[1] A TWIN THING, wizarding world

10 | Halloween II

X. HALLOWEEN II

Fred, George y Allison habían estado espiando a los de Slytherin entrenando. Desde luego, las Nimbus 2001 que tenían eran tremendamente rápidas. Iban andando por el pasillo maldiciendo su suerte. Estaban bastante cansados por el entrenamiento de antes.

—¿Cuántos puntos nos restaría McGonagall si volviéramos todas las escobas rosas? —preguntó Fred, pensativo. La salamandra naranja que habían atrapado trató de escurirse entre sus manos, pero la retuvo.

—El señor Malfoy os mataría, así que no creo que McGonagall os restara puntos.

—Buen punto.

—Malditos Slytherin —susurró Allison—. Si Malfoy no les hubiera sobornado con escobas nuevas...

—Podemos ganarles de todas formas, Ally —aseguró George—. Los leones somos mil veces mejor que esas serpientes.

La chica asintió, dándole la razón.

—Si encontráis una forma de volver rosas las escobas sin que nadie sospeche, hacédmelo saber, por favor. Adoraría ver la cara de Malfoy.

—Serás la primera en saberlo, Potter.

Cuando llegó a la sala común, Harry no tardó mucho en hacer presencia. Les comunicó a Hermione, Ron y ella que Nick Casi Decapitado iba a celebrar el aniversario de su muerte.

—Si cuando muera me convierto en fantasma, yo quiero una fiesta cada año. Sería estupen... ¡El lagarto está ardiendo!

Allison pasó del asunto de la fiesta para ver cómo la salamandra estaba en llamas. La salamandra comenzó a volar por el aire, soltando chispas naranjas.

—¡Fantástico!

—¡Fred! ¡George! —chilló Percy—. ¡No podéis hacer eso! Voy a tener que restaros puntos para...

La salamandra se había estampado contra la cara de Percy.

—Esto ha sido más gracioso que lo del Lago Negro.

* * *

Halloween llegó, y tenían que ir a la fiesta del aniversario de muerte de Nick Casi Decapitado.

—Queridos amigos —saludó con profunda tristeza—, bienvenidos, bienvenidos... Os agradezco que hayáis venido...

La mazmorra estaba llena de cientos de fantasmas. La mayoría se movían sin ánimo por la sala bailando el vals. Del techo colgaba una lámpara que daba una luz azul. Al respirar les salía humo de la boca; aquello era como estar en un frigorífico. Pero en un frigorífico al menos había comida.

—¿Damos una vuelta? —propuso Harry.

Empezaron a andar, observando los fantasmas que veían. Allison tenía más expectativas sobre la fiesta, y se estaba arrepintiendo de venir.