CAPÍTULO 17

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Es extraña y desalentadora la forma en que la vida cambia de rumbo. Lo sientes fuera de tú control. Quiero decir; uno planea su vida, piensa en lo qué quiere estudiar y los éxitos que espera tener, la manera en que desea que sea su futuro, pero...después de lo que sucedió con mi hermana, y después con mi padre...pensé en que, uno es ingenuo al creer eso...o tal vez inmaduro. No lo sé.

Tal vez yo lo era.

Siempre estuve enamorado de Emily, desde el  momento en que se sentó a mi lado en el jardín de niños, sentí que ahí debería estár por el resto de mi vida: junto a ella.

Era tan sólo un niño. Ni siquiera sabía que implicaba eso, pero, conforme los años transcurrian más convencido estaba de ello.

Sonreí al recordarlo.

Era muy soñador, en ése entonces. Tan alejado de la realidad que me perdí en una fantasía encantadora de que todo se movería como un engrane perfectamente alineado y engrasado. No contaba con que, una pieza se dañaría. Antes nunca dudaba en que todo tenía una solución, sin embargo, a veces, las cosas que uno intenta reparar, quedan defectuosas y en otras ocasiones, esas piezas son irreparables e irreemplazables.

Emily, trató de reparar cuanto pudo, pero aún seguía roto, aún había defectos en mí, y ella ya no era la solución...nunca lo fue, pero fui muy débil y dejé que el peso de mis fracasos, de mis errores, de mis demonios, cayeran sobre sus hombros, y la había lastimado a ella, y a Morgan.

Escuché que alguien tocó la puerta de la habitación. Miré el reloj junto a mí cama. Pasaban de la dos de la mañana. Estaba muy cansado, pero no podía dormir, así que, salí de la cama y avancé con los pies descalzos hacia la entrada, cuando la abrí...un sentimiento parecido al agobio me atrapó.

— ¿Puedo hablar contigo? — la voz melodiosa de Em, fue tranquila, muy pasiva...y note algo de...resignación.

— Claro — accedí empujando con delicadeza la puerta para dejarla pasar.
La chica rubia avanzó, no tomó asiento, se detuvo en medio de la habitación y giró sobre sus talones. En su mirada; el mar bajo una noche lúgubre y lluviosa, llena de agonía, se reflejó.

ReflejoWo Geschichten leben. Entdecke jetzt