Day X: Escape with him.

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Los asientos del autobús eran cómodos y aún más sabiendo que estaban juntos. No sabían a dónde irían pero tampoco se lo cuestionaron. Miraban por las ventanas desorientados y cedientes sobre qué le deparará el destino.

—¿Por qué estamos escapando? —mostró incredulidad Spinel, mirando sus manos inquieta.

—Porque estamos cansados de vivir aquí —Spinel nunca se había parado a pensar en si estaba cansada o no, era confuso en ese momento. El celular sonó en su bolsillo y lo sacó, haciendo una mueca por la sensación de vibración. —¿Quién es? —cuestionó Steven mirando el celular entre sus manos.

—Connie —se mostró tranquila —parece que ya no está más enojada.

—¿Enojada? —cruzaron miradas.

—Por salir contigo —apretó el botón verde y se acercó el celular a su oído, volviendo con su rostro de neutralidad y mirada muerta. —¿Connie? —un silencio apareció en la otra línea. Esperó varios segundos y sintió la mirada inquietante de Steven, comenzando a incomodarla. —¿Connie? —repitió confundida.

—¿Spinel? ¿Dónde estás? —la voz de la morena era algo apagada, con hilo de voz y sonaba algo rasposa.

—Con Steven, estamos escapando —el ceño fruncido del muchacho apareció.

—No puedes decirle eso —pronunció entre dientes.

—¿Qué?

—Lo que escuchaste —contestó Spinel mirando sus manos. Volvió al silencio.

—Corta —ordenó el muchacho, haciéndole señales.

—¿Por qué? —la de raíces oscuras lo observó.

—Porque debes cortar —contestó entre dientes. Spinel arrugó la nariz.

—Esa no es una razón —formó un leve puchero. Steven se inclinó a ella, con intenciones de quitarle el teléfono.

—Spinel —llamó Connie a la otra línea. Su voz sonaba extraña. Steven se apoyó en los muslos de la muchacha e inclinándose, forcejeó con Spinel para quitarle el celular.

—¿Qué pasa, Connie? —Spinel arrugó la nariz y colocó una mano en el pecho del muchacho, inclinándose hacia atrás.

—Te amo mucho —contuvo el llanto. Spinel apretó el agarre, arrugando la camisa del chico. —No me importa que lo ames a ese idiota–cretino, te juro que te amé, amo y te amaré... Hasta el día de mi muerte.

—Creo que es una exageración, el futuro en incierto, Connie, hace unos momentos creí que estabas enojada conmigo. No puedo tomarte en serio cuando estás seria —Connie soltó una vaga risa.

—¿Eso crees? Es una lástima —chasqueó la lengua —ni yo puedo tomarme en serio.

—¡He dicho que cortes! —le gritó Steven, golpeando la mano de la autista, causando que ella suelte un quejido y un sobresalto. El teléfono le zafó de las manos y cayó al suelo del autobús, meneándose en este. Steven se inclinó dispuesto a agarrarlo pero por impulso, Spinel lo tomó del cabello y lo tiró hacia un lado. Lo tomó de inmediato.

—... Imprudente. Lo siento si te interrumpí, es que de verdad necesitaba aclarar las cosas antes de——Spinel hizo una mueca.

—Repite lo que dijiste —pidió Spinel —es que Steven insiste en que corte —una milésima de silencio, funcionó para que Connie suelte una risa dolorosa.

—¿Sabes qué, Spinel? Disfruta tu escape con Steven —pronunció con dolor.

—¿En serio? —un rostro de emoción apareció en Spinel.

—¡Pues claro! Apuesto que él sabe cuidarte mejor que yo. Tengo que hacer algo  —Spinel frunció el ceño.

—¿Qué cosa?

—Oh, es... Un pequeño contratiempo. Luego de esto... —suspiró —... Necesitaré tiempo, por ende, no me verás en mucho tiempo.

—¿Por qué? ¿Tiempo para qué?

—Para pensar —se escuchó cómo relamía sus labios. —Pero no te preocupes, en verdad no es tu culpa, es todo obra mí——Spinel miró a Steven que le arrebató el celular y cortó.

—¿Por qué hiciste eso? —se mostró incrédula.

—¡No puedes decirle a nadie que estás conmigo o que escaparás! ¡Eres una idiota! —él guardó el celular de su novia en su bolsillo y suspiró por la nariz. —Dios.

—Connie no le gustará si se entera que me insultaste —pronunció la chica arrugando la nariz y frunciendo el ceño.

—Connie no se enterará porque ella no importa —se apoyó en el barandal y miró por la ventana. Spinel se quedó callada y lo tomó de la mano, entrelazando sus dedos.

...

—¡Qué cuarto más grande! —exclamó Spinel y se tiró en la cama mirando el techo.

—Es lo poco que logré robarle a mi padre —rió y se sentó a su lado. —A pesar de ser un motel, es un lugar bastante lindo.

—Lo es —afirmó y se inclinó a agarrar una de las revistas y comenzar a leerlas. —Mira: apareces en la portada —apoyó su dedo con firmeza en la cara del muchacho posando y parpadeó.

—Sí, pero da igual —le quitó la revista de las manos y la acostó con mejor comodidad en la cama. Se colocó encima de ella y ella lo miró con inocencia. —¿Estás cómoda? ¿Te incomoda si te toco? —preguntó acariciando la mejilla de la chica. Spinel parpadeó y se inclinó, acentuando el contacto con la mano ajena.

—Me siento bien —susurró formando una leve sonrisa mientras lo mira.

—¿Del uno al diez?

—¿Por qué tendría que puntuarlo? —cuestionó. Steven rió por su ocurrencia y se inclinó a besarla. Spinel quedó con los ojos abiertos, permaneciendo quieta.

—Oye —susurró cuando se separó —debes mover la boca y cerrar los ojos —parpadeó —para así es más cómodo y tienes más contacto.

—Oh —asintió y volvieron a unir sus labios. Spinel abrió la boca con brusquedad, mientras que él intentaba hacer un beso suave y luego pasar a algo erótico. Steven colocó una mano en el pecho de ella y se separó, sintiendo la saliva de la chica bajar por las comisuras de sus labios.

—No, no, así —se inclinó nuevamente, ladeando la cabeza y comenzó un beso donde él podía tener el control. La chica frunció el ceño al no captar a la primera pero logró seguirle el paso con torpeza. Finalmente fue separado por ella —¿qué te pasa?

—Es incómodo —arrugó su nariz.

—¿Entonces qué quieres? —Spinel se removió y miró las esquinas del techo.

—Quiero que sea más fuerte.

—¿Fuerte?

—Claro —contestó como si eso explicase todo. Él mordió sus labios y los relamió, confundido, pero decidió intentarlo. La tomó de la nuca y se aferró a ella, apegando sus labios y moviéndolos con algo de lascividad. Al separarse, ella lo miró incrédula.

—¿Así? —ella jadeó y asintió, volviendo a unir sus labios como si de una adicción se tratase.

Autismo | Stevnel [Remasterizado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora