7

13.7K 1.2K 1.3K
                                    

A medida que me alejo de la casa de los Yang me voy sintiendo peor. A cada kilómetro empeoro. Conduzco de manera automática sin prestar ningún tipo de atención a la carretera pues tengo mi cabeza en otro lado pero no sé definiros exactamente donde está….la tengo en ella, en lo que acaba de pasar, en mi marido, en el suyo… ¿Qué ha sido eso joder? ¿Qué coño ha sido eso?!

Me duele mucho, de verdad que la cabeza me duele muchísimo, tengo la sensación que miles de imágenes y pensamientos se me amontonan sin tregua desordenadamente provocando con ello que mi cerebro se sature…y de mi corazón ni hablemos. Estoy tan saturada y desconectada del mundo que parezco un jodido zombie al volante.

-¡Gilipollas mira por dónde vas! –Me increpa algún conductor con toda la razón del mundo. He entrado en una glorieta sin mirar si venía algún coche por ella. Casi me zampo al coche o el coche me zampa a mí…que mas da el orden, la digestión hubiera sido dificultosa igual.

Está claro que aún no he recuperado la voz, sigo muda porque he sido incapaz de replicar…o de pedir perdón…estoy muda desde hace veinte minutos, desde que se fue corriendo de mi coche.

Entro en mí casa y cómo imaginaba Jackson no ha llegado todavía así que dejo las llaves en el recibidor, me bebo un vaso de agua del tirón para hidratar mis cuerdas vocales y me tumbo en el sofá para que se me pase el martilleo. Quiero poner la mente en blanco, necesito cómo agua de mayo poner la mente en blanco cómo sea.

-Mi vida…cielo…despierta…-Alguien me acaricia el pelo cariñosamente intentando despertarme, al parecer me he dormido. Es él.

-Jackson...hola…-Le respondo medio abriendo mis ojos, estoy adormilada y un poco desorientada.

-Lisa cariño llevas un buen rato durmiendo.

-¿Qué… qué hora es? –Pregunto.

-Es tarde, son las once, hace rato que he llegado pero te he visto muy dormida… ¿Quieres cenar algo?

¿Cenar? ¡Ni hablar! Con el estómago que tengo lo sacaría del mismo modo que la niña de la exorcista sacaba el puré de guisantes.

-No tengo hambre –Le digo -¿Cómo ha ido? –Me intereso.

-¡Genial Lisa! ¡Ha sido fantástico!

Él se sienta en el sofá y yo que sigo tumbada coloco mis piernas sobre las suyas mientras me explica sus aventuras en el Golf Residencial Chicago Park Ressort o cómo demonios se llamara el centro.

Habla durante unos minutos y yo lo oigo pero no escucho. En un momento dado Jackson desliza su mano hacia mi entrepierna, me está buscando… creo que quiere hacerlo…¿Yo quiero hacerlo? Pues hoy en día no lo tengo claro si quería o no quería pero el caso es que esa noche si lo hice, si me acosté con él…ahora bien no me preguntéis como me sentí porque me niego a responder a eso.

Tengo cuatro días de fiesta seguidos y no me incorporo a la compañía hasta el miércoles para volver el viernes de la misma semana, solo trabajaré dos o tres días, después fin de semana libre y luego no sé….tengo que mirar el cuadro de horarios. Es un puto jaleo.

El caso es que el domingo pasa con "cierta" normalidad aunque no me encuentro muy bien, el lunes más o menos también pasa normal pues intento hacer mi vida cotidiana, intento no pensar en ella…pero se queda en eso…en el jodido intento porque el martes ya no puedo más. Me he estado conteniendo las ganas de llamarla, de saber de ella, no puedo dejar de pensar en Jennie, esa mujer me va ha trastocado, me ha vuelto completamente loca y únicamente besó mi mano…pero joder que beso…qué ternura… cómo me miró….¿Qué me pasa? ¿Me gusta una mujer? ¡Joder sí! ¡Sí me gusta! ¡Ella me gusta! ¿Y cómo debo interpretar ese beso? No quiero interpretarlo quiero volver a vivirlo! ¡Quiero sentirlo!

Guardaré Mi Libertad - JenlisaWhere stories live. Discover now