Capítulo Diez

768K 38.1K 441K
                                    

10.

El tiempo es inestable, así como la vida fortuita. Y juntos, hacen que la existencia misma sea solo un accidente. 

Lo primero que vio al abrir los ojos fue una mata de cabellos negros que se deslizaban por sobre una piel blanquecina y tersa. La chica a su lado dejaba ver poco más de su espalda baja mientras dormía delicadamente. 

Él volteó a ver hacia el reloj en su mesa de noche, era la una de la madrugada y él no podía creer todo lo que había pasado el día anterior. 

Quizás era la chica, quizá su buena suerte. Fuese lo que sea, él empezaba a creer que su vida no era tan vacía como siempre creyó. 

Cerraba los ojos y los momentos se repetían una y otra vez frente a él. Había tenido una de las mejores tardes de su vida, y quería no sonar tan patético pero la calidez en su pecho comenzaba a quemarle. 

Tuvo un gran partido, fue la estrella. Incluso después de pasar horas con su amada en el bosque, de llegar tarde al juego y de creer que estaba acabado, no fue así. 

Uno de sus compañeros resultó lesionado y él llegó justo a tiempo para ser el salvador del marcador, ganaron el juego y él consiguió despertar con la pelinegra en su cama. 

Ella se removió, despierta, y volteó su cuerpo hacia él. Sunhee le sonrió con timidez, por la forma en la que sus ojos le recorrían y su pose, en la que recargaba la cabeza sobre su brazo junto con su pecho expuesto. 

—Basta de verme así, me avergüenzas —le dijo.

—Lo siento, no me canso de admirar lo bonita que eres.

—Cállate, eres un tonto. 

—Tendrás que acostumbrarte a mis tonterías. 

Él sonreía; pero la mirada de aquella joven estaba llena de incertidumbre por encima de su locura. Cuando su expresión se volvió más bien seria en medio de la tribulación de sus pensamientos. 

Por una vez en su vida, parecía que todo le salía bien, hasta que ella le vio con pesar.

—Seokjin.... Tú...

—¿Yo? 

—¿Me extrañarás cuando me marche? —soltó Sunhee sin dejar de verlo. La luz del exterior de la ventana se reflejó en sus ojos. 

Seokjin definitivamente abrazaba la idea de que ella se quedara a su lado para siempre, un futuro desconocido no sonaba tan mal si podía vivirlo a su lado y sentirse como un pequeño ilusionado todos los días de su vida. 

Como un adolescente, había comenzado a soñar cometiendo el error más humano de todos: estaba demasiado enamorado de ella como para darse cuenta. 

Pasó una mano por su cabello, y le dio un pequeño beso en la frente exhalando contra su piel, sin saber qué decir, sin saber que eso exactamente iba a destrozarlo.

—Eso no responde mi pregunta —volvió a hablar ella. La manta blanca sobre su cuerpo contrastaba con la oscuridad de su cabello y su figura en sombra que solo dejaba a la vista la silueta de sus senos. 

El castaño tragó saliva con fuerza y sus labios temblaron cuando intentó abrirlos.

—Creo que... —suspiró—no quiero que te marches. 

La noche que fue la sensación del lugar estaba a punto de desaparecer. Cada recuerdo es a un accidente, así como un aleteo de mariposa, un huracán. 

...

100 días antes de.

—Para ser un principiante, eres bastante bueno.

LA TEORÍA DE KIM.《version one》Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon