Busco novio para mi papá (YiZhan y yo)

3. Trofeo

Narra Xiao Zhan.

No podía creer lo que estaba viendo, el joven que gano la carrera estaba parado en la puerta de mi casa.

"Ho...Hola", tartamudeo al verme, "buenas tardes, ¿estará la señorita Edith Xiao?", estaba muy nervioso.

"¿Para qué busca a mi hija?", tenía que peguntar.

"¿Su...hija?", se veía sorprendido.

"Así es, es mi hija a quien busca", trate de sonar lo más serio que podía debido a que su presencia me puso muy nervioso.

"Bu...Bueno, lo que lo que pasa es que...", carraspeo un poco, "vine a entregarle algo", traía una caja en las manos.

"Adelante, esta en la sala", lo deje entrar en ese momento.

Caminamos hasta la sala en donde Edith ahora leía un libro hasta que nos volteó a ver, dejo caer el libro en cuanto noto a la persona que vio en la tele antes.

"¿Yi...Yibo?", no podía creer lo que veía y no la culpo ya que yo estaba igual que ella hace un rato, "¿qué...qué haces aquí?", lo dijo de pie.

"Vine a entregarte algo", extendio la caja que traía, "te pertenece ahora", soltó algo incómodo.

"¿Qué es?", Edith lo tomó y se sentía que pesaba así que la ayude a cargarlo, sin duda pesaba lo que traía, "pesa mucho, me pregunto que será", dijo y comenzó a desenvolverlo.

Ambos nos quedamos en shock al ver que era el trofeo que había ganado en la carrera, nos miramos atónitos para luego mirarlo de la misma manera.

"¿Por qué le das esto a mi hija?", tenía que preguntar.

"Es...una forma de agradecimiento por lo que hizo esta mañana por mi", estaba sonrojado.

Suspire pesado ante lo que dijo para luego mirar a Edith a la cara, le sonreí y besé su frente con ternura.

"¿Y eso por qué fue papá?", se veía sorprendida.

"Fue porque ayudaste a una persona que te necesito y sin conocerla, eres mi orgullo desde que te tuve en mis brazos", decía la verdad.

No la pase muy bien cuando estaba en la universidad, me embarace de Edith cuando estaba a la mitad de mi carrera y las únicas personas que me ayudaron a salir fueron mis abuelitos ya que mis padres me despreciaron en cuanto se enteraron que iba a tener un bebé.

El padre de mi hija me abandono cuando le dije que estaba esperando un hijo suyo, se negó a reconocerla y se fue sin decir nada de mi vida.

Desde ese día comencé mi batalla solo ya que comenzaron a denigrarme y a humillarme como si no valiera nada, me aguante todas las ofensas por mi bebé pero no niego que no me dolieron.

Fue un infierno lo que viví pero mi bebé y mis abuelitos me ayudaron a superarme, cuando terminé mi carrera Edith ya tenía 3 años.

Decidí mudarme a una casa la cual al principio rentaba pero cuando conseguí trabajo y tuve el dinero para pagarla la compré y este ha sido el lugar en el que creció mi hija, el lugar que la vio aventurarse a lo desconocido hasta la actualidad.

"Oye Yibo, ¿por qué me estás dando esto?", le preguntó Edith todavía sin comprender lo que pasaba.

"Quiero que lo tengas, es una victoria para mi pero un logro para ti por lo que hiciste", le sonrió tímidamente.

"¿Estás seguro que quieres que me lo quede?", no se veía muy convencida.

Aquella persona asintió y Edith suspiro pesado para luego subir a su habitación a dejar el trofeo, me quede solo con aquel joven y tuve que invitarlo a sentarse por lo menos.

"Toma asiento, ¿te gustaría algo de beber?", tenía que ser gentil con él.

"Agua por favor", dijo y camine a la cocina en donde solte todo el aire que tenía en los pulmones.

Volví con el agua a la sala en donde vi que aquel joven leía el título del libro que tenía Edith hace unos minutos atrás.

"Aquí esta el agua", se lo entregué y me senté a su lado, "es de Edith, le gustan ese tipo de lecturas", le dije como si nada.

"Pero es un título extraño, ¿no lo cree?", me lo enseño, se llamaba Mo Dao Zu Zhi y se lo había comprado unos meses atrás por insistencia de ella.

"Lo sé pero como ya te dije a ella le gustan", le dije como si nada y miré a la nada en ese momento.

Yibo puso el libro en la mesa del centro y se limito a ver la alfombra de la sala, jugaba con sus dedos debido a que estaba nervioso, lo sé porque yo estaba igual que él en ese momento.

"Oiga, no me he presentado", se giro para verme, "mi nombre es Wang Yibo", extendio la mano.

"Xiao Zhan", la estreche sin dudarlo, cuando la iba a soltar lo hicimos con pesadez, no sabia porque pero no quería alejar su tacto de mi.

Es la primera vez que siento algo como eso después de 19 años de ser papá soltero.