Capítulo VIII

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Digamos que confesar sus sentimientos meses antes de la partida de Yeonjun no era la mejor opción. —pero tampoco era la peor opción.—

Pues, que te digo. Soobin se sintió como si hubiera dado un avance muy rápido —pero muy rápido — con Yeonjun. Trató de comprobarlo luego de la fiesta. Al siguiente día se sentía tan feliz y a la vez dudando de muchas cosas.

¿Yeonjun quería algo más con él? ¿Yeonjun le hizo una broma? Bueno, Soobin fue sincero cuando dijo que gustaba de él.

De todas formas, Soobin solo quería tener esos pensamientos positivos. ¡Yeonjun lo había besado! Y cualquiera que fuera el motivo del porque lo hizo, estaba bien consigo mismo, había besado al chico que le gustaba.

El sábado y domingo fue un día como el que siempre tenía Soobin. Aburrido.

Se levantaba algo tarde, desayunaba tarde, de hecho, como casi siempre llegaba tarde al Instituto, casi nunca lo hacía. Los únicos días para desayunar —para él— eran los Sábados y Domingos y tampoco es que lo hiciera a la hora indicada, desayunaba tarde, para colmo.

Bueno, tenía una buena digestión a pesar de todo, aveces dolores pero, tomaba bastante agua para que nada salga mal.

Cierto, perdió bastante peso un tiempo. Tal vez... ¿5 kilos? Para ser sinceros el no lo sentía, para el nada había cambiado.

Su madre siguió fuera de la casa el sábado y domingo. Regresó en la noche ambos días y solamente se recostaba en el sillón a ver películas.

Aburrido. Ni siquiera con su propia madre podía conversar. Bueno, tal vez tiene sus razones para que no quiera hablar con él.

¿Volvemos al Lunes?

Si, volvemos al Lunes. Era tarde y Soobin llegó al Instituto... Diez minutos después que empezara la clase. Ayer había dormido tarde por estar mirando videos que lo sacaban de sus pensamientos.

—Pase, llega tarde, lo sabe. Solo siéntese.

El profesor siguió dictando su clase tranquilamente. No hacía falta aclarar que no era su dichoso padre, el señor que había venido hoy a dar las clases.

Da igual, si no me quiere ver, no tengo problema. —En realidad lo extrañaba.— Si es así entonces no le voy a suplicar. — vamos Soobin, sé que lo extrañas.— en absoluto lo iré a buscar.

Terminó el primer horario de clases y Soobin fue a la dirección. —Sabía que no podía.— Preguntó sobre si el señor Choi seguía trabajando o se había retirado.

La señorita le contestó amablemente que, había solicitado tiempo de descanso.

—Oh, vaya. Ok, gracias.

Soobin salió de la oficina, cerrando la puerta sin ánimos. ¿Tiempo? ¿Descanso? Vaya que no tenía dudas de que necesitaba descansar pero, aún así, nunca antes lo había hecho. Ahora como si nada se había pedido un "tiempo de descanso".

—¿No vas a almorzar, Soobin?

La voz de Jeongin lo sacó de sus pensamientos. Tenía el cabello negro.

Oh, también le gusta cambiarse el color del cabello. Se le ve natural.

—Te queda bien.— agregó el mayor. El menor agradeció y volvió al tema. —¿No tienes hambre?—  Soobin negó. Jeongin solo jugó con su pelo.

—Pero, vamos, comeré un poco, al menos.—replicó. El menor se notó feliz y acompañado del mayor fue hacia la cafetería. Tomaron un poco de su almuerzo y Soobin se acordó de Beomgyu. Tenía amigos, si, podía almorzar con ellos, si. Pero, apesar de eso, Soobin quería almorzar con el, así que no dudó en buscarlo.

No Es Drama © | YeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora