¹ Witch || Van Helsing

La elección†

No hace mucho, cuando aún eran recientes las visitas de Drácula a los pueblos para saciar su sed junto a sus esposas, en un pueblo donde todos vivían en paz ━━como en cualquier pueblo pequeño━━ vivían una de las familias más ricas del lugar. Los George. Eran los dueños de la mayor parte de aquel pueblo, prácticamente los jefes de ahí. Pero no por eso menospreciaban a la gente que no podía trabajar o de escasos recursos. De hecho gracias a ellos no había ese problema ahí.

El padre, Samuel George, era alto, de porte elegante, cabellos rojizos como el color de un ladrillo, nariz afinada y ojos verdes.
Elizabeth George, la esposa del antes mencionado, era una una mujer un poco más alta que cualquiera ahí, más bella que las demás, una cabellera castaña rizada suave al tacto, y el mejor carisma de todo el lugar.
Y su hija, Katherina George, la chica más cariñosa que podrías conocer, ojos verdes, cabellera con la textura de su madre pero el color de su padre. Un poco más alta que su madre, de piel clara y nariz refinada, con ojos verdes.

Los tres estaba contentos con lo que hacían. Jamás se detuvieron en sus planes.

Hasta el fatídico día.

Una noche ambos padres venían de regreso en su carruaje, casi cerca de su pueblo.
Su hija los esperaba ansiosa cerca del bosque, cubierta con una capa roja cuál carmín debido al frío que hacía, ya que esa misma mañana había recibido una carta de ellos informándoles acerca de su llegada.

La vías estaban solas, solo se oía el ruido de los caballos y ruedas en todo el bosque. Creyendo que eran los únicos ahí.

Estaban equivocados.

Esa misma noche las esposas y Drácula habían salido de noche. Pues el deseaba una cuarta esposa, y no precisamente que fuera mortal. Buscaba a una bruja para que le ayudara a darle vida a sus hijos.

La encontró. Pero ella no era fácil.
Se le escabullía por todas partes, tratando de defenderse a capa y espada, pues no quería vivir como esclava de él.

Lamentablemente llegaron a dónde iban los padres, el carruaje era lo único que los separaba. Y los George dentro no tenían idea de nada.
Hasta que algo por fuera comenzó a destruir su carruaje. Haciendo que ellos gritaran demasiado fuerte del espanto.

Su hija, fuera del bosque, los oyó. Y sin dudarlo se metió a la oscuridad del bosque. Guiándose por los gritos de terror y dolor de sus padres.

Estaba muy cerca de llegar a ellos cuando algo la agarró por los brazos y la boca. Escondiéndola detrás de los árboles. Pero dejándola ver cómo sus padres eran la cena de los cuatro vampiros.

Se dejó guiar por quién la había salvado lejos de ahí pues estaba en estado de shock por lo que acababa de ver. Tratando de hacer el menor ruido posible. Pero aún así derramando lágrimas silenciosas.

Encontraron un lugar seguro, completamente cubierto por árboles. Ahí la persona que la había guiado se quitó la capucha de la capa que traía. Dejó ver a su salvador, que había resultado ser una mujer.

Los vampiros a la lejanía trataban de encontrar a su presa, por el olor que desprendía. Aunque se confundían con otro aroma incluso más apetitoso para los cuatro que se combinaba con ese.

La bruja le explicó todo. Cómo había llegado ahí y como era perseguida por Drácula para convertirla en su cuarta esposa. Cosa que ella no quería, y que peferiría morir antes de ser una esposa de él. Sirviéndole y usando sus poderes para beneficio de él.
Lo que sí quería era hacer que sus poderes no se perdieran, ya que una bruja también era capaz de matar a un vampiro.

Una idea cruzó por su cabeza, traspasarle los poderes a la joven que tenía frente ella.
Claro que la pelirroja se negó, principalmente porque sabía que la gente tenía miedo de cualquier monstruo o persona que no fuera igual que ellas, pues normalmente les daban muerte, también quería seguir teniendo su vida normal, aunque sus padres ya no estuvieran con ella.
Pero sin hacerle caso a sus peticiones la bruja lo hizo.