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-Wonwoo... ¿hablas en serio?- Mingyu estaba aún atónito por todo lo dicho por Wonwoo, su pecho se sentía cálido y no quería que la sensación se fuese nunca más, un cosquilleo en su estómago lo hizo sonreír un poco mientras seguía analizando las palabras y el bello rostro que tenía en frente.

-Sí, ¿no me crees?- Wonwoo aún estaba afligido después de haberse desahogado en gran parte.

-¡Sí, si te creo!- Mingyu habló rápidamente, no quería que Wonwoo lo malinterpretara nuevamente -es sólo que... yo debería estar pidiendo perdón...

-¿Por qué lo dices?

-Porque yo te grité... yo empecé esto, yo te traje aquí a la fuerza...

-Mingyu... yo- Wonwoo no termino de hablar y Mingyu lo rodeó con sus brazos en un cálido abrazo.

-Lo lamento Wonwoo, juró que me habría encantado conocerte en otras circunstancias... si hubiera sido así nunca te habría traído hasta aquí, no de esa forma... tampoco quise gritarte, es solo que... tenia miedo...

-¿Miedo?- Wonwoo preguntó asombrado aún con Mingyu rodeandolo con sus brazos.

-Tenía miedo que te hicieran algo, no me perdonaría verte mal por mi culpa... pero tenía más miedo de no poder negarme... de que siguieras pidiéndome ir, no puedo negarte nada Wonwoo, no sé porque pero siento la necesidad de protegerte y si me seguías pidiendo ir terminaría diciendo que sí... mi mayor solución fue gritarte, lo lamento...- Mingyu terminó de hablar y Wonwoo aún estaba impresionado.

Sentía su corazón ir a mil por hora, podía sentir sus ganas de sonreír asomándose y levantando las comisuras de sus labios, había un cálido calor en su pecho, se sentía contento, tranquilo, abrazo a Mingyu de vuelta y reposo su mejilla en su hombro -supongo que ambos estuvimos mal... ¿ahora estamos bien?- Wonwoo preguntó y Mingyu asintió sin más que decir.

-Ve a dormir Wonwoo... mañana nos vemos- Wonwoo asintió y Mingyu se levantó camino a su habitación, esa noche ambos dormirían como nunca.

-¡Mingyu, te llegó una carta!- a la mañana siguiente, Minghao entró gritando a la habitación de Mingyu con Jun a su lado con una caja en las manos.

-¿Por qué gritas...?- Mingyu se enderezó en la cama mirando a Minghao aún demasiado somnoliento.

-Bañate Mingyu, aquí huele a muerto, pero respondiendo a tu pregunta, te llegó esto- Minghao apuntó la caja que Jun tenía en sus manos.

-¿Qué es?

-No lo sé, veela- Minghao comenzó a caminar hacia las ventanas y abrió las cortinas de par en par dejando entrar la luz solar.

-Jun... ¿por qué?- Mingyu miró rogando con la mirada hacia Jun, este de inmediato notó lo que Mingyu le pedía.

-¡Amor!, ¿vamos a ver a Wonwoo? quizás ya puede sacarte el parche.

-¡Verdad!, vamos... Mingyu avisame que viene dentro de esa caja.

Ambos se fueron y Mingyu respiró aliviado, Minghao era como su madre, incluso se atrevía a decir que era peor... gracias a Díos Jun era su salvador ante éste .

Mingyu tomó una ducha rápida, pensaba en vestirse de traje como siempre, pero era mejor no rozar su herida con nada, sabía lo incomodas que eran las camisas así que tomó una polera manga corta y se sentó en su cama para abrir la caja que Jun había traído.

Era negra y tenía una cinta envolviendola, adentro había una carta roja con colores negros, "Una gran fiesta será llevada a cabo este Viernes para celebrar al gran Señor Seokmin, esperamos su participación y la de su pareja con anhelo, se despide La familia Lee". Abajo de la carta había unos cuantos pétalos rojos, todo contrastaba a la perfección y era bastante elegante, Seokmin era su amigo desde hace unos años y sabía que su cumpleaños sería el Viernes, ya no había nadie que lo estuviera siguiendo y estaba todo "solucionado" con la familia Song, debía ir a comprarle el regalo y el centro comercial era la mejor opción.

Now or never ¦ MeanieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora