Medicine II

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[You've got a warm heart,
You've got a beautiful brain.
But it's disintegrating,
From all the medicine.
(...)
You could still be,
What you want to.
What you said you were,
When I met you.
When you met me.
When I met you.

Medicine, Daughter.]

[Tienes un corazón cálido,
Tienes un hermoso cerebro.
Pero se está desintegrado,
Por toda la medicina.
(...)
Aún puedes ser,
Lo que quieres.
Lo que dijiste que eras,
Cuando te conocí.
Cuando me conociste.
Cuando te conocí.

Medicine, Daughter.]

¿Quién colocó la flor en aquel jarrón?

Cuando Sasuke Uchiha salió de la casa de Naruto Uzumaki tenía una sonrisa tonta. Agradeció que no hubiera nadie que fuera testigo de tan indigna expresión en su rostro. Ahora entendía un poco porque las personas que decían que el amor era como una gran rosa roja. De verdad que sí.

Naruto diciéndole que estaba bien que intentaran tener algo, le pareció la cosa más increíble que hubiera escuchado. Aunque llamar "algo" a su relación fue tan torpe de su parte, a Sasuke le pareció correcto, porque "algo", era difícil de definir. Y lo suyo era así: difícil de definir con palabras.

¿Cómo vivió la flor?

Había días en los que se tomaban de la mano, lo hacían con miedo, con temor, con duda.

Casi siempre fue Sasuke el que tomó la iniciativa cuando se trató de contacto físico porque era la única forma que conocía para expresar su cariño. Nadie nunca le dijo cómo hablar sobre lo que sentía. Porque en su familia los hombres no eran ni serían educados para ser sentimentales o románticos. Los hombres eran instruidos para ser líderes, sobresalientes y razonables.

Naruto era el de las palabras. El de las frases casi cursis y los susurros cariñosos. El que sentía con intensidad. El que se emocionaba, el transparente, el que se avergonzaba cuando Sasuke lo tocaba, porque no hubo alguien en el pasado, externo a su familia, que le acarició con tanto cariño.

Había días en los que se abrazaban.

Y permanecían mucho tiempo así, sin decir nada, escuchando el ruido de sus respiraciones y el palpitar de sus corazones. No necesitaban palabras en esos momentos. La comodidad de los brazos del otro era lo único que les urgía.

Había días en los que Sasuke tocaba el rostro de Naruto, buscando algo que le disgustara pero no lo encontraba y de alguna manera, eso lo hacía feliz.

Había días en los que Naruto miraba la cara de Sasuke, buscando algo más para admirar, pero descubría con sorpresa que ya conocía todo de ella.

Había días en los que se amaban tanto que la intensidad con que lo hacían los lastimaba.

¿Cómo se marchitó?

Sasuke sabía desde un principio que su relación con Naruto era un error, pero no para él, sino para la sociedad en la que vivían. Hubo veces en las que escuchó a su padre hablar sobre las relaciones homosexuales con repudio. Su madre y su hermano nunca dijeron nada en contra, sólo se mantuvieron en silencio, probablemente porque los comentarios de odio no iban con ellos.

Cielo azulWhere stories live. Discover now