Hazme explotar (Katsuki Bakugou y tú )

14. Es un juego

- Vale, vale, ahora me toca mí. Elijo atrevimiento - Kirishima leyó con atención - "Intenta seducir a la persona de tu derecha".

A su derecha estaba Katsuki, que abrió los ojos espantando.

- Allá voy tío, ¡no te vas a poder resistir!

Comenzó a bailar a su alrededor, moviéndo las caderas mientras le acariciaba el pelo al rubio, quien miraba al infinito con cara de pocos amigos. Los demás animábamos al pelirrojo y dábamos palmas.

- Vale Katsuki, te toca - dijo Kirishima volviendo a sentarse.
- Verdad, paso de moverme - resopló.
- "¿Qué persona de esta habitación te parece más atractiva?".

Inmediatamente y sin abrir la boca, Bakugou se quitó la camiseta. Involuntariamente, dirigí la vista hacia su torso. En su musculado abdomen, todavía quedaban algunas marcas de la pelea. Entendimos que no quería responder.

- Siguiente - murmuró, mirándome de reojo.
- Vale, ___, tú dirás - intervino Kirishima.
- Atrevimiento - no me lo pensé demasiado.
- "Dale un beso en los labios a todas las personas de la habitación" ¡Uuh, éste es bueno!

Me sonrojé, no me esperaba esa prueba, pero me pareció divertida.

- Vale, si a vosotros no os parece mal...- titubeé.

Miré a Deku y él asintió con la cabeza. Estaba de acuerdo. Me acerqué y rocé sus labios, me separé con una sonrisa. Él también sonrió. Fue un beso bastante natural.

Después fue el turno de Uraraka, que tras besarla empezó a flotar, simulando una gran emoción.

Los labios de Todoroki me sorprendieron. La parte derecha estaba más caliente que la izquierda.

Momo creó matrioskas descontroladamente, fingiendo que el beso la había vuelto loca. Al igual que Denki, que fingió una sobrecarga.

Tsuyu tenía los labios más fríos que cualquiera de los demás. Y Kirisihima casi me muerde con sus dientes afilados.

Llego el momento de besar a Katsuki. Estaba visiblemente nervioso, mirando al suelo y totalmente rojo. Me arrodillé delante él.

- Eh, - susurré - es un juego, no tienes por qué hacer nada que no quie...
- ¡No me subestimes, maldita sea!

Antes de que pudiese reaccionar, rodeó mi cintura con su brazo izquierdo y me atrajo hacia él, haciéndome chocar contra su pecho desnudo. Posó sus labios sobre los míos con fuerza, mientras me sujetaba la cabeza con su mano derecha. Era un beso firme pero delicado a la vez, hizo que un escalofrío recorriese mi espalda.

Instintivamente, coloqué mis brazos alrededor de su cuello y se lo devolví. Él me estrechó todavía más contra su cuerpo.

Unos instantes después nos separamos, sin aliento.

- ¿Un abrazo delante de los demás no y esto sí? - susurré entrecortadamente - Vale.
- Tsk - me miró directamente a los ojos con una media sonrisa.

Me apoyé en él para volver a sentarme en mi sitio. Estaba un poco mareada. En ese instante me di cuenta de que a nuestro alrededor se había hecho el silencio y que todos nos miraban con la boca abierta.