Segundo libro de la trilogía Cuidado.
Historia independiente del primero.
Ava pensó que su vida iba a ser diferente.
Aún no sabe quién es el autor de su desgracia, pero está segura de que acabará encontrándolo.
Pero...
¿Qué pasa cuando uno de tus er...
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Todo era absolutamente catastrófico.
Si alguien me hubiese dicho que acabaría en la calle después de haber trabajado tan duro en mi agencia durante los últimos cinco años, diría que lo estaba flipando y mucho. Pero la verdad es que estoy en esa situación ahora mismo, la agencia era un completo desastre, los trabajadores caminaban de un lado a otro respondiendo llamadas y el director apenas y podía respirar tranquilo.
— Maldita sea el desgraciado que subió ese vídeo.
— No pienses tanto en ello. Deja que Ben se encargue de esto.
— ¡Pero si soy yo la involucrada!— Me levanto del sofá y sin mirar atrás salgo de recepción.— Voy a hablar con él.
— No creo que él quiera hablar ahora, Ava.
— Me da igual. Y Marcos...¿hasta cuándo seguirás cada uno de mis pasos?
— Es mi trabajo.
— Pues te aguantas entonces.
Abro la puerta sin molestarme en tocar y lo encuentro hablando por teléfono, al verme, niega un par de veces antes de colgar y apoyarse en la mesa de su escritorio. Tiene los brazos cruzados y mira de forma amenazante a Marcos.
— Le dije que no viniera. — se excusa.
— Y cómo siempre acabas siendo manipulado por ella.
— No seas dramático. — aclaro mi garganta antes de proseguir— Puedo hacer algo, conseguir pruebas...
— Tú no harás nada, ¿me oíste?
— ¿Pero por qué no? Estoy en mi derecho.
— No trabajarás más aquí, Ava.
— ¿Qué?
Esa voz de sorpresa es la de Marcos, yo me he quedado muda asimilando la información que acaba de enviarme en forma de dardos de fuego. Tengo que mirar a mi alrededor para comprobar que esto de verdad estaba pasando.
— Dijimos que las bromas solo las podía hacer yo. — intento sonreír.
— Tengo que resolver esto pero necesito tiempo y tú no puedes enfrentarlo sola esta vez. — camina hasta mí y toma una de mis manos entre las suyas— Esto es algo serio, Ava.
— Puedo con ello. aparto sus manos de la mía.
— Quiero que por primera vez me escuches y me hagas caso, yo voy a solucionar todo esto y cuando lo haga, volverás aquí y seguirás brillando delante de la cámara como siempre lo has hecho.
— ¿Qué se supone que haré ahora?
Ben aparta sus ojos de mi y camina hasta Marco, aprieta su hombro y le da una palmadita en la espalda. Creo que ya sé lo que tiene en mente.
