente porque elegiste ser diferente, Jiraiya-san habló de una profecía, pudo ser tu padre, Nagato o cualquiera, pero decidiste ser tu, tu elegiste al destino, además tu escogiste atarte a Sasuke desde que naciste, o más bien él se ató a ti— volvió a reír la pelirroja, al recordar la cara de un Sasuke bebé observar su vientre meses antes de que Naruto naciera.

Mikoto Uchiha, la madre Sasuke fue la única mujer quién supo de su embarazo, cuando Minato no estaba con ella solía pasar sus tardes libres con su mejor amiga, supo de sus planes por adoptar a Naruto cuando ella y Minato murieron pero jamás le fue posible.

— aún así ¿Qué se supone que haga con Sasuke? Soy su alma gemela—

— ¿Sabes que significa al menos eso dattebane?— preguntó con una ceja alzada, Naruto se quedó en silencio.

— no lo sé... Creí que...— la Uzumaki mayor rió al ver a su "bebé" con las mejillas rojas y quemándose la cabeza  pensando.

— hijo, una alma gemela no necesariamente tiene que ser tu pareja—

—¿Ah no?— por alguna razón algo en el rubio se quebró, no sabía si era alivio o decepción pero algo se había removido en su interior.

— claro que no, un alma gemela es aquella persona quien está destinada a cruzarse en tu camino más no a quedarse, puede ser tu pareja, tu enemigo, tu mejor amigo, tu primo, tu hermano, y no siempre va a ser algo romántico, los ancianos del país del remolino solían decir que el destino te daba opciones pero eras tú quien debía tomarlas o rechazarlas—

— entonces Sasuke y yo podemos seguir con nuestras vidas— murmuró bajito.

— así es, no tienen que negar nada, pueden sólo aceptarlo y seguir con sus vidas, quizás ésto fortalezca aún más su vínculo—

—¿Pero no sería lo más normal ser su pareja?—

— lamento decirte a ésto hijo pero tú eres la persona más anormal que conozco—

—¡Hey!— la pelirroja volvió a reír.

— no te lo tomes a mal pero ¿Cuántas personas "normales" que conozcas son una reencarnación de Ashura, es Jinchuuriki no sólo de Kurama sino de todos los bijuus, es amigo de ellos, domina el modo sabio, tiene chakra inmenso mayor al de su madre, y que peleó en una guerra para salvar al mundo?—

— supongo que tienes razón dattebayo—

— Está bien si no cumples con lo que las personas consideran "normal" la mejor manera para hacer de ti una existencia miserable es guiarte por lo que la sociedad quiere que hagas—

—ya veo... Hay algo que no entiendo, ¿Cómo sabías todo eso? Y más importante aún ¿Cómo es que estás aquí?—

—¡¿Qué clase de preguntas son esas-ttebane?!— reclamó enojada para luego darle un golpe en la cabeza — tu padre me puso al tanto luego de la guerra, a diferencia de los Namikaze nosotros los Uzumaki tenemos grandes reservas de chakra, yo lo guardé en ti cuándo estuvieras en algún problema, pero lamento decirte que ésta será la última vez que nos veamos— ambos se miraron con tristeza, la mujer acarició la mejilla de su hijo quitando las lágrimas que habían empezado a caer.

— sé que no es la primera vez que te veo, pero jamás será suficiente el tiempo que paso contigo—

— no llores, nos volveremos a ver, una madre no muere hasta que su hijo lo hace también— susurró en medio de un último abrazo, Naruto sintió nuevamente ese miedo de que en cualquier momento desapareciera.

— no me sueltes, por favor—

— yo pertenezco a otro lugar, junto a tu padre, tu maestro, tus abuelos, tus amigos y muchos más—

—te voy a extrañar—

— y yo a ti dattebane, Naruto, escúchame bien, no hagas nada que no te haga feliz — miró a Kushina y asintió sabiendo que la promesa iba enserio, y así tan rápido como su sonrisa, se esfumó.

"No olvides que te amamos"

Y Naruto volvió a despertar, ésta vez en su habitación dentro de la guarida de Orochimaru. Buscó por toda la habitación su maleta encontrándose con ella en una esquina, afortunadamente su celular aún tenía carga aunque ninguna llamada de Shikamaru, marcó los números que se sabía de memoria y esperó, nadie atendió así que decidió dejar un mensaje en el buzón.

— Hinata, debemos hablar—

************************************

Lamento la tardanza, éste mes me ha ido de la fregada, estoy a nada de quedar fuera de la mejor escuela de mi país, la violencia intrafamiliar está cada vez peor, bajé de calificación, me siento terrible, me quiero morir pero en fin, la lucha continua y hay que sobrevivir ya sea arrastrándose.

Merlín Silhouette*



ECLIPSEWhere stories live. Discover now