-¿Hermanos? ¿Tu y yo? ¡Agg!- Beyblade Burst

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—A m i g o s—

7 meses atrás...

Normal POV

Ya se hacía una costumbre que el hombre peli-celeste pasará casi a diario todas las mañanas para comprar pan como su desayuno principal. Había dejado atrás la comida que sus sirvientas preparaban en casa y podría decirse que esta vez estaba llevando otra clase de "Dieta".

Alexander estaba fascinado con el sabor que quedaba plasmado en su boca al dar el primer mordisco, y ni hablar del delicioso café y chocolate caliente que nuestra querida Chihairu preparaba con sus propias manos.

Cualquiera diría que el Shirosagi estaba conduciendose a unos malos hábitos alimenticios, pero, para el dejar esa comida hasta este punto, era algo complicado. De alguna forma u otra, el talento de la peli-negra para cocinar tendría que terminar siendo adictivo para alguien.

—¿Harás una receta de pan relleno de chocolate? ¡Se escucha delicioso!

—Espero así sea, la verdad pienso que puede llegar a ser empalagoso y quizás nadie lo compre.

—Tonterías, dudo mucho que eso pase con tu grandioso talento, pero si eso pasa, yo lo compraré todo, me gusta lo empalagoso.— El peli-celeste se recargó en el mostrador.

El hombre no se dio cuenta que su comentario causo un pequeño rubor en las mejillas de la peli-negra. Sabía que sus recetas eran buenas, pero no pensaba que alguien podría valorarlas tanto y volverse adictivo a ellas.

—Deberías de dejar de comer tanto pan, no es bueno para tu salud.— Chiharu tomó la bandeja para llevarla al fregadero.

—No eres la única que me ha dicho eso ¿Por qué nadie puede aceptar mi relación con este pan? Nos amamos tanto...— Lo dijo en un tono dramático.

La oji-morada soltó una risita causando que el oji-gris la mirase con una sonrisa.

—¡Oye, no es gracioso! Este pan y yo estamos destinados a amarnos para toda la vida...— Alex frotó la pieza de pan en su mejilla.

—¿No tienes que ir a trabajar?

—Tengo que comer, sino me muero.

—Se te hace tarde...

—¿Me estas corriendo Chiharu?

—Solo no engordes por comer en exceso mi pan...

—No había pensado en eso...¡¿Cuántos kilos habré aumentado?! Mi nutriólogo me va a matar...

El hombre se estaba lamentando de haber comido toda la semana más de 15 piezas de pan, si, 1 en la mañana y otra en la tarde. La mujer simplemente soltó un suspiro, de igual manera logró acercarse más a uno de sus clientes más frecuentes.

El Shirosagí levanto su cabeza y miró a la más baja.

—¿Me das 3 piezas de pan más para llevar?— Formó una sonrisa de niño.

—No. Si sigues así dejare de venderte pan hasta que sepas controlar tu dieta.

—¡Chiharuuuuuu, no seas así!