The Taste Of Melon And The Weight Of A Plushie Fox 「KomaHina」

Tres.

Komaeda fue quien saludó a Hajime cuando llegó a visitar a sus abuelos el verano siguiente. Por un momento, Hajime no pudo situar al chico de pelo blanco entre la multitud de la estación de tren, como si el entorno moderno y Komaeda fueran dos factores que no pudieran respirar en el mismo espacio. La gente pasaba a lado del albino, pero él permanecía perfectamente quieto, como si el mundo se moviera a su alrededor y fuera una presencia constante. Nadie le echó un ojo al chico y Hajime tardó un largo segundo en notar la falta de orejas o colas.

— ¡Hajime! —Komaeda sonrió y saludó antes de moverse, rompiendo el silencio y acercándose él—. ¡Estás aquí!

Brazos, cálidos y largos se envolvieron alrededor de él. Hajime tropezó un poco, su mochila se empujó a su lado, pero nada se derrumbó. Automáticamente, envolvió a Komaeda con sus brazos, haciendo que regresara el abrazo. Duró un momento antes de que Komaeda se alejara, todavía sonriendo.

—Les pregunté a Kojiro y Miyu si podía ser el que viniera a buscarte —Komaeda le explicó—. ¿Sorprendido?

—Uh, sí —Hajime miró fijamente la cabeza de Komaeda—. ¿Pueden verte los demás?

—¡Oh, por supuesto! —Komaeda asintió—. Sólo he cambiado un poco. Ahora, ¡vamos! ¡A la casa de tu abuelo! ¿Necesitas ayuda con tu mochila?

—No, la sostengo bien —Hajime respondió con un movimiento de cabeza—. Gracias de todos modos.

Komaeda tarareó y comenzó a caminar. Hajime lo siguió.

—Entonces, ¿cómo fue la escuela? ¿Disfrutaste del año? ¿Qué tipo de cosas aprendiste e hiciste? ¿En qué año estás? Me alegro de que estés aquí durante el verano. Es divertido contigo cerca.

—Más despacio —Hajime se rió a medias—. Una pregunta a la vez, por favor. Y me alegro de que estés aquí también pero, ¿no es un poco aburrido salir conmigo dado que eres... mayor?

—Lo siento. Estoy tan emocionado de oírlo. Por favor, cuéntamelo todo —Komaeda hizo una pausa—. A decir verdad, en los años de youkai no soy tan mayor que tú. Envejecemos de forma diferente a los humanos. Además, puedo alterar mi forma a voluntad, así que en realidad no soy mayor que tú. La edad es una noción un poco más fluida para mí que para otros youkai.

—Ya veo. Supongo que eso tiene sentido.

—Basta ya de esos detalles. Puedo contárselos más tarde —Komaeda dijo con una voz suave—. Ahora, dime todo, por favor.

Bueno, ¿quién era Hajime para negárselo?

~

Subiendo las escaleras hacia el santuario, Hajime agarró con fuerza la bolsa de su abuela. El amanecer permitía más sombra pero eso no impedía que la humedad y el calor lo cubrieran todo. Cuando llegó a la cima, estaba sudando. Haciendo una mueca, se limpió la frente con su camisa y siguió adelante, pasando los árboles y el templo hasta el calvero del bosque. Moviéndose por el camino familiar,  terminó por la parcela de tierra. Las flores seguían creciendo y la sombra de la zona era bienvenida. Sentado junto al árbol con el que Hajime había compartido helado y chocolate con Komaeda no hace ni un par de días, comenzó a abrir la bolsa.