bebe abordo; bakushima.

parte trece; bebe abordo | bakushima.

Kirishima, medio curioso, ronda la entrada principal de la puerta de la tienda. Asoma la cabeza ligeramente por los bordes con la esperanza de ver a sus otros amigos o, en el mejor de los casos, al propio Bakugou para poder mostrarle todo lo que ha elegido para su bebé.

— Kirishima.– Kaminari dijo caminando hacia él cuando lo vio muy cerca de la entrada de la tienda.— ¿Para dónde estás yendo?

— Solo quiero ir al baño.– dijo el pelirrojo.

— ¿Quieres que te acompañe? – Preguntó el rubio preocupado de que subiera dos pisos solo.

— No te preocupes Denki.– Kirishima agradeció la preocupación.— Subiré al elevador, regresaré de inmediato.

Kaminari asintió poco convencido, pero tampoco quería que el pelirrojo se sintiera sin la libertad de hacer lo que quiere solo por estar embarazado.

Kirishima agradeció la confianza y abandonó el lugar a un ritmo pausado. Caminar con su enorme bulto fue muy difícil, y sintió que su espalda comenzaba a dolerle por tanto peso, pero realmente quería orinar, así como quería poder encontrar a Bakugou, ya que según lo que dijo Todoroki, él estaba en los baños.

Espero que el ascensor llegara y abordo, tan pronto como comenzó a subir se mareó un poco, pero nada que no pudiera controlar. El ascensor se abrió frente a una joyería, y el chico dentro de ella rápidamente captó su atención por su parecido con Bakugou, por lo que rápidamente se acercó.

Se las arreglo para dar un par de pasos antes de tener que detenerse debido al inmenso dolor en su bajo vientre. Estaba intensamente preocupado cuando el dolor se intensificó y toda el área se endureció. Levantó la cabeza para tomar un poco de aire y buscar un lugar para sentarse hasta que el dolor disminuyera, pero no pudo dar otro paso.

— Qué triste.– susurró para sí mismo, congelado en su lugar.

Dentro de la tienda de bebés la situación era bastante activa y todos estaban muy deslumbrados por las pequeñas piezas de ropa. Después de que Kaminari vio a Kirishima subir con seguridad al elevador y se giró y se dejó llevar por la hermosa aura, pensando en un bonito regalo para el pequeño en el camino.

Él sonrió feliz cuando vio pequeños conjuntos de amarillo con un pequeño rayo en el frente. Había de todo, desde sombreros pequeños, guantes pequeños e incluso más calcetines pequeños que endulzaban su corazón.

— Tomaré esto, esto y esto.– dijo tomando dos pares de cada uno.— Esto también es muy hermoso... ¡Esto es aún más hermoso! Dios, quiero llevar toda la tienda.

Tokoyami, interesado en lo que su amigo rubio estaba murmurando, se acercó para ver qué había planeado. Lo encontró al lado de una gran pila de ropa amarilla y negra.

— Kaminari, no puedes comprar tantas cosas, Kirishima te regañará por gastar tu dinero.– Dijo Tokoyami asustándolo en el proceso. Kaminari se llevó la mano al pecho para calmar los latidos de su corazón.— Además, ni siquiera sabemos el sexo del bebé.

— Estoy gastando dinero en mi sobrino, Tokoyami.– Kaminari agregó una pieza más a su colección y sonrió con decisión.— Además, los colores no tienen género, así que no importa.

Tokoyami miró al rubio y nuevamente miró toda la ropa que había apilado, luego miró alrededor de la habitación y caminó hacia una sección donde había pequeños pájaros negros muy similares a él y comenzó a juntarlos en sus brazos.

— Esto se ve muy bien.– dijo, murmurando con un poco de vergüenza.— Espero que al pequeño frijol le guste.

Kaminari vio a su amigo recoger pequeños animales de peluche en sus brazos y le sonrió. Tokoyami era bastante serio y parecía muy desinteresado, pero está seguro de que también amaba al pequeño al igual que todos ellos.