Capítulo 15

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Michael Böttcher.

"Mi latiente corazón te pertenece."

Se pelearon Böttcher.— me aclaro Dereck.

—Pero eran amigas, ¿O no?— pregunté confundido.

—Eso parecía o no lo se.

—Por lo que yo alcancé a escuchar al principio Scarlett le gritó que había metido a Nash en un gran problema.— hablo está vez Chad.

—¿Estás seguro?— pregunté un poco alarmado.

—Si, pero no tengo idea sobre que es, además se supone que Scarlett es una chica muy buena en cuanto a hackear, ¿Cómo es posible que le hayan hackeado su teléfono a ella?

—¿Se lo hackearon?— pregunto impactado Dereck.

—Eso parece si no como es que le mandaron la información que dijo.

—¿Creen que tenga que ver con el rumor de que Nash y Lydia eran novios?

—Wooo, espera— frunció el ceño Chad expresando su confusión —. ¿Eran novios?

—No, Lydia solo lo invento pero Nash jamás se enteró.

—Vaya que loco.

En toda la universidad se hablaba sobre la pelea de Lydia y Scarlett en la cafetería, un problema donde al parecer Nash estaba involucrado sin que él supiera, todo era tan raro. Mi vista se perdió en el campo pero sonreí al ver a Nash atravesandolo para llegar al lugar donde me encontraba, hoy me dedicaría una canción y eso me ponía demasiado feliz, en especial porque él ya era mi novio.

—Se ve que pequitas te trae loquisimo— se burló Chad de mi.

—No le digas pequitas a mí novio— me queje.

—¿Tu novio?— pregunto dudoso Dereck.

Voltee a verlo. Su mirada curiosa estaba sobre mi, sabía que justo ahora me daría un sermón muy largo, y aunque no lo quisiera creer él tenía razón.

—Aun no eh hablado con ellos pero pronto lo haré.

—¿Pronto?— pregunto irónicamente —. Espero ese pronto sea de verdad.

—¿De qué hablan?— Chad nos miró curioso.

—Nada importante solo que Böttcher es un estúpido.

—Oye— me quejé.

—Parece que Dereck está celoso— se burló Chad.

—De que estaría celoso si yo ya probé los labios de Böttcher, incluso tú — le recordó el rubio.

—¡Te quieres callar!— las mejillas de Chad tomaron un ligero color carmín, mientras Dereck y yo nos reíamos de él.

Nash se acercó a nosotros dedicandonos esa sonrisa inocente que tanto me gustaba.

—Hola Nash— le sonrió Chad.

—Hola.

Tomé mi mochila y me despedí de los chicos. Me acerque a Nash y le deposite un beso corto en sus labios.

—Tus labios saben a vainilla— murmuré sobre sus labios.

—Debe ser por el café que tome en cafetería.

—No importa el motivo, solo se que saben deliciosos— sus mejillas se empezaron a tornar rojas —. Me gusta cuando te sonrojas, te hace lucir más adorable.

—A mí no me gusta — bufó desviando su mirada de la mía —. ¿Estás listo?

—Más que listo— sonreí.

Lo tome de la mano y camine con él hasta el estacionamiento de la universidad ahí siempre dejaba mi motocicleta. Al llegar a mi preciosa motocicleta tomé el casco y se lo coloqué. Me agradaba mucho cuando Nash iba conmigo en mi motocicleta no solo porque me abrazaba si no porque me sentía libre.

Nash abrió la puerta de su casa y me guío hasta lo que parecía ser su habitación. Al entrar observé el piano que se encontraba cerca de la ventana de su habitación.

—Bienvenido al lugar donde la música toma el control de las emociones — tiro su mochila en su cama para después tomar asiento enfrente de su piano.

—¿Tu piano toma el control de tus emociones?— frunci el ceño.

—Si, cada sonido que produce una tecla es un modo relajante y hermoso, haciendo que tus sentimientos fluyan con la música.

Tomé asiento en la orilla de su cama pero el negó —Quiero que te sientes enfrente de mi, justo en ese banco que coloque ayer para ti— me señaló el banco.

Me levanté de la cama y camine hasta el pequeño banco para sentarme.

—Perfecto —murmuró —. Ahora cierra tus ojos y pon tu mente en blanco. Libérate y abre tu corazón.

Me olvidé de todo lo que me rodeaba al rededor obedeciendo a Nash. Escuché como paso sus dedos por las teclas dejando escapar varios sonidos. Sus manos tomaron posesión sobre las teclas del piano haciendo sonar una dulce melodía, no se escuchaba ningún ruido, ni siquiera su voz solo la melodía del piano. Con forme avanzaba la melodía podía definir cuál era, me perdí en la letra y en lo hermoso que se escuchaba la canción.

Sin duda Nash Brooks era el ser humano más hermoso de toda la tierra y seria para mí un honor ser destruido por él pero principalmente sería un honor que él fuera el primero en destruir mi corazón, porque nadie me había enamorado tanto como él, estaba dispuesto a luchar por él y dar lo mejor de mi para verlo feliz y no, no serían promesas baratas, serían acciones que haría.

Yo de verdad iba a luchar por él aún si eso significaba quedarme sin hogar y sin herencia. Porque cuando se quiere de verdad no importa lo que hay a tu alrededor.

La melodía termino abrí mis ojos lentamente y sonreí al ver a Nash con una girasol en su mano.

—Mi latiente corazón te pertenece — me tendió el girasol.

No sabía que había echo para merecer a una persona tan hermosa en mi vida pero sin duda con Nash me había ganado la maldita lotería, porque estar a su lado era como estar en la gloria.

Me levanté del banco para acercarme a él y besar su lindos labios. Lo había dicho, Nash Brooks era mi condena una condena que no quería que acabará.

—No sabía que eras muy bueno tocando el piano.

—Te dije que era el controlador de mis emociones.— sonrió.

—Te cuento un secreto— murmuré perdiendome en su mirada.

—¿Si?

—Mi corazón siempre te ha pertenecido y saber que el tuyo ahora me quiere es un grandísimo privilegio.

—¿Te gustó la melodía?— pregunto de manera timida.

—Por supuesto que me gustó es una canción hermosa.

—Eres a la primera persona que le dedico, Last night on earth de Green day — me informo —. Y ten por seguro que no se la dedicaré a nadie más.

Zerstörung. [TERMINADA]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora