Aria ha vivido en un orfanato desde que tiene memoria, allí es temida y nadie se acerca a ella. Ese miedo es debido a un poder que la joven tiene y además es una hacker muy habilidosa.
Esa habilidad y su poder llamo la atención de SHIELD, cierta es...
La adolescente levanto una ceja por lo que escucho, antes de levantarse de su cama donde tenia su computadora especializada para hacker que consiguió en navidad gracias a Tony.
Tanto Tony como Pepper estaban trabajando, por lo que la adolescente se quedo sola en casa, ambos adultos sabían muy bien que Aria no montaría una fiesta ni invitaría a nadie indebido.
"Wow" escucho Aria y una sonrisa se formo en su rostro al escuchar la voz de Natasha
"Hola Nat" dijo divertida Aria
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"Estas... wow, ¿Usas lentes de contacto?"
"Sip, mucha gente observa mis ojos grises, es muy molesto"
"El verde te queda bien"
"Gracias ¿A que se debe esta visita?"
"Perdón, pero ¿Cómo cambiaste y creciste tanto?" Dijo Natasha incrédula mirando a la adolescente de ahora 16 años
"Mi crecimiento es diferente a la de una persona normal, así sería como me veré hasta que cumpla los 50 y ahí me quedare de esa forma hasta que muera" admitió Aria sin darle importancia "¿Por qué? ¿Ves algo que te guste?"
Natasha pone los ojos en blanco, antes de pasarle un celular con datos de una misión que la necesitaban a ella.
Aria había realizada misiones este tiempo para SHIELD, para disgusto de sus padres, pero a la adolescente no le molestaba, sin embargo, ni una sola vez pudo encontrarse con Natasha, debido a que la espía estuvo muy ocupada los siguientes dos años desde la visita en el orfanato. Pero ambas mantuvieron mensajes y llamadas por teléfono hasta el punto que son muy cercanas.
Ambas estaban en un auto rumbo a buscar a Steve, quien desde temprano estuvo corriendo en el parque. Lo ven en una esquina hablando con Samuel Wilson.
"Estoy intentando conseguir que Steve consiga una cita, para distraerse un poco"
"¿No tiene ganas?" pregunto Aria
"No tiene tiempo, según él"
"¿Y tú?" pregunta Aria sonriéndole a Natasha
"No estamos hablando de mi" contesto con una sonrisa la pelirroja mientras miraba los ojos ahora verdes de la adolescente
Aria le guiña un ojo, antes de que abriera la ventana del auto cuando se acercaron a los dos hombros. "¡Venimos por un fósil!" dijo con una sonrisa la adolescente
