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Ellos no se comportaban como los demás. A diferencia de otros, Jaehyun y Doyoung no se pasaron sus números telefónicos para quedarse hablando vía texto hasta altas horas de la madrugada. Ambos se daban saludos silenciosos, se dedicaban miradas cálidas que transmitían absolutamente todo lo que pensaban evitando así conversaciones incómodas e innecesarias.

Ahora, Jaehyun se quedaba después de clase cada vez que el club de música estuviera inactivo porque sabía que Doyoung estaría ahí, esperándolo para que fuese su compañía cuando quisiese comenzar una nueva canción. Y no solo el piano, el menor también solía acompañarlo con una guitarra (que su amigo canadiense le enseñó a tocar) a veces incluso ayudándolo en los coros provocando que se formara un ambiente único.

Taeil le había comentado sobre lo asombrado que estaba cuando le preguntó a su amigo si quería que lo acompañara en el próximo partido y que este haya accedido inmediatamente, sin siquiera pedirle un favor a cambio. Después de todo, ahora estaba él para brindarle la compañía que necesitaba.

Pero aquello no fue nada comparado con lo que sucedió un par de días después. Porque no, definitivamente nadie se esperó que el mismísimo Kim DongYoung fuera a sentarse en las gradas de la cancha de baseball a observarlo por cuenta propia en los entrenamientos. El chico lo esperaba de la forma en la que él lo hacía, tomando sus manos cuando el menor se acercaba de manera que parecía natural, entrelazando sus dedos viéndose única y exclusivamente a los ojos.

Aunque bueno, esos momentos se veían interrumpidos por los tontos de sus amigos quienes se acercaban apropósito a romper su burbuja; Johnny zarandeándolo por los hombros, Mark revolviéndole los cabellos y Taeyong y Yuta gritándole incoherencias de fondo.

Y hoy, por supuesto, no iba a ser la excepción.

Sus amigos corrían como idiotas por toda la cancha, Mark tirándose dramáticamente al suelo y Yuta imitando la acción, mientras que Taeyong y Johnny dejaron de correr por unos segundos cuando el primer nombrado gritó el nombre del chico al que Jaehyun estaba sosteniendo de la mano.

''¡Doyoung! ¡Si lo besas quizás nos de suerte para el partido de mañana!'' YoonOh se volteó a verlo como si quisiera matarlo mientras John Seo reía a carcajadas. Yuta y Mark se sentaron sobre sus lugares para no perderse de nada.

Se volteó de nuevo a ver a Doyoung, quien había desviado su mirada seguramente apenado. Jaehyun quería tomarlo de los hombros y decirle que estaba bien, que lo único que realmente deseaba era que nunca dejara de mirarlo como lo hacía y que en lo posible no soltara su mano. Por eso, no se esperó que quien lo tomara de los hombros fuera Doyoung, teniendo que pararse levemente de puntitas para lograr plantarle un beso en la mejilla.

Sus amigos se pusieron como locos y comenzaron a correr (de nuevo) alrededor de toda la cancha a la vez que gritaban ''¡victoria asegurada!'', mientras YoonOh intentaba no morir.

Baseball lover ||JaeDo||Where stories live. Discover now