PEDIDOS ABIERTOS NUEVAMENTE!
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「teen wolf .ᐟ 」๑ೃ୭̥
❝¿cómo volver a una vida de corazones cobardes?...❞↶
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(En dónde ustedes me piden historias cortas con cualquier personaje de t...
➷ capítulo uno: scott mccall midnight rain ― taylor swift
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𝕸𝖆𝖗𝖎́𝖆 𝖊𝖘𝖙𝖆𝖇𝖆 𝖆𝖑 𝖇𝖔𝖗𝖉𝖊 de la desesperación, puesto a que llevaba varios minutos buscando su libro de física avanzada y todavía no podía encontrarlo. Su abuela iba a matarla si se enteraba que había perdido uno de sus libros más costosos.
De repente, Scott McCall se adueñó del campo de visión de la ojiazul, y esta no pudo evitar quedar totalmente idiotizada ante la presencia del moreno de último año. Hace casi 2 meses cuando María estaba recién mudada al pueblo, conoció a Scott una noche en el hospital, ambos estaban llevándole la cena a sus madres.
Desde esa noche, la castaña comenzó a interesarse en Scott.
―¡Eyyy! Tierra a María ―Habló Carla, chasqueando los dedos para llamar la atención de su mejor amiga.
―¿Qué ocurre? ―Preguntó María, volviendo la mirada hacia la pelinegra.
―Tenemos que irnos a la clase de física, ¿O te vas a quedar ahí acosando a McCall? ―Comentó riendo.
―No estoy acosándolo, y mirarlo no es un crimen ―María cerró su casillero, resignándose a no encontrar su libro.
―Tienes que ser realista, Scott ni siquiera se sabe tu apellido, y dudo mucho que recuerde esa noche en el hospital.
―Deja de apuñalarme, Carla.
La nombrada se encogió de hombros ―Lo lamento, es que no quiero que te ilusiones con un tipo que no está por ti.
A unos cuántos metros lejos de las chicas se encontraba Scott, escuchando aquella conversación con una mueca plasmada en el rostro.
Sabía que la novia de su beta no era su mayor fan, pero no esperaba que esas palabras salieran de su boca, ya que, a los ojos del moreno, María es toda una belleza.
―Gracias ―Sonrió ―Vamos, la profesora Grey nos dejará por fuera si llegamos tarde ―María amagó con tomar la mano de Carla, pero esta la alejó rápidamente.
―De hecho, he quedado con Liam para vernos en la oficina del entrenador, así que nos juntamos en el almuerzo ―Carla le guiñó un ojo a la castaña y se fue, haciendo ruido con sus botas altas.
María rió sutilmente mientras veía como Carla se fugaba de clases para pasar un momento de pura arrechera con su novio... Y claro, siendo ella la mejor amiga, le tocaba cubrir a la pelinegra para evitar que se meta en problemas.
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El timbre que indicaba el almuerzo resonó por todo el establecimiento, todos habían salido del salón de clases y Carla brillaba por su ausencia. María juraba que no volvería a cubrirla, pero todos sabemos que es mentira.
La ojiazul se aproximó a su casillero, guardó sus cosas y luego se dedicó a acomodar los cabellos rebeldes que se escapaban de su peinado, mientras esperaba a que su mejor amiga apareciera, pero en vez de Carla, fue Scott quien le dirigió la palabra.
―Tu eres María Macías, ¿O me equivoco? ―Preguntó el moreno, fingiendo que no recordaba el nombre de la chica ―Es que dejaste tu libro de física avanzada en el salón del profesor Yukimura.
María se quedó atónita al ver a Scott sonriéndole de la forma más amable posible. Moría de ganas por tomar su libro e irse corriendo, pero recordó las palabras que Carla le dijo una vez: no seas lerda y tírate al ruedo.
―Sí, sí, ese es mi libro, casi me vuelvo loca buscándolo ―María tomó el libro y sintiéndose aliviada, lo guardó en su casillero ―Muchas gracias ―Sonrió.
―No te preocupes, recordé que la hija de la doctora Macías es muy despistada.
―Dios, no puedo creer que recuerdes eso, fue muy penoso.
Nunca antes había estado en una situación como esa y mucho menos con un chico. Ella había conocido a todos sus amigos porque Carla se los había presentado, y la vergüenza que le causaba estar frente al chico que le gustaba era tan grande, que juraría que sintió como sus manos comenzaban a sudar.
―¿Qué te parece si vienes a almorzar conmigo y unos amigos? Seguramente tu amiga llega con Liam y se sienta con nosotros ―Propuso con una sonrisa ladeada plasmada en el rostro.
―Claro que sí, me parece muy bien ―María sonrió con ilusión y su corazón comenzó a palpitar cual tambor en una banda, cosa que no pasó desapercibida a oídos del hombre lobo.
Scott le extendió la mano a la muchacha, y esta la aceptó con gusto, comenzando a caminar juntos en dirección a la cafetería. Mason, quien al ver a su amiga ir agarrada de la mano con su amor platónico le sonrió con picardía y levantó los pulgares en señal de aprobación.
Justo cuando María y Scott se sumaron a la mesa de la manada, Carla apareció junto a su novio en la entrada de la cafetería, y cuando vio a la castaña sentada al lado de Scott, susurró algo al oído de Liam, y ambos la miraron con ternura.
―¿Esa no es tu mejor amiga? ―Lydia señaló a la pelinegra, y María asintió en respuesta.
―Se llama Carla ―Informó la ojiazul, viendo como su mejor amiga y su novio se iban a una mesa apartada.
―La conocemos, estuvo conmigo en el jardín de niños... Y me mordió ―Comentó Stiles con la boca llena de papas fritas, y Lydia le golpeó el brazo por ese acto desagradable.
―¡Carla, Liam! ―Gritó Malia, llamando la atención de prácticamente toda la cafetería ―¿Qué hacen por allá solos? ¡Vengan con nosotros!
La pareja adolescente intercambió miradas como si estuvieran pensando lo mismo, y luego de un rato se unieron a la mesa de Scott y sus amigos.
Malia los olfateó ―Estos gatos tuvieron sexo.
―N-no llegamos a eso ―Murmuró Liam con las mejillas coloradas.
―Por fin pudiste pescar a ese pez ―Susurró Carla al oído de su amiga.
―El pez vino a mí ―María le siguió el juego y ambas rieron, causando que los presentes las miraran raro ―Cosas nuestras ―Aclaró sonriendo, y luego pasó la mirada a Scott, quien al verla le guiñó el ojo.
