Hazme explotar (Katsuki Bakugou y tú )

20. Suerte

Los días fueron pasando, fin de curso estaba cada vez más cerca y los exámenes se nos acumulaban. Con tanto trabajo, últimamente a penas había podido pasar tiempo a solas con Katsuki, incluso habíamos tenido que suspender nuestros entrenamientos habituales.

Una tarde, decidimos quedar para estudiar en su habitación. Él se sentó en el escritorio y yo me tumbé bocabajo en su cama para repasar los apuntes. Sin embargo ese día yo no era capaz de concentrarme, intentaba leer aquellos párrafos pero mi mirada se quedaba perdida. Mi mente estaba en otro sitio.

De pronto, una pequeña explosión retumbó justo al lado de mi oído y me sacó de mis ensoñaciones. Solté un grito ahogado y di un respingo.

- ¡Eh!¡¿Se puede saber dónde mierdas tienes la cabeza?! - gritó Katsuki, que se había sentado en la cama sin que yo me percatase.
- ¡Joder, qué susto! - me llevé la mano al pecho - No hay ningún problema, hoy estoy distraída.

Katsuki me miró, con cara de no creerse nada.

- Tsk, déjalo ya, si te lo sabes mejor que yo, maldita sea... Y yo voy a sacar un puto diez - me quitó los apuntes y se tumbó a mi lado resoplando.
- Uf, ¡qué ganas tengo de que se acabe el curso! - murmuré hundiendo la cara en la almohada.
- En cuando terminemos pienso explotar todos los malditos apuntes. - gruñó, posando su mano sobre mi cabeza y alborotándome el pelo - ¿Me cuentas ya en que estabas pensando, ah?
- Es una tontería. - levanté la cabeza - Pero bueno... mañana es el festival y... ¿has pensado que tal vez tengamos que pelear el uno contra el otro?
- ¿Y qué pasa? ¡¿Tienes miedo del gran King Explosion Murder?! - dijo con tono amenazante, rodeando mi cintura y atrayéndome hacia él.
- Ninguno. - me reí - En serio, deberías darle una vuelta a ese nombre - acaricié su espalda.
- ¿Murder Explosion King? - replicó sarcástico.
- Muchísimo mejor - suspiré poniendo los ojos en blanco.

Katsuki besó mi frente y sus labios se deslizaron por mi nariz, camino de mi boca. Me dio un ligero beso y apoyó su cabeza contra la mía.

- Si eso pasa, si al final tenemos que luchar entre nosotros... - le miré a los ojos - Yo iré con todo, ni se te ocurra contenerte, ¿vale?
-  ¿Ah? ¿Crees que pensaba contenerme? - esbozó una media sonrisa - Ni de coña.

Katsuki me apartó un mechón de pelo de la cara.

- Solo me contendría con un adversario al que considerase más débil... - frunció el ceño - Y aunque me joda reconocerlo, tú no lo eres - gruñó desviando la mirada.
- Gracias por pensar eso, Katsuki. - sonreí - Pues entonces... más te vale estar preparado.
- ¿Ah? ¿Te atreves a amenazarme? - se abalanzó sobre mí, sujetándome las muñecas.

Le apresé con las piernas y le hice rodar para colocarme encima de él.

- Sí - le provoqué con la mirada, acercando mi cara a la suya.
- Tsk - sonrió, levantando la cabeza de la almohada para besarme.

Desde ese instante todo se aceleró. Cuando me quise dar cuenta, Katsuki ya no llevaba camiseta y desabrochaba los botones mi camisa de uniforme con la boca, mientras metía sus manos por debajo de mi falda, acariciando mis glúteos.

En ese momento, se escucharon unos golpes al otro lado de la puerta. Me tapé la boca, sobresaltada.

- ¡Eh, tío! - era la voz de Kirishima - Vamos a la habitación de Sero a jugar a la consola, ¿vienes?¿Katsuki? - volvió a golpear la puerta.
- ¡No! - gritó terminando de desabrochar mi camisa y tirándola al suelo - ¡Piérdete!
- ¡Va, vente! Sero se ha comprado el juego nuevo de.... - insistió Kirishima.
- ¡Estoy ocupado, pelo de mierda! - le cortó Katsuki mientras yo desabrochaba su pantalón y le besaba el cuello.
- Tú te lo pierdes, luego te arrepentirás.
- ¡Que te largues ya, joder! - mordí su oreja y Katsuki intentó disimular un gemido.