CAPÍTULO 55 ~ "Y de repente, todo se va a la mierda"

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―Ingrid ¿Qué sucede? ¿Quién es?―Pregunta Nayla con preocupación. Intento regresar al presente, y sonreír.

―No, no es nadie. Creo que se equivocaron de número.―Bloqueo mi celular y lo meto de nuevo a la bolsa.

Sé que fue Lucía, de eso estoy más que segura. Y sea lo que sea, es sobre Elliot. No tengo la menor idea de que es lo que este tramando para separarnos, pero no lo lograra. Estoy casi segura.

―¿Segura? Te veías mal, como pálida y así.―Dice Eliza.

―Enserio chicas, estoy bien.―Pero Nayla no terminaba de tragársela, ya que me miraba fijo queriendo leer mi expresión.

―Bueno.―Se encoge de hombros.―Deberíamos ir a celebrar mi victoria.―Sonríe ampliamente.

―No puedo.―Digo instantáneamente.

―Ni yo.―

―¿Por qué?―Frunze el ceño.

Pienso por un momento. No puedo decirle que pienso ir con Elliot a celebrar nuestro primer mes ya que nos olvidamos de hacerlo en la fecha real.

―Tenemos un trabajo importante de literatura que hacer.―Dije “tenemos” para librar también a Nayla. Esta me mira agradecida.

―Oh, bueno. Ya será después.―El timbre para regresar a clases suena.―Me voy chicas. No me extrañen.―Se da la vuelta y camina para irse.

―Ahora si ¿Qué está pasando?―Me mira.

―Es Lucía. Me envió un mensaje diciendo “Espero que le vayas diciendo adiós a lo que más amas, él no regresara a ti, de eso me encargo yo” o algo así.―Sacudo un poco la cabeza.

―De seguro esa perra va a llenarle la cabeza de mierda y mentiras a Elliot.―Se cruza de brazos.

―Quizá. Debo hablar con él. Tengo un mal presentimiento.―

―Tienes razón ¿La próxima clase la tienen juntos?―Niego con la cabeza.

―No, no la tenemos juntos.―

―Llámalo, pregúntale donde están y sáltense las clases que quedan. Aléjalo de esa perra y dile que ella intentara hacer algo en tu contra.―

―Nos hemos saltado ya muchas clases.―Saco mi celular de la bolsa.

―Por favor, nunca faltas. No pasara nada.―Asiento.

Desbloqueo el móvil y marco el número de Elliot. Cinco tonos y me manda al buzón

―Maldición.―

De seguro ya se metió a la clase.

―Márcale de nuevo.―Hago lo que me dice. Al tercer tono, la llamada es cortada. Frunzo el ceño y miro el aparato.―¿Qué pasa?―

―Me corto la llamada al tercer timbre.―Digo ya un poco inquieta.

―Quizá se equivocó de botón. Me ha pasado.―

Intento de nuevo, pero esta vez me manda directo al buzón diciendo que el número no está disponible.

―Lo apagó.―Digo con incredulidad.

¿Qué demonios está pasando? Más bien ¿Qué demonios hizo Lucía?

―¿Qué?―

―Lo apago.―Repito.―Algo malo pasa.―Muerdo el interior de mi mejilla.

Nayla trato de convencerme que todo está bien.

Entramos a biología.

―Que sea la última vez que llegan tarde señoritas Royce y Bomer.―Nos dijo el maestro antes de dejarnos pasar.

Mis Pervertidas FantasíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora