«Lᴏ Qᴜᴇ Mᴇ Qᴜᴇᴅᴀ Dᴇ Tɪ»

🌫️Lotus Pier🌫️

—Conque la mano que derrite núcleos está aquí. Esto sí que es interesante. —Madam Yu extendió a Zidian, de modo que la protegió del ataque que el otro cultivador le había lanzado.

—Vete. —Wen Lingjao no se opuso a lo que el mayor le dijo y salió corriendo de la habitación. Wei Ying se dio cuenta de ello y le gritó a unos cultivadores de su clan que no dejaran escapar a esos Wen.

—Tanto tiempo sin verte, nunca esperé que te convirtieras en el perro de los Wen. —La líder Jiang estaba divertida con esa situación. Sabía que el momento había llegado. El hecho de que Wen Zhuliu estuviera ahí solo significaba que habían ido preparados para atacar a Yunmeng. Al menos, debía disfrutar un poco luchar por última vez.

—Un gusto volver a verla, Araña púrpura. —El cultivador le tenía admiración a la mujer. No cualquiera tendría el valor de enfrentarse al destino, pero no podía esperar menos de una de las mejores cultivadoras de su generación, rebasando a muchos tipos poderosos.

—Hipócrita —Y entonces la verdadera lucha se llevó a cabo. Rojo y morado hicieron colisión, causando un sonido sordo por la explosión de energía que fue superada por el estruendo que ocasionó la bengala que Wen Lingjao disparó para avisar a Wen Chao. La hora había llegado.

Aquello hizo que Wen Zhuliu, dejara de luchar contra Madam Yu. Ella salió del salón, junto a Wei Wuxian y Jiang Cheng, mientras les ordenaba a sus doncellas luchar contra el cultivador Wen.

...

—Señor, la señal de ataque se ha levantado en el cielo nocturno. —Wen Chao veía a Lotus Pier a la distancia, mientras consumía una copa de vino y con una sonrisa dio la orden de atacar al Embarcadero del loto.

Ambos bandos, pudieron ver cómo el escudo de Yunmeng surgía, así como a los cultivadores del clan Wen que empezaban a atacarlos.

—Madre, el escudo no resistirá mucho a este paso. —Jiang Cheng no sabía qué hacer, pensar o sentir. El miedo era poco a comparación con toda la colisión de emociones que estaba experimentando en ese momento. Su padre no estaba con ellos, tampoco Yanli. También esperaba con toda el alma que Huaisang estuviera bien, y esperaba poder salir con vida de aquello junto a Wei Wuxian y su madre.

—El escudo resistirá lo suficiente. Sé que no tienen sus espadas, pero no importa cómo no se dejen matar, ¿escucharon? —Ambos chicos asintieron con una mirada llena de determinación.

De pronto, los tres notaron como Wen Zhuliu atacaba a los cultivadores que formaban el escudo; uno a uno fueron eliminados y entonces el escudo cayó.

—Maestro Wen, ya nada protege a Lotus Pier. —Wen Chao se sentía dichoso por eso y, tomando el último trago de licor que le quedaba, habló con voz arrogante.

—Destruyan el Muelle de Loto. No tengan piedad con nadie, ninguno puede quedar con vida. —Y con una señal, el sirviente ordenó disparar las flechas con fuego.

Los discípulos Jiang comenzaron a tomar sus armas para combatir al clan Wen; sin embargo, muchos no pudieron llegar más lejos en su propósito, puesto que las flechas que se dirigían a ellos mataron a docenas de cultivadores Jiang. Así como también las edificaciones, que había en el muelle de Loto, comenzaron a incendiarse. Pronto, el lugar dejó de ser el hogar que todos conocían y pasó a ser el infierno mismo.

La lucha entre cultivadores empezó y el sonido de las espadas chocando, junto a los gritos de los guerreros en batalla, eran lo único que se escuchaba en el lugar. Yu Ziyuan miraba aquello y realmente quería matar a todos y cada uno de los imbéciles que se atrevían a destruirlos.

— ¡¿Quiénes se creen esos malditos para atacar a mi clan?! —Wei Ying no lograba asimilar su entorno, pero de una cosa estaba realmente seguro; matarían a quien tuvieran que matar por defender su hogar —Nadie viene y ataca a mi gente sin sentir mi ira. —Y Zidian apareció como el rayo de esperanza que Yunmeng necesitaba. Madam Yu iba al frente y los dos jóvenes a su espalda, listos para luchar.