Sujeta el estómago por debajo, impulsada a respirar y con la necesidad de pujar. Habían pasado minutos cuando probablemente había dilatado, teniendo en cuenta que el charco todavía continuaba ahí. Hiccup aparece por la puerta, caminando con cautela sin comprender el porque lo hacía, pero satisfecha por la llegada de Gothy y su madre, quien por cierto estaba relajada y feliz.
Ella instintivamente abre las piernas, deseosa de permitirle parir. Pero primero Gothy comprueba si había dilatado, parecía ser así por su asentimiento cuya madre capta. -Cariño, ya estás dilatada- acaricia su pelo algo sudoroso y con una leve sonrisa la cual trasmite confianza. -¿Puedo pujar ya?-pregunta ella con la respiración entrecortada. -En la siguiente contracción- dice su madre antes de que se le adelantará.
A la llegada de esa contracción esperada, cual estaba impulsando a pujar está agarra con fuerza la mano del castaño tratando de no provocarle dolor y progresa a pujar con todas las fuerzas que había acumulado. -Respira- pide su madre al verla pujar sin tomar descanso alguno- y cuando retomes vuelve a pujar.
Se toma varios segundos antes de proseguir, cogiendo todo el aire posible y pujando entre gemidos dolorosos.
El hecha una mirada de vez en cuando para ver cómo iba, sudando como si el fuera quien estaba pujando. Sintiendo el nerviosismo en la piel y acariciando la mano de esta, quien había conseguido asomar la cabeza de la pequeña bebé. -Puja más fuerte Astrid- la presiona su madre para que está pujara- puja.
Ella asiente antes de serle posible volver a pujar, mientras una pequeña lágrima resbalaba por su mejilla y exhala pronunciando leves sollozos.
Hiccup presiona un poco su mano, sonriendo levemente a la espera de su bebe.
Esta logra pujar varias veces más, antes de serle posible escuchar el llanto de un bebé quien todavía estaba unido por la cuerda umbilical, la cual es cortada por la curandera anciana.
Apoya su cabeza en la almohada y estiende los brazos recibiendo el pringoso bebé que lloraba sin cesar. -Hola preciosa-pronuncia la madre de la pequeña que, después de extender la toalla la limpiaba con ella.
