𝓐𝓾'𝓼 𝓢𝓪𝓷𝓼 𝔁 𝓛𝓮𝓬𝓽𝓸𝓻𝓪/𝓞𝓷𝓮-𝓢𝓱𝓸𝓽𝓼 ❤️

👑King!Sans👑

—La sirvienta: King!Sans x Tú —

El trabajo de un rey era el más duro de los trabajos en todo un pueblo, encargarse de los miles de problemas que solían padecer su pueblo era algo muy duro.
Incluso podía llegar a ser un trabajo de 24/7, sin un solo día de descanso, matando neuronas cada segundo solo para que vuestro pueblo estuviese en orden.

Pero era algo realista, todos alguna vez nos ha pasado que hemos estado tanto tiempo (o en su caso siglos), concentrados en algo..algo que nos consumía todo el tiempo el cual tenias, cosa que solía mantener diariamente tu mente ocupada, incluso llegaba a agotarte, pero era una seria responsabilidad, debías seguir trabajando así enfermo estuvieses.

Con tanto trabajo, ¿quién tendría tiempo para estar pensando en otras cosas?, como por ejemplo..el amor.

Aquella estremecedora sensación que solía agitar con fuerza tu corazón, te hacía suspirar por aquella persona afortunada..te hacía soñar con esa persona, protegerla, amarla, era la mejor sensación y el más grande logro que podrás obtener en tu vida.

Para aquel solitario rey sonaba algo maravilloso, porque a final de cuentas él no estaba hecho de hierro, él también quería una vida normal, sencilla en pocas palabra.
Despertar con aquella mujer que daba revoloteos en su corazón, acariciando su suave cabello, y besando sus delicados labios.

Una vez sintió algo así, una sensación similar..pero eso había sido hace mucho tiempo, ya aquel costal de huesos estaba muy desgastado como para estar pensando en esas cosas, tenía responsabilidades que cumplir y planes que pensar.

Y, aunque no lo quisiese admitir, últimamente había alguien que había hecho latir su viejo corazón. Alguien que llenaba de alegría sus mañanas..alguien que..le daba una razón para vivir.
No supo cuando sucedió, había estado hundido por tanto tiempo en sus trabajos, que cuando aquella sensación llegó fue como un balde de agua fría para su concentración.

No podía despegar la mirada de aquella joven femenina, por más que lo intentase..era algo que su corazón pedía, y quería darse aquel pequeño capricho de distraerse por milésimos de segundos de su agotador trabajo, para tan solo mirarte..

Suspirar por el torturador pensamiento de querer estar a tu lado y decirte las más bonitas palabras, decirte todos los días lo hermosa que solías lucir..

Él era un rey, podía obtener lo que quisiese..pero, el amor no se compra que ninguna moneda, el amor se ganaba. No importa las adversidades que se interponiesen, el amor siempre triunfaría.

Aunque se viera imposible..

—¿Señor?, disculpe..¿se encuentra allí?..—Preguntaste mientras dabas ligeros golpecitos a la puerta.

Tu melodiosa voz provocó que lo sacases de sus profundos pensamientos, los cuales, en ese momento tenía.

—¿Uh?, emm..adelante..—Dijo volviendo a la realidad.

La silueta de tu pequeña figura provoco que las mejillas de aquel esqueleto tomaron un intenso color rojo. Como si miles de emociones de revolviesen entre sí.

Allí estabas tu, con tu originario uniforme de sirvienta y una dulce sonrisa tallada gentilmente en tus labios.

Espera..¿una sirvienta?.
Una simple sirvienta, había hecho estallar las más de mil emociones en aquel esqueleto.
Tu eras aquella mujer que provocaba una extraña aceleración en el corazón se aquel viejo rey, era algo sorprendente, como tú; una simple muchacha que trabajaba con humildad a las ordenes del rey y él pues con obviedad, el rey del subsuelo.