Las Bellas Cultivadoras de la Secta Gusu Lan

Capítulo 16. Gracias, pero no.

Jiang Shui y Jiang Xen se sentían frustrados, pues la repentina pelea entre el cazador y la señorita Yanli había impedido que le regalaran a JianYi y Zezhen aquello que habían comprado.

- Estamos a punto de separarnos – comentó Shui – Si les damos ahora los regalos podemos esperar sus respuestas por cartas –

- ¡Tienes razón! Así si nos rechazan no sería tan humillante –

- No pienses de esa forma, Xen. Tal vez acepten tener alguna cacería nocturna con nosotros –

El camino que compartían sería breve, pues las señoritas acostumbradas a sus nuevos cuerpos intentarían volver a Gusu en sus espadas.

- Yo informaré al líder Ouyang de la... situación de su hijo – decía Jiang Cheng a las dos cultivadoras – También iré a LanLing para poner a los cultivadores de confianza de A-Ling a cargo mientras él se encarga de regresar a la normalidad –

- Gracias Líder Jiang –

- Gracias Jiang Cheng, no dudes en que te mantendremos informado –

Con un par de reverencias se despidieron los tres mayores. Mientras que los chicos Jiang trataban de dar algún paso con las cultivadoras.

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- Señorita JianYi – le llamó Shui – Yo... quería obsequiarle algo – sacó una pequeña bolsa, en la cual había un broche para el cabello. Jingyi al inicio puso una cara de confusión total – Usted ayudó a cambiar mi perspectiva sobre las mujeres en el mundo de la cultivación así que... me gustaría seguir viéndome con usted –

Jingyi se había quedado sin palabras. Zewu-Jun le había explicado algo sobre los broches y las peinetas, así que no. No aceptaría el regalo de ese chico.

- No puedo aceptar su regalo joven Jiang – vio el rostro de decepción del chico, así que añadió – Eres un buen hombre, pero yo ya tengo un hombre al que quiero –

- ¿Así que ya tiene a alguien? –

- Sí, lamento no poder corresponderle – le dio una palmada brusca en el hombro – Pero con esa forma de pensar no dudes en que las cultivadoras te buscarán como compañero –

Jiang Shui no obtuvo la respuesta que buscaba, pero las palabras de aquella cultivadora lo habían animado a seguir buscando a alguna compañera. Como Jiang Cheng le había informado que sería el próximo líder de secta se encargaría de buscar a la cultivadora perfecta para que fuera Madam Jiang.

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Por otra parte, Jiang Xen estaba teniendo problemas, pues no encontraba las palabras adecuadas para pedirle a la señorita Zezhen una oportunidad para verse de nuevo. Mientras que Shui había optado por pedirle a Jingyi un momento a solas, él solo fue con ella, quien estaba con sus otras amigas, y dijo: - Señorita, lamento incomodarla, pero yo conseguí algo para usted – extendió la bolsa donde había un par de novelas románticas.

Ouyang no supo que decir, pues al momento de una confesión (hasta donde había leído) ambas partes debían sincerarse. Tal vez como hombre hubiera podido rechazar a alguna dama de la forma más educada posible, pero siendo ella la dama las cosas cambiaban.

- Yo... no puedo aceptar tu regalo –

- ¿Por qué? –

- Es que eres un buen cultivador, pero no para mí – el chico le miró confundido, lejos de sentirse rechazado – Me refiero a que eres un excelente partido... para alguien quien le gusten los hombres... -

- Oh –

- Sí, yo lo siento –

- Bueno, supongo que algunas cosas no se pueden cambiar – miró la bolsa que le había tendido a Zizhen – Pero conserve esto, por favor, yo no tengo a nadie más a quien quiera regalárselos –

Ouyang asintió con la cabeza, mientras ambos hacían una reverencia despidiéndose. Jiang Xen pensó que no había sido tan malo aquel rechazo.

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- Quiero que te comportes A-Ling – le indicaba su tío – No quiero que Zewu-Jun me mande una carta diciendo que te castigaron por romper alguna de las reglas de su clan –

- Pero eso no es justo – reclamó – Incluso tú rompiste las reglas del clan Lan. Además, son más de cuatro mil ¿cómo voy a evitar romper al menos una? –

- Por cada regla que incumplas yo te romperé las piernas – Jin Rulan bufó – Bueno, eso es todo. Ve con cuidado –

Antes de que Jin Ling pudiera contestar algo, el líder de la secta Jiang, Sandu Shengshou, se fue de ahí, dejando a su sobrino ligeramente sorprendido.

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Los jóvenes de la secta Jiang junto a su líder se adentraron en el bosque, continuando con la cacería nocturna que había iniciado antes del ataque de la bestia.

Las cultivadoras volvieron a quedarse solas.

- Muy bien señoritas, volaremos directo a Gusu, tal vez llegaremos antes del toque de queda –

Lan Sizhui - Hanguang-Jun, Maestro Wei, ¿qué le diremos al Gran Maestro Lan sobre esto? –

Wei Wuxian comenzó a reír antes de contestar: - Que tenemos dos nuevas cultivadoras en la secta y dos invitadas –

- Tío comprenderá la situación – mencionó Wangji – Yo le diré a él y a mi hermano –

El regreso en espadas fue bastante tranquilo, pasaron sobre unos cuantos pueblos en donde les señalaban con asombro al ver a tan distinguidas cultivadoras fuera de su clan.

Al descender casi en la entrada del Receso entre las Nubes vieron que ahí estaba Lan Qiren y Lan Xichen, les vieron extrañados al principio y sorprendidos después. El Gran Maestro Lan se veía perturbado, como si hubiese visto fantasmas.

- ¡Señora Lan! – le dijo a su sobrino – ¡Cangse Sanren! – señaló a Wei Wuxian – Ustedes no... ustedes dos están... -

Entonces el pobre Tío Qiren cayó de espaldas, gracias a su sobrino mayor que lo sostuvo no golpeó el suelo.

- Bien, supongo que Wangji y Wuxian están devuelta – el Primer Jade no encontraba las palabras correctas – Solo por hoy vayan a las habitaciones de la parte de atrás, la zona de las cultivadoras ya debe estar cerrada por el toque de queda –

Wei Ying y Lan Jingyi trataban de contener las carcajadas, inútilmente por su puesto. Quien diría que Lan Wangji se parecería tanto a su madre... Probablemente Lan Qiren tendría pesadillas esa noche... y las siguientes.