El Príncipe y el Héroe

Parte 3

- ¡Esto es vida! ¿No lo crees, Link?

Link y Sidon se encontraban en los baños Zora, sentados dentro de una bañera. Link se limitaba a sonreír plácidamente mientras cerraba los ojos y se hundía más en el agua.

Sidon observó con atención más atención al hyliano. Sonrió con malicia al pensar en una broma que le haría a su amigo. Se sumergió lento y sin hacer ruido en el agua, se acercó a Link.

- ¡Link!- salió disparado del agua.

- ¡Kyaaa! ¡Sidon! ¡Qué demon...!

- Jajaja, al fin soy afortunado de oír tu voz.

- Jummm... -. Link refunfuñó y lo miró con un poco de recelo. Sidon volvió a acomodarse en su lugar.

-Perdón, amigo. Sé que eres callado, pero a veces pienso que no te agrado por eso eres tan callado.

Sidon cerró los ojos y volvía a sumergirse en la relajación cuando, para su sorpresa, Link habló.

-No es eso. Tú me agradas mucho, Sidon. No hablo mucho porque... Soy el héroe, el que salvará a la princesa Zelda y Hyrule La gente siempre ha esperado tanto de mí que me veo incapaz de expresar lo que realmente siento porque tampoco yo creo estar a la altura... y por eso prefiero guardar mis pensamientos para mí mismo.

-¡Vaya! Has hablado más en estos segundos que en desde que te conozco-. Sido apoyó sus manos en su nuca. Aunque no lo creas, creo que puede que sea una de las pocas personas en todo Hyrule que te comprende.- Link le miró extrañado.- Jeje, sólo piénsalo. Tal vez yo no esté destinado a salvar al reino y a Zelda. Pero también se espera mucho de mí. Al morir mi padre, quien debía reinar era Mipha, yo no. Y ahora yo soy el que debe prepararse para ser rey. Tratando de aprender de mi padre, y demostrándole cada que puedo que soy capaz de un título que no pedí y que soy capaz de proteger a nuestro pueblo. En eso no somos tan diferentes. ¿Nos crees?

-Creo que tienes razón. Gracias, Sidon. Contigo me es fácil hablar. Me recuerda a cuando hablaba con Mipha.

-Hace cien años Mipha pasaba mucho tiempo con un espadachín hyliano. Recuerdo que me ponía celoso, pero ahora creo que ese espadachín eras tú. ¿Te imaginas si te hubieras casado con Mipha? ¡Hoy seríamos cuñados!

Link se sonrojó.

-¿No te gustaba mi hermana, Link?

-Yo... no. No creo. No lo sé realmente. Recuperé mis recuerdos, pero sólo eso. Realmente no sé qué significaban los demás campeones para mí o yo para ellos. Sé que para Mipha yo fui especial. Y sé que ella lo fue para mí, pero no sabría decirte en qué sentido. Lo siento.

-No tienes porqué. No fue tu culpa todo lo que pasó. Me basta con saber qué fue especial para ti. Dime, ¿ya encontraste a ese alguien especial para ti?

Link se sonrojó.

-Despacio, Sidon. Dije que me siento cómodo hablando contigo, pero no abuses.

-¡Oh, vamos Link! Somos dos chicos, estamos solos, disfrutando de un buen baño. Es normal que hablemos de esos temas.

-¿Es normal?

-Supongo que sí, jejeje. Te diría yo pero no hay nadie aún.

-Pensé que tenías un club de fans. Seguro todas quisieran que las invitaras a salir.

-Seguro que sí, pero ninguna de ellas me interesa, y yo a ninguna de ellas le intereso de verdad. Ven mi título, ven mi físico. Ninguna de ellas está interesada en conocerme como soy en el interior, con mis miedos y preocupaciones. Apuesto que ni siquiera están conscientes de lo que significa volverse reina.

Link comenzó a hablar tímido.

-Pues... igual no hay nadie. Creo que le gustó a la nieta de Impa, Apaya, aunque ella a mí no.

-¿Crees?¿No estás seguro?¿Por qué lo crees?

-Leí su diario - Link se volvió a sonrojar mucho.

-Oh, amigo... eso no ha estado nada bien ...- Sidon se acercó con malicia a Link - Tendré que castigarte para enseñarte que las cosas de las chicas no se tocan, jajaja.

Sidon comenzó a hacerle cosquillas a Link y este no pudo aguantar la risa. En un momento sin querer, al hacer un movimiento brusco por tratar de escapar de las manos de Sidon, Link se resbaló. Su pie pateó la pierna de Sidon y él cayó sobre Link.

Los rostros de ambos quedaron frente a frente. Ambos lo dudaron por un momento. Pero de un momento a otro ambos se dejaron llevar sin pensar. Su beso duró poco. Se separaron.

-¿Quieres ir a mis aposentos?

Link de nuevo, sin decir nada, lo dijo todo.