Πρόλογος.

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El día era soleado y alegre, en los campos del templo de Afrodita se hallaban tres diosas, la diosa de la belleza, la diosa de la agricultura y la diosa de las estrellas.
Charlaban amenamente entre ellas, soltando risas delicadas y bebiendo vino, de pronto sus planes de continuar con esa charla que mantenían se vio interrumpido por la diosa de las estrellas, el brillo del día desapareció y los cielos se obscurecieron tomando a Asteria entre la obscuridad y haciéndola levitar, sus bellos ojos azules se volvieron opacos y de su garganta una voz profunda resurgió.

-Eh aquí la profecía, cuando las estrellas toquen la tierra, ese día en el Olimpo un niño nacerá, su belleza será tal que los mismos dioses lo desearán, más solo a uno pertenecerá, su bondad causa de envidia será.
Escuchad bien está profecía, pues es vital saber que al cumplir los 19 años el sello que se le ponga desaparecerá, su vida cambiará y la verdad descubrirá, su infierno comenzará.
Temblad dioses, temed pues una profecía se le revelará y el destino de dos reinos en esa profecía estará.

Así como vino la obscuridad se fue, había pasado tan solo unos segundo para que la profecía sea dicha.
Asteria recobró su belleza y fue depositada en los suelos inconsciente, las diosas que estaban presentes se vieron entre ellas y fueron al templo de Zeus.

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El Olimpo se encontraba en un caos completo, una profecía había sido revelada, el nacimiento de un nuevo dios y con él el futuro de dos reinos, cuando las diosas llegaron con la noticia de la profecía invocarón a los demás reinos, los cuatro reinos se hallaban discutiendo el asunto de la profecía, unos más preocupados que otros.

-¡Debe morir! ¡No podemos darle la dicha de la vida si traerá destrucción!

-Apolo, cálmate, aún no ha nacido.

-¡Traerá guerra!-exclamó Apolo.

-¡Solo será un niño!-exclamó una de las diosas.

-Padre, debes decidir-habló con un poco de calma el dios de la luz-, Hades puede llevárselo y tirarlo como alimento de las bestias, Titanes e incluso puede ser alimento para su perro, así la profecía no se cumplirá.

-Apolo, ¿estás escuchando lo que dices? El infante aún no a nacido y tú ya quieres tirarlo a los brazos del inframundo, además...

-¡Entonces que condenen a la madre!

-¡Apolo, escucha! ¡No sabemos ni quienes serán los padres! ¡La profecía no dijo de quién será su creación! ¡Puedes ser tú quien lo lleve en el vientre!

-¡Yo no procrearía un hijo que traiga destrucción!

-Necesitas reposar Apolo, esto te está alterando deja que tu esposo te lleve a tus aposentos.

-¡Padre, debe morir!

-¡Ares! Lleva a Apolo a su templo-dictó el dios de dioses y Ares tomo a su esposo del brazo para sacarlo de ahí.

-¡Padre, no puede vivir! ¡Suficiente sangre fue derramada! ¡Ya bastantes guerras se liberaron! ¡No podemos darnos los lujos de más guerras!-gritaba Apolo mientras era arrastrado hacia la salida.

Los dioses presentes solamente escuchaban, algunos apoyaban y otros lo miraban con horror, nadie sabía que hacer.

-Padre, Apolo tiene razón-una de las diosas se acercó a Zeus-. Suficientes guerras ya fueron dadas y...

✨Γιος μιας θεάς.✨Where stories live. Discover now