Capítulo 31
En el momento en el que la rubia termino su guardia subió hasta el cuarto piso donde se encontraba la unidad coronaria y busco a Miki, quería hablar con él sobre la evolución de Leticia y también para saber si la morena todavía estaba allí ya que no la había llamado como lo prometió.
Luego de hablar con el médico de Leticia, Alba fue directamente hacia la habitación en donde aquella mujer se encontraba internada, golpeo la puerta suavemente pero nadie contesto, entro sigilosamente y vio como Leticia seguía dormida en aquella cama y como Natalia también dormía en una manera demasiado incomoda en aquel pequeño sillón.
La rubia ingreso a la habitación, observo primero los monitores de Leticia, controlando que todo este estable y luego se acercó a Natalia, noto como la doctora temblaba, al tocarla se dio cuenta de que estaba con fiebre, como esa misma mañana.
- ¿Alba? - La llamo Nat antes de que la rubia pudiera salir de la habitación.
- Nat... ¿Tomaste algo para la fiebre? - le pregunto y la morena solo negó con la cabeza intentando acomodarse en el sillón pero hizo una mueca de dolor cuando quiso moverse.
- No me debí dormir aquí, ahora me duele la espalda.- se quejó, su voz sonaba demasiado ronca, Alba se acercó nuevamente a ella y palpo su cuello, la morena cerró los ojos al sentir los dedos de Alba rozar su piel.
- ¿Te duele la garganta? - Nat asintió.- Ahora vengo.
- ¿Dónde vas? ¿No te quedaras conmigo?
- Vuelvo enseguida - le contesto con una sonrisa y salió de la habitación dejando a Nat allí.
Natalia suspiro y comenzó a toser, definitivamente debería usar barbijo si se quedaba allí, en esa habitación por mucho tiempo. Se acomodó como pudo, el sillón era bastante cómodo pero no para quedarse dormida. Tomo su celular y comprobó que tenía mensajes de su hermano donde le decía que estaría llegando a la ciudad lo más pronto posible.
Minutos más tarde Alba volvió a ingresar a la habitación, Nat miro lo que la rubia tenía entre sus manos y frunció el ceño. Alba encendió la luz de la habitación y acomodo todas las cosas que tenía sobre una mesita, mientras la morena observaba cada mínimo movimiento que hacía.
- Bueno... - dijo por fin Alba.- si me costó darte un jarabe esta mañana no quiero ni pensar en lo que me va a costar que me prestes tu brazo para sacarte un poco de sangre.-
- No, Alba. - La morena frunció el ceño.- ¿Para qué quieres una muestra de sangre?
- ¿Eres doctora y no sabes para que quiero una muestra de sangre?
- Me siento bien. - Alba la miro arqueando una ceja y la morena suspiro.- está bien.- dijo y se quitó la sudadera, extendiendo su brazo sobre la mesa que Alba había acercado.- Luego quiero una recompensa por ser una excelente paciente.
- Excelente paciente seria si te hubieses controlado la fiebre.
Alba ato el lazo en el brazo de la morena y comenzó a buscar la vena, al palparla, tomo la jeringa con la aguja, le pidió a Nat que respirara hondo y tomo la muestra de sangre para luego llenar los tubos para el laboratorio, al ser médicos del hospital, esos resultados estarían en cuestión de minutos. Luego de preparar todo, Alba tomo la temperatura de la doctora comprobando nuevamente que estaba con fiebre, busco en los bolsillos de su bata una pastilla y se la dio.
- ¿No había jarabe? - Pregunto Nat.
- Creí que no te gustaba.
- No, pero tiene mejor efecto.- la morena se encogió de hombros.
