capítulo 27

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Ya tengo casi ocho meses de embarazo. Me duele la espalda, los pies, las piernas. Me duele todo. Siento pena por Lucas, hace todo lo posible para que el embarazo sea más tranquilo, pero esto no es fácil. Un día lo obligué a que me comprara una sandía a las cuatro de la mañana, no sé cómo lo hizo pero me la trajo. Estaba muy rica.

Ahora estamos de compras. Vamos a comprar las cunas y las ropitas y los zapatitos..... soy tan feliz.

- Que compraremos primero? - me preguntó Lucas. Este último tiempo ha sido tan tierno y atento con migo que no creo que sea real.

-Las cunitas-dije sonriendo. Vi una tienda de bebés- mira ahí hay- apunte con el dedo.

Entre a la tienda y vi de todo. No sé por dónde empezar, hay coches, cunas, ropa, juguetes......

- Amor, primero las cunas-me susurró al oído. Se dio cuenta que quedé en shock. Muchas cosas que hacer y poco tiempo. Me queda sólo un mes!!

- Si, las cunas- fui directo a unas cunas de color blanco.

Hace un par de meses atrás fui al medico y obviamente me reto por no cuidarme como es debido. Por mi defensa culpe a Lucas. Je je je. Me hizo la ecografia y me dijo que los gemelos estaban muy bien y que nacerán en muy buenas condiciones. Me dijo que tuve suerte ya que mi enfermedad iva a complicar las cosas. Y me dijo el sexo de los bebés serán un niñito y una niñita. Lucas estaba como loco cuándo se enteró que serán, hasta incluso se les salieron una que otra lágrima. Éste hombre ha cambiado y se lo agradezco cada vez que lo veo. Hace unos días atrás le dimos la noticia a mi suegra. Estaban todos pero todos como locos. Todos me dieron apoyo para lo nuevo que se venía, se los agradecí mucho.

Unos días después que llegué a casa. Lucas despidió a Sarah, la muy zorra fue la culpable de todo. No sé que pretendía pero no le resultó.

Mi abuela me llama todos los días para saber como estoy y me dice que me quiere mucho, uo le digo que el sentimiento es mutuo.

Megara está muy enamorada se le nota mucho, está muy pero muy feliz, al igual que Dani. Al parecer el doctorsito esta que mueve los vientos por ella, me parece bien, porque ella no se ha enamorado como se debe, siempre ha estado con unos hijos de... su madre, en otras palabras, con unos imbéciles. Me alegro mucho por ellos, se lo merecen

Con respecto a las cunas, compré unas de color blanco con detalles azules para el niñito y detalles rosa para la niñita. También compramos unos trajecitos muy lindos y eran tan pequeños que no se como lo haré para ponérselos.

Ya en casa, llegamos muy cansados, bueno yo llegué cansada. Me hice una ensalada de frutas con mucho helado y me acurruque junto a Lucas en el sofa.

- Quieres?-le pregunté, hace rato que me está mirando.

- No- sonrió-amor, que nombre le pondremos a nuestros bebés?

Me senté mejor y lo miré a la cara -emm... que tal si yo escojo el nombre a la niña y tú al niño?.

- Buena idea- me besó,- Sabes a helado de limón.

- Será, por que es helado de limón? - me miró con una ceja levantada- oye, te advierto que no se te ocurra llamarlo Federico, Gilberto, fuljencio o cualquier otro.-le dije apuntandolo con en dedo- Ya sé que son lindos nombres para algunas personas pero yo no lo quiero para mi mocoso.

- mi vida- me sonrió el muy.... lindo- tú confía en mí y no le digas mocoso.

- Bueno- lo besé- Lucas?

- Si? -preguntó junto a mis labios.

- Perdoname.

- Porqué? - preguntó confuso.

Matrimonio forzadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora