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—¿A m o r?—

Normal POV

Meses después, la pareja de amigos se había vuelto más cercana, como siempre, Alexander iba casi todas las mañanas a tan solo 2 cosas; o a comprar pan o ver y saludar a su querida amiga, una de las pocas amistades que tenía. Siendo una persona con demasiado trabajo encima, había tenido la oportunidad de entablar una pequeña "Amistad" con alguien aparte de las persona de su familia y de su trabajo.

—¡Buenos días!— Saludó el mayor mientras entraba.

—¿Tu otra vez?— Chiharu puso la misma cara de siempre. Ya se había vuelto una costumbre ver a ese hombre venir casi todas las mañanas.—Lo único que me falta es que ahora vengas todas las tardes y noches.

—¿Cierras hasta la noche?— Preguntó curioso.

—Olvidalo...— La oji-morada sonrió.

No le quedo de otra, tomo una caja con 5 panes y se los dio a su cliente frecuente. Este pagó y después salió del local.

—¡Hasta luego Chiharu!— Dijo desde la puerta mientras le guiñaba un ojo. Ella alzó su mano en forma de despedida.

En la oficina...

El hombre fue a su oficina con una caja en mano, mientras que, su asistente le veía detenidamente después de que este cruzara la puerta.

—¿Otra vez?— La mujer de anteojos le miro.—Si sigue así volverá con la dieta que tanto odio.

—Mi querida Alissa, no es mi culpa que estos panecillos sepan a gloria.

—No se si lo suyo es gula o de verdad están tan buenos como dice.

—¿Gustas probar uno?— Le acercó la caja.

La joven secretaria suspiró y tomo uno de los panecillos. Precisamente la mitad de uno. Al llevar aquel bocadillo hacia su boca, no pudo evitar formar una sonrisa.

—Esto es...¡Delicioso!

La chica no aguantó más y rápidamente tomó la otra mitad del pan que había dejado antes.

—¡Te lo dije! Nadie se resiste a este pan.

—Que afortunado ha de ser la pareja de la mujer para poder probar este pan todos los días.— Soltó sin más la joven rubia.

—No tiene, pero si que soy yo cliente afortunado y frecuente.— Se alavó a si mismo.

—Ja, no me extrañaría si se terminase casando con ella, dicen que para hechizar a uno hombre primero se pasa por su estomago. En fin, hablando de matrimonios...señor Shirosagi, sus padres volvieron a llamarlo para...ya sabe, el mismo asunto de siempre.

El joven adulto se vio interrumpido por aquel comentario. Dejo de masticar y bajo su mirada con un aura desolada.

—Lamento mucho volver a recordarle eso, pero sus padres insisten en que usted vuelva a contraer matrimonio de nuevo con el fin de salvaguardar la empresa y criar a su hijo para ser el siguiente en la presidencia.— La secretaria dijo a secas.

—Siempre con lo mismo, no puedo creer que después de todo lo que pasamos Lui y yo, todavía estén insistiendo en volver a intentarlo otra vez para que la historia se repita...— El adulto apretó sus puños.—¡Como la odio...los odio a todos!

[...]

El hombre alto pasaba por un puente como si nada, el cielo estaba color anaranjado y una brisa de viento soplaba. Este era justo el escenario que el peli-celeste necesitaba para sentirse un poco más relajado. Se apoyó en aquel barandal mientras admiraba el paisaje. Una voz lo sacó de sus pensamientos.

—Un día difícil... ¿No?

Aun sin despegar la mirada el Shirosagi respondió:

—Si...pero este ambiente hace que no sea del todo malo.

—Si, muchas veces solo hace falta mirar al frente para apreciar lo bello que tenemos a nuestro alrededor...

—¿A ti qué te paso?

—Recuerdos del pasado, es muy hiriente volver a recordar cosas que de una vez por todas quieres olvidar, pero están ahí, como una piedra en el camino. ¿Qué hay de ti?

—Mis padres...ellos...ellos insisten a que regrese con mi antigua esposa, después de todo el dañó que nos causó a mi y a mi hijo, simplemente me frustra, y todo porqué quieren que salvaguarde esta estupida empresa. No se ni de que sirve tanto dinero...—El adulto se miró decaído.

—Sabes, tu situación es algo que puedo comprender en cierta parte, y el daño causado muchas veces sigue ahi. Pero...después de todo, siempre hay una oportunidad para empezar de nuevo, porqué...no hay sufrimiento que dure tanto y cuerpo que lo soporte. Yo aun sigo con la esperanza de encontrar a la persona correcta...

Inconscientemente, la persona de al lado puso su mano encima de la suya. El escenario era perfecto, un atardecer brillante, una brisa fresca, y un silencio tan relajante.

Alexander volteó a su lado para ver a la mujer que logró llamar su atención. La vista era perfecta, una sonrisa formada en aquellos labios rosados y un aura llena de paz y armonía.

Sus mejillas se decoloraron, y un pulsó nervioso se sintió en su pecho, acaso ese sentimiento era...¿Amor?

Continuara...

-¿Hermanos? ¿Tu y yo? ¡Agg!- Beyblade BurstTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon