Capítulo 36. El sacrificio

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—¡Amélie!

Cracker no para de llamarla porque desapareció así sin más. Las chicas están realmente preocupadas. No están muy seguras de lo ocurrido. Quisieran saber dónde se había metido. Ella no solía desaparecer. ¿Y si la habían capturado? Ni siquiera Golzy percibe su aura gracias a los poderes de bruja.

—Debemos seguir —recomienda Drake.

—¡Pero aún no hemos encontrado a Amélie! —grita Len.

—Lo entiendo, pero entended que lo más probable es que Im-sama la haya capturado.

—Estoy de acuerdo con el cristiano —dijo Crocodile—. Si queréis salvarla, debemos llegar a la sala del trono.

—Como ese desgraciado le haya tocado un pelo, le haré trizas —gruñe Cracker con toda la rabia del mundo, mientras muestra sus colmillos.

El grupo siguió caminando atentos a cualquiera trampa que se encontrasen. Rose mantenía la mano en su pecho sintiéndose rara. Presentía que algo iba a pasar al enfrentarse al enemigo. Pero sintió la mano de Smoker en su hombro a modo de calmarla. Él no deseaba que la peli-cobrizo estuviese preocupada. Atrás de ellos, Marco ve la escena. Esos dos si que estaban destinados a estar juntos. Recordó una leyenda que habían contado sus antepasados, pero nunca creyó que se cumpliera. Pero no quería pensar más y centrarse en la misión. Los vampiros comienzan a sentir una presencia peligrosa acercándose. No obstante, no se encuentra enfrente, sino encima suya.

Han llegado a la zona del trono. La presencia de Im-sama está ahí arriba. Es la hora de enfrentarse. Cada uno mira a sus parejas para que estuviesen preparadas para lo que viniese. Es una criatura nocturna muy poderosa. Deben contar con todas las fuerzas posibles, incluyendo las del fénix y Ace. Este último está con los ojos bien abiertos no creyendo que haya una entidad tan poderosa. Traga saliva no sabiendo si están preparados para derrotarlo. Bibianne ve en un monolito con un manuscrito casi difícil de distinguir. Sin embargo, en su sangre recorre su descendencia de elfa. Sus dedos tocaron con suavidad el manuscrito y, de repente, una luz los ciega a todos.

Y ese brillo extraño desaparece y ahora mismo se encuentran en una sala bien grande, diferente a la zona de las catacumbas. La peli-turquesa está asombrada por el sitio porque es antiguo, y no es la única.

—¡Amélie!

Se sobresalta al escuchar la voz de Cracker llamar a la ninfa. Y ahí está. Sentada en el trono, mientras admira unas flores que están vivas de por sí. Ella no parece haber escuchado a Cracker porque está bien centrada. Además, parecía estar hipnotizada porque sus ojos destacan un color amarillo brillante.

—¡Amélie! ¡¿No me escuchas?!

—Si te escucha, pero está en su mundo. —Una voz retumba por toda la sala. Una figura va saliendo detrás del trono. Es un ser alto con una máscara puesta ocultando su verdadero rostro—. ¿Qué esperas de una ninfa como ella?

—Im-sama —murmuró Lucci. Él nunca ha sentido miedo, pero esta vez es diferente.

—Mis propios subordinados traicionándome. Tendré que buscar un castigo apropiado.

—¡No te tenemos miedo! —grita Spandam. En realidad, al pobre vampiro le tiemblan las piernas sin descaro alguno.

—¡Déjala!

—¡Cracker! ¡Espera!

Ya es demasiado tarde para avisarle porque el hijo de Big Mom se balancea ante el enemigo más poderoso que se haya encontrado hasta ahora. Sin embargo, Im-sama lo esquiva sin problema y le atiza una golpiza provocando que se estampara con la pared. Las chicas están sorprendidas. Len no creía que ese monstruo sea tan poderoso, incluso más que Katakuri. Mira de reojo al gran vampiro y los ojos de este muestran miedo. ¿No pueden derrotarlo? ¿Eso es lo que siente? Todos tiemblan ante la presencia de Im-sama. No. Esta no es la ocasión de rendirse. Si su destino es destruirlo por completo, deben hacerlo. Golzy es quien tiene el collar. Ahora la cuestión es como activarlo.

Seducción vampírica (One Piece x OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora