Drei (4/4)

44 3 6
                                    

Como mencioné antes, traté de salir de mi habitación pero él rápido me tomó del brazo.
"escucha, se que te sientes avergonzada y lo entiendo, estuvo mal que husmeara así pero tenía que hacerlo. Te juro que no soy así. Quería confirmar algo que he estado sintiendo, algo que me mantiene despierto por las noches. Sabes a lo que me refiero" cuando terminó de decir esto, me atrajo a él y me sentó en sus piernas. Sentí el ardor en mis mejillas por la temperatura que incrementaba cada vez más, era una montaña rusa de emociones. Nos miramos a los ojos y nos besamos lentamente. Te juro que había fantaseado y soñado por este momento desde hace tiempo.

Coloqué mis piernas a los costados de su cadera, él tocó las mías, tocó mis glúteos y empezó a moverme hacia adelante y atrás. Sebastian traía unos shorts deportivos y yo traía puesta mi pijama, la cual eran unos shorts y una blusa de tirantes delgados, por ende sentí todo su miembro rozando en mi vagina. Nuestros besos eran cada vez más lujuriosos. Tomé la iniciativa y le quité la playera, él comenzó a dejar un rastro de besos cálidos por todo mi cuello y clavícula. Hasta llegar a mis pechos y se deshizo de mi blusa. No traía brasier, así que no dudó en tomarlos y comenzar a masajearlos para después lamerlos. Daba círculos con su lengua alrededor de mis pezones, cada vez sentía más húmeda mi vagina, yo no dejaba de mover mi cadera encima de él, su pene estaba muy duro y húmedo. Sebastian bajó su mano mis shorts y la metió dentro de ellos, sentí su mano un poco fría pero esta sensación me enloqueció un poco más. Sentí como sus dedos empezaban a masajear mi clitoris, me sentí como en el mismísimo cielo.

Sebastian se bajó los shorts y fue un acto tan majestuoso. Tomé su miembro con delicadeza y lo lamí lentamente, podía ver la cara de Sebastian, podía ver señales de satisfacción, fue ahí cuando decidí introducirlo poco a poco a mi boca y succionarlo cada vez más. Sus gemidos ahora eran el soundtrack de esta fascinante escena. Música para mis oídos. Antes de que se viniera en mi boca, paré y me miró un poco confundido, estaba empezando a sudar.

Me puse de pie y me quite mi short y mi pantie, nunca había visto a Seb con esa cara llena de lujuria y pasión. Me deseaba y esta vez estaba segura de ello. Me coloqué arriba de él e introduje lentamente su pene en mi. Estaba muy apretada y dolía mucho, tenía tiempo que no tenía relaciones sexuales, desde hace dos años cuando corte con mi ex. Así que prácticamente era virgen de nuevo, ¿cierto?

Cuando su pene tocó hasta mi último rincón, empecé a moverme levemente, dando pequeños brincos. Me aferré a su cuello para no caerme mientras que él me envolvía en sus fuertes y musculosos brazos. Cuánto había añorado este momento. Y no, no solamente era "sexo" sino, algo más allá de la lujuria. Mis besos a él eran entregados y plasmados con tanto amor y anhelo.

Nos quedamos mirando fijamente mientras continuábamos con lo nuestro. Sebastian puso su frente contra la mía, nuestras respiraciones calientes chocaban la una contra la otra, haciéndose más difícil para nosotros recobrar nuestro ritmo y respiración.

"No sabes cuanto te deseaba, aún lo hago" dijo con mucho trabajo ya que su respiración estaba entrecortada. Le dije que ese era mi más grande deseo.

Se paró y me cargó aun dentro de mi, me empezó a envestir más fuerte y fue lo más exquisito que me ha pasado hasta ahora. Mi piel se erizó, no podía soportar tanto placer. Después me llevó nuevamente a la cama, esta vez yo abajo de él,  abrazándome, yo lo abracé con mis piernas y le di más acceso, facilitando sus embestidas, pude sentirme llena en todos los aspectos y cuando tocó mi punto g, los dos llegamos al climax, obviamente se vino dentro de mi, lo cual era malo pero ya solucionaría eso. Sebastian dejó caer todo su peso sobre mi pero no me molestó ni lastimó en lo absoluto.

Se separó y recostó a mi lado, nos quedamos mirando de nuevo y no pudimos resistirnos más, nos besamos profundamente. Me paré de la cama, me metí al baño para tomar una relajante ducha en la tina y él me siguió.

"Este será nuestro pequeño secreto, ¿de acuerdo? Seguiremos con esto hasta donde podamos."
"Seb, no sólo me gustas físicamente. Invades mi mente y no se que hacer." mi voz se quebró un poco.
"¿Crees que no siento lo mismo por ti? Creí ser bastante obvio. Al parecer necesito demostrártelo más, cariño. Te necesito como tú a mi" me abrazó por detrás y besó mi cuello. Salimos de la bañera y rápido nos vestimos antes de que mamá llegara.

Sebastian Stan ~One Shots~Where stories live. Discover now