Capítulo III

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Domingo y el se encontraba en la cancha de deportes del colegio.

Tenían un viaje de excursión desde el Domingo, hasta el Jueves. Iban a ser unos cinco días largos y agotadores. ¿Divertidos? Tal vez, si el Instituto no fuera Instituto.

Lo que más ponía nervioso a Soobin era el hecho de que el grado de Choi Yeonjun, hasta el de Taehyun, iban a ir. Claro, diferentes grupos pero a la misma ciudad.

Soobin no estaba tan feliz que digamos, solo tenía unos cuántos amigos en su salón, no era tan sociable con ellos pero, al menos les hablaba.

—¿Puedo sentarme contigo?— preguntó serio. El chico sentado al lado de la ventana asintió y Soobin se sentó a su lado.

Se acomodó y casi todo el viaje se la pasó escuchando música. El chico que se sentaba a su costado hacía lo mismo.

Si, Choi Yeonjun era popular en el Instituto, en general, ¿Porqué? Se destacaba por tres simples razones: Es el líder de los grupos de deportes en el Instituto, sus padres son administradores y mano derecha de el director y por el simple hecho de ser atractivo.

Soobin no estaba en contra de lo último pero, el lo veía atractivo por su forma de expresarse y ser. Parecía muy admirable y un buen ejemplo a seguir. —ya que, sus notas eran altas—
El tema viene a que, escuchó de casualidad las conversaciones de los chicos de atrás mientras "dormía" —o eso trataba de hacer.—

—... También me dijeron que Yeonjun este año tenía una novia y la dejó porque se había aburrido de ella...—dijo la persona uno. —... Me acuerdo que el año pasado lo acusaron porque pensaron que era pervertido y vigilaba a las chicas en los servicios...— dijo la persona dos. —... Si, si, también pensaron que era... pedófilo...—lo último lo dijeron susurrando.

Soobin no se sintió bien escuchando esas conversaciones y trató de que dejarán de hablar de el.

—¿Me puedes decir en qué pueblo estamos? ¿Sabes cuánto falta para que lleguemos?—preguntó serio. Soobin miró directamente a los chicos y ellos se miraron entre sí.

—No lo sé... Puedes preguntarle al tutor...—dijo uno de ellos. Soobin asintió sin decir más. Sabía que una pregunta cómo esa los dejaría en dudas y dejarían de hablar, así que, estaba más que satisfecho cuando así fue.

Llegaron luego de dos horas y Soobin estaba mucho más que cansado. Bajó del autobús y fue donde les indicaron que tenían que ir. Primero, a escoger sus habitaciones. Soobin quería uno para el solo, pero, su compañero que se había sentado a su costado le había ofrecido su compañía en el cuarto.

Los dos escogieron su habitación y sacaron toda la ropa posible.

—Lo que hiciste... Estuvo bien...—dijo el pelirrojo. Soobin se notaba algo confundido por sus palabras pero, trato de recordar.

—Yeonjun es víctima de rumores...—dijo el pelirrojo. Soobin asintió entendiendo sobre lo que hablaba. Luego tuvo curiosidad.

—¿Lo conoces?— pregunto el más alto. El contrario solo asintió. Luego miró la hora.—Tenemos que ir a cenar en 10 minutos.—dijo Soobin.

Al parecer se estaba llevando bien con su compañero de cuarto, el cuál minutos más tarde le dijo su nombre.

Después de cenar, cada uno fue a su cama a dormir y antes de hacerlo tuvieron una pequeña conversación.

—El grupo A (los de mayor grado) van a ir mañana con nosotros a la visita del museo. Luego el martes nos juntamos con el grupo D (el grupo de menor grado) y el miércoles con el grupo C (un grado menor que Soobin).—dijo el pelirrojo. Soobin asintió y trato de dormir pero, pensar que mañana iba a estar con el grupo de Yeonjun en un museo, no era la mejor opción para dormir.

¿Que me iba a poner? ¿Que debería llevar? ¿Debería de hablarle?

Unos momentos más tarde, Soobin durmió intranquilo y se despertó más temprano de lo normal.

—... ¿Soobin? Son las 6 de la mañana ¿Qué haces despierto?—preguntó el menor somnoliento. Soobin término de tomar su taza de café y siguió viendo su serie.

—Shh... Está terminando...—dijo susurrando el mayor. El menor se tapó con las sábanas hasta la cabeza y luego de unos minutos Soobin fue a ducharse.

Ya a las 8 de la mañana su compañero se levantó y se alistó lo más rápido que pudo.

—¿Debería llevar algo simple?—se preguntó a si mismo. Soobin decidió llevar puesto una polera y un jean. Algo simple y que no le tomaría ni tres minutos. Se colocó sus zapatillas y ya estaba arreglándose el cabello.

Su compañero estaba más que listo. Soobin agarró su cámara y le puso la memoria, sus cuadernos y apuntes dentro de su mochila. Tenía todo lo necesario y salió a tomar el desayuno con el pelirrojo.

Unos minutos más tarde se encontraban bajando del autobús para entrar al museo.

—¡Chicos! Presten atención... Solo se aceptarán cámaras, que saquen sus apuntes y graben audio. Así que hagan silencio...—

Todos asintieron y yo me fijé que en la segunda puerta del museo estaba el grupo de Yeonjun. No lograba ver si estaba con alguien o si al menos había venido, traté de darme cuenta si estaba en el grupo pero, no notaba nada.

—Creo que no vino a la excursión.—dijo el pelirrojo. Soobin dudó un poco pero, el menor le comentó que él no solía ir mucho a excursiones del Instituto.

Yo no sabía mucho de él, solo hace un año que me gusta. Al menos sabía que tenía un hermano y que era popular.

Saqué mi cámara y tomé algunas fotos a las pinturas y cosas algo peculiares.
Nos detuvimos en una escultura que a comparación de las otras, me llamó bastante la atención, estábamos escuchando la Historia de los antiguos dioses y me concentré en escucharla pero, luego me acordé que le debía de tomar foto.

—...Bien pasemos a la siguiente...—dijo. Todos se trasladaron a la siguiente escultura y yo tuve un poco de tiempo para tomarle foto.

Un poco más atrás, a la derecha, más... Ups.
Soobin había chocado con alguien.

—Lo siento, lo siento.—estaba más concentrado en disculparse que ni siquiera sabía a quien le decía.

—Está bien, no es necesario.—replicó. Soobin se fijó en su cara y se puso algo helado. Le dio escalofríos.

Era el mismo Choi Yeonjun. ¿Que hacía aquí si su grupo está por la otra parte del museo?

—Yeonjun... Yo...—Soobin no sabía exactamente qué decir, sus labios no se movían. —Estoy tomando fotos a estás esculturas, me parecieron más interesantes que el resto del museo, me gusta como lo moldearon.—dijo el mayor.

Alzó la cámara que tenía en sus manos y siguió tomando fotos. Soobin no dejo de mirarlo y luego se concentró.

Alzó su cámara y terminó de tomar algunas fotos a la misma escultura.

—¡Sonríe! —exclamó el mayor. Soobin quitó la cámara de su cara y Yeonjun le tomó una foto.

Luego Yeonjun reviso la foto, sus labios formaron una pequeña sonrisa que el menor pudo visualizar.

Soobin no sabía si decirle que la elimine. ¿Tal vez, debería?

—Es para una tarea.— dijo Yeonjun retirándose de la sala de esculturas. Soobin lo siguió con la mirada.

¿Debería seguirlo? ¿Porqué estoy dudando tanto?

Soobin caminó hacia afuera de la sala y se encontró con el pelirrojo.

—Soobin... Aquí estás... Nuestro grupo está por el otro lado, vamos, apúrate.—dijo. Soobin asintió. Se la pasó pensando en lo tonto que fue.

¿Porqué no le tomó una foto a él también? Mierda. No podía ser más tonto, perdió su oportunidad.

No Es Drama © | YeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora