Veintisiete

29.3K 3K 7.9K
                                    

La supuesta alergia de Louis se ha transformado en gripe y Harry es capaz de ir a su casa para tan solo decirle que él tenía razón y que debió de haberle dejado llevarle al médico.

Por supuesto, no es algo que hace, porque cuando vuelve a llamar a Louis para saber en qué está, su corazón de carga de pena al escucharlo congestionado, con la voz ronca y la debilidad destilando de sus cuerdas vocales.

Han tenido una breve conversación que ha sido más Louis tosiendo que ellos hablando y es muy posible que Harry se aleje el auricular del teléfono porque el estruendo le molesta en los oídos y no lo soporta, se lo acerca cuando Louis termina de sonar su garganta, pero lo repite unas tres veces más.

Al final ha colgado después de despedirse y antes de eso le ha dicho que le llevará medicina para la tos, la fiebre que supone que tiene y el dolor de garganta que, de seguro carga, y es exactamente eso lo que se encuentra haciendo.

Está sentado en el asiento del coche, Miguel va conduciendo como siempre en silencio y quizás el millonario tiene una mano en el espacio vacío a su lado porque echa de menos la presencia de Louis. Respira, piensa que se ha acostumbrado a tenerlo allí, con sus dedos delgados en su rodilla, apretado contra su regazo y con los labios estirados esperando por un beso que él no dudaría en darle.

Vuelve a respirar, Miguel dobla en una esquina y han llegado a la farmacia, el chófer se baja del coche con una sombrilla para el cubrirlo de la nieve que cae del cielo y se dirige a abrirle la puerta. Harry se acomoda la chaqueta gruesa que lleva, su empleado se mantiene a su lado evitando que nada le caiga encima y ve de reojo como Zayn aparca al lado de su auto.

Entra al local, Miguel espera afuera, un silencio pulcro aborda el ambiente y hay tan solo unas cuantas personas distribuidas en diferentes pasillos. Harry no les presta la mínima atención y se dirige directo a la barra en donde hay una dependiente.

—Bienvenido a la farmacia Carol, ¿en qué puedo ayudarle?

—Buenas. Necesito medicinas para la tos, dolor de cabeza, garganta y fiebre, para niños por favor— Le dice.

La mujer asiente, se echa el cabello rubio hacia atrás antes de agacharse con un pequeño quejido entre los labios porque quizás ya no es tan joven como cualquier persona a sus veintitantos, Harry frunce las cejas y se aparta para ver que la barra también es una vitrina y hay varios medicamentos encima de los estantes, la dependiente rebusca y parece encontrar lo pedido y pone dos cajas con medicina encima del cristal.

Luego se dirige a los grandes estantes y allí termina de tomar lo demás, Harry agarra una de las cajas y se da cuenta de que la edad para usar el medicamento es de entre 3 años de edad hasta 12.

Louis tiene diecisiete, así que no cree que nada de eso le vaya a hacer efecto; se lo comunica a la mujer.

—Disculpa, ¿todo esto es para uso de niños entre tres a doce años?

—Si, señor.

—Mi chico tiene diecisiete, eh, no sé sí le vaya a hacer mejorar.

La muchacha alza las cejas y alzar la boca.

—Ah, lo siento— Suelta una risa avergonzada. Harry la mira sin expresión alguna porque no sabe qué es gracioso. —Es que como dijo para niños pensé que era dentro de ese rango. Su hijo ya tiene a un jovencito.

Harry parpadea y se pregunta por qué la gente siempre piensa que Louis es su hijo, él aún es muy joven para eso. Considera que sus 26 años son la punta de la juventud porque aún le falta llegar a los treinta, así que no sabe de qué va ninguna de esa gente.

La farmacéutica regresa con nuevas medicinas, la diferencia es que estos son en pastillas y no en jarabes como las cajas anteriores. Las riega en el cristal para mostrarle.

Baby Blue ✦ daddykink! [ls] | ✓Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt